Juega Historiarte Liceo de pan de Azúcar

Las Altas Culturas Americanas


La América Nuclear

Cuando sucedió la llegada de los europeos al continente americano, solo una parte de este continente, la denominada “América Nuclear” por el norteamericano A. Kroeber, era el escenario de las altas culturas o civilizaciones indoamericanas. La América Nuclear designa al conjunto de núcleos de alta cultura que existieron en Norte y Centroamérica y en el Sur del Continente.

  • La zona Mesoamericana, incluía el centro y sur de México, toda Guatemala, el occidente de Honduras, y una pequeña parte de El Salvador, donde se desarrollaron las civilizaciones Mayas y Aztecas.
  • La zona Colombiana – Centroamericana, que incluye en términos actuales: Nicaragua, Costa Rica, Panamá, la mayor parte de Honduras, la parte oriental de El Salvador y parte de la Colombia cordillera.
  • La zona Andina, comprendía toda la parte de la cordillera de Sudamérica, o sea los territorios atravesados por los Andes que ocupó el Imperio Incaico.

Las Civilizaciones Indoamericanas se basaban al igual que las civilizaciones del Viejo Mundo, principalmente en el cultivo de un cereal, el Maíz. Su sociedad estaba estratificada con esclavitud, aristocracia, monarquía divinizada y trabajo especializado. Conocían el trabajo de los metales, las embarcaciones a vela, la cerámica de alta calidad y contaban con un principio de escritura. Nuestras civilizaciones indoamericanas no dieron importancia al principio de la rueda, carecieron de rodados, tampoco conocían el trigo y la cebada, ni el vidrio, ni el hierro e ignoraron el arado.

Origen de las Altas Culturas Indomericanas.
Los estudios contemporáneos, demuestran que las culturas indoamericanas fueron originarias de centros culturales asiáticos. Las tres áreas de cultura del viejo mundo que influyeron sobre las civilizaciones indoamericanas fueron: El Antiguo Cercano Oriente, India, China.
Las influencias se dieron por la presencia polinesia en indoamérica.
Las primeras civilizaciones indígenas indoamericanas no fueron ni importadas como un todo del Viejo Mundo, ni surgieron automáticamente por el impulso propio de culturas inferiores y medias, sino que fueron la obra conjunta de tres factores:
a) La base indígena preexistente.
b) El aporte traído por los polinesios.
c) Las innovaciones que se produjeron luego de irse amalgamando los elementos dispares.

En los orígenes y evolución de las altas culturas indoamericanas pueden distinguirse tres grandes etapas:
- La Formativa o Arcaica: desde 1500 a.C hasta el 100 o 300 d.C.
- El Clásico: desde el 300 d.C. hasta los años 700 y 1000.
- El Postclásico, período o etapa de las grandes unidades políticas: Nuevo Imperio Maya, Confederación Azteca e Imperio Inca desde los años 100 a 1200 hasta el 1500.


La Agricultura en América

Tradicionalmete se concebía a la agricultura como un elemento cuya aparición señalaba, también, los comienzos de la cerámica y de las civilizaciones. Cultivo y sedentarismo por mucho tiempo fueron sinónimos, y todos los elementos característicos de las altas culturas (mayas, aztecas, incas) se estimaron como consecuencia lógica de las transformaciones que produjo la domesticación de plantas.

La agricultura surgió como respuesta al desequilibrio del sistema ecológico, motivado tanto por factores fisico-ambientales como demográficos. La disminución de la masa biotica que alimentaba a las poblaciones recolectoras o el aumento poblacional sobre la capacidad de mantención de una región, pudieron ser, entonces, los factores causativos más relevantes ( Binford).
El cambiante clima postpleistoceno y la extinción de los grandes animales , ambos fenómenos obligaron a la búsqueda de nuevos bienes alimenticios y a la especialización en la explotación de los recursos naturales. Ciertos grupos se instalaron a las orillas de ríos y mares dedicados a la pesca, otros intensificaron las labores en la recolección de vegetales y pequeñas presas animales, y otros debieron iniciar los primeros pasos de la domesticación.

Las especies modificadas, por efecto de la acción humana sufrieron una especie de cambios genéticos que permiten destacarlos, en sus yacimientos arqueológicos y distinguirlos de sus ancestros silvestres. La gran mayoría de las especies debieron, pues, domesticarse en México, Guatemala, Perú o Bolivia, centros primarios para algunas especies que, se intercambiaron en un proceso de difusión semejante al cultural. Entre ellas la más importante fue el maíz base aún de la dieta indígena.
Por otro lado la calabaza constituye uno de los más antiguos cultivos de América, ya que sus semillas además de tener un buen sabor poseen un alto contenido aceitoso. También pertenecen a la América Nuclear el ají, la palta, el algodón: sus orígenes con la posible excepción del algodón son mesoamericanos.
El tabaco, con dos especies cultivadas, parece provenir del noroeste argentino, Perú y Bolivia. Sudamericanos son también los tubérculos: papa, oca, yuca, añu, achira.

Los sistemas agrícolas prehispánicos

Los medios empleados para lograr el mejor aprovechamiento de las condiciones de la tierra, y al mismo tiempo obtener un ventajoso rendimiento de las energías invertidas, conforman los sistemas agrícolas.
En su forma más simple los sistemas agrícolas pueden calificarse en extensivos o intensivos. Los primeros requieren de grandes superficies de terreno con un bajo rendimiento por hectáreas. Los segundos ocupan menor superficie, pero obligan a una mayor inversión de energías.
Por el mecanismo propio de los sistemas extensivos, una gran cantidad de terreno permanece sin cultivarse, por esta razón el rendimiento por hectáreas es muy bajo, sin embargo, su rendimiento por energías gastadas es altísimo. Lo contrario sucede con los sistemas extensivos: pequeñas superficies que producen grandes cosechas, pero en términos de rendimiento por hombre-hora de trabajo es inferior al de los sistemas extensivos.
Las agriculturas intensivas son propias de las tierras altas, donde la falta de recursos naturales de agua, obliga a la construcción de medios artificiales de irrigación: canales y diques, los que en conjunto dan forma a los llamados sistemas hidráulicos.
Boseruop distingue 5 tipos de sistemas agrícolas de acuerdo a los grados de intensidad: Cultivo de roza, Cultivo de barbecho de matorral, Cultivo de barbecho corto, Cultivo de cosecha anual, Cultivo de cosecha múltiple.
Wolf define 5 sistemas que más o menos coinciden con los de Boserup. Ellos son: sistema de barbecho largo, Sistema de barbecho por sectores, Sistema de barbecho corto, Sistemas de cultivos permanentes, Sistemas de cultivos en huerta y potrero.

En América precolombina fueron practicados solo dos de los sistemas anteriores.

a) Cultivo de Roza o Barbecho Largo:

La utilización agrícola de tales terrenos requiere de un proceso que se puede sintetizar en 4 etapas: Tala del bosque, Roce o quema de árboles, siembra y cosecha. Como herramientas se utilizaban el fuego, hacha y coa o palo aguzado en un extremo. Luego de abrir a golpes de hacha un claro en el bosque, los matorrales se quemaban, y sobre las cenizas aún calientes, se abrían surcos donde se enterraban las semillas. Un sistema tan simple implicaba poco trabajo humano, sin embargo, la calidad de la tierra impedía que en cada claro o milpa, se obtuvieran más de 2 cosechas continuas. En el segundo año, había una disminución de hasta un 25% del rendimiento, es por eso que se abandonaban y se dejaban en descanso o barbecho, hasta que el bosque las recubriera, lo que según las regiones, tomaba entre 18 y 25 años. Recién entonces volvían a ser cultivados.
Este fenómeno actuó como una presión demográfica que impidió la concentración de grandes densidades de población, al mismo tiempo, el continuo traslado de las milpas ejerció un efecto centrifugo que mantuvo dispersos a los asentamientos urbanos.
Una variante de la roza se utilizó en las tierras altas y templadas de México, allí, las mejores condiciones del terreno permiten dos o tres cosechas con un barbecho de igual período. La posibilidad de tener dos cosechas al año, favoreció tanto los asentamientos permanentes como el aumento poblacional. La primitiva agricultura de la costa peruana adoptó el sistema de roza.

b) Sistemas Intensivos o de Cultivo Permanente.:

Su existencia se basa en la existencia de tierras apropiadas y convenientes recursos de agua, que se distribuyen a través de construcciones artificiales, razón por la cual también se denominan sistemas hidráulicos.
El rendimiento por hombre-hora de trabajo, es inferior al de la roza, pero lo permanente de los cultivos favorece al aglutinamiento de la población y su crecimiento. Las características y necesidades de los sistemas hidráulicos, hacen aparecer poderes centrales que distribuyen las aguas y organizan los trabajos de construcción de las obras de regadío, delineándose así lo que Witfogel llamó Sociedades Hidráulicas. En América no existieron animales de carga, que mediante el arado aliviaran el trabajo humano. Como abono se utilizaban las deposiciones humanas o la de los pocos animales domésticos: perros, guajalotes en mesoamérica, cuy, llama, perro y pato en las sierras peruanas.
Las agriculturas intensivas no se justifican sin un cultigeno que por su alto contenido energético (calorías) compensase la inversión que ellos requieren. Para el Cercano Oriente dicha especie fue el Trigo, para el Lejano Oriente fue el Arroz, y para América el Maíz.

Dos construcciones típicas identifican a la agricultura intensiva en la América Nuclear: las terrazas de cultivo y las chinampas, estas últimas propias de Mesoamérica.

Las Terrazas: Verdaderos escalones construidos en las laderas de los cerros y sostenidos por muros de piedra, tenían como objetivo el impedir que las aguas de las lluvias corrieran libremente, erosionando terrenos aptos para el cultivo.
Las Chinampas: Se conocen popularmente como “jardines flotantes”, aunque en realidad no flotaban. Son plataformas levantadas en estratos alternados de barro y plantas acuáticas, que se afirmaban a orillas del lago Texococo, mediante las raíces de un árbol llamado ahuehuete. Están separadas por canales, lo que contribuye a darles ese aspecto de flotar. Con ellas, además de incorporar nuevos recursos alimenticios a la siempre creciente población del valle de México, se obtuvo una de las más productivas formas de agricultura intensiva, permitiendo hasta tres cosechas anuales.

En resumen: la evolución de los sistemas extensivos a los intensivos refleja la fuerte presencia de un poder central que controlaba y organizaba las labores agrícolas, distribuyendo la sobreproducción entre los especialistas no agrícolas. Éste proceso fue básico para el surgimiento de las civilizaciones y su organización política, el Estado.

La Civilización Maya

La cultura maya se comprendió en los estados de Yucatán, Campeche y Tabasco, la mitad oriental de Chiapas, y el territorio de Quintana Roo, en Guatemala, la región occidental de Honduras y todo Belice.
En su evolución se distinguen tres períodos: el llamado premaya, el Viejo Imperio (320 – 987), el Nuevo Imperio (987 – 1441).
Cada una de las ciudades constituía un pequeño estado independiente a cuya cabeza estaba el hombre verdadero, una especie de señor o cacique territorial. Las facultades de este hombre verdadero eran muy amplias: dirigía la política interior y exterior con el asesoramiento de un consejo compuesto por los jefes principales, sacerdotes, consejeros, nombraba a los jefes de los pueblos y aldeas luego de un riguroso examen de honradez y capacidad.
Todas las ciudades contaban con una o varias plazas alrededor de la cual se agrupaban loe edificios cívicos- religiosos. Pirámides escalonadas como base de templos y altares ubicados sobre plataformas, canchas para el juego sagrado de la pelota, patios, todo construido de piedra tallada y ornamentada.
Las viviendas del pueblo en cambio, se construían con palos y pajas y estaban diseminadas en mayor o menor distancia del centro ceremonial.
La arquitectura en piedra de los Mayas tuvo sus propias leyes, sus propias técnicos de construcción, constituyéndose como un todo original. Dentro de sus rasgos más significativos se encuentran el uso del techado de bóveda de piedra salediza, llamada también falsa bóveda. Además del cultivo del maíz, la fabricación de utensilios de barro y el tejido, el resto del tiempo y energías del pueblo maya lo consumió la arquitectura. En la escultura por ejemplo, el material más empleado fue la piedra caliza, aunque también se utilizó la madera, el estuco y el barro. Las herramientas con las que contaron fueron los cinceles y los martillos de piedra. Pintaban sus obras en rojo oscuro y azul.
Correspondió a los Mayas el invento de la escritura en nuestro continente. Desarrollaron así mismo 2 sistemas numéricos.
Esta civilización como otras basaba su economía en el cultivo del maíz; y fue el fracaso de éste sistema de explotación agrícola, la causa de la decadencia y caída del Viejo Imperio.
En efecto, utilizaba en sistema llamado agricultura de milpa que consistía en derribar árboles, quemarlos junto con la maleza, sembrar el grano y cada pocos años cambiar el sitio de la milpa. Este proceso de desmonte y quema de extensiones cada vez mayores de la selva, la fue convirtiendo en sabanas artificiales que no se podían aprovechar por la falta de herramientas, ya que ellos no contaban ni con arados, ni con rastrillos, ni azadones, etc.
La consecuencia final de la agricultura de milpa fue lo que se ha llamado colapso agrícola. Este no fue repentino, sino gradual, poco a poco la crisis fue afectando a las distintas ciudades y determinando el abandono de este tipo de agricultura. Aunque seguramente hubo otros factores adversos como intranquilidad social, desorganización administrativa, crisis religiosa, etc.; pero el factor determinante parece haber sido el fracaso económico, el alto costo de la vida generado por la completa incapacidad del sistema agrícola maya para cubrir las necesidades crecientes de alimentación de una población cada vez más numerosa.
En el siglo XVIII la ciudad de Teotihuacan fue destruida e incendiada; durante el siglo X las ciudades fueron quedando abandonadas.
Conviene insistir que esta crisis tuvo lugar en el área Mesoamericana.
En cambio en el área andina, hasta el siglo XI, tuvo lugar un proceso contrario: la gran expansión de la cultura de Tihuanaco. Posteriormente durante los siglos XI y XII se observa un renacimiento de las culturas locales. En ese mosaico se destacan tres culturas:
- Tolteca en México.
- El llamado Nuevo Imperio Maya en Yucatán.
- La Chimú en la costa norte del Perú.

El llamado Nuevo Imperio Maya se ubica en el período comprendido entre los siglos XI y XV.
La cultura Tolteca presenta un interés especial ya que se presenta como el nexo entre Teotihuacan y los Aztecas.
La serpiente emplumada teotihuacana se transformó entre los toltecas en el dios creador del universo y de los hombres, que se hizo hombre para enseñar el camino de la salvación y predicar una moral exigente.

La Civilización Tolteca

A la caída de las ciudades, como mencionamos anteriormente, sobrevino un período de readaptación. A partir del abandono de las ciudades se constata el reemplazo de los antiguos centros rectores de cultura por otros nuevos. Una multitud de factores sociales, económicos, políticos – religiosos anunciaban ya esta crisis, cuyo proceso se vio aún mas acelerado por la invasión de pueblos bárbaros. Se cree que los invasores fueron los Chichimecas, nombre con que los aztecas designaban a las tribus del norte y que no formaban un pueblo sino que eran un conjunto de tribus.
Los primeros invasores chichimecas, debieron caer sobre Teotihuacan a mediados del siglo VII d.C. Poco tiempo después comenzaron a denominarse toltecas. Los arqueólogos suponen que Teotihuacan fue la capital de los Toltecas, la Tula o Tollán. Se especula que debieron existir dos Tollán, la primera Teotihuacan representa el momento en que los chichimecas se convierten en Toltecas.
Hacia mediados del siglo IX d.C., los toltecas abandonaron definitivamente Teotihuacan y deambularon por el valle de México en busca del lugar apropiado para llevar a su capital. Eligieron un valle a orillas del río Tula y fundaron su segunda ciudad. Tollán que fue el verdadero escenario de la historia Tolteca. Desde el mismo instante que fundaron Tula, los toltecas debieron imponer una fuerte autoridad militar en la región. Las tierras semiáridas en la que estaba asentada, demandaron la construcción de canales de regadío que, a su vez, exigía mano de obra. Ello, unido a la necesidad de exigir alimentos como tributos, y al peligro que representaba la cercanía de los chichimecas agudizó su espíritu bélico.
Las agudas disensiones internas y el desecamiento de la región, explican las continuas migraciones que afectaron a la ciudad.
La caída de Tula se debe a las largas luchas que caracterizaron a este período, las continuas migraciones y las expediciones militares, fueron despoblando, poco a poco, Tula. Hacia 1168 solo la habitaban ancianos, lo que hizo más fácil que fueran presa de otros pueblos chichimecas, los futuros aztecas.


El Popol Vuh

Escrito a mediados del siglo XVI, el Popol Vuh (Libro de la comunidad) es uno de los testimonios más interesantes y más valiosos de las antiguas tradiciones mayas. El nombre de su autor se desconoce. El libro fue escrito con caracteres latinos en la lengua Quiche, asentado en Guatemala, descendientes de los antiguos mayas y permaneció ignorado hasta principios del siglo XVIII, cuando lo descubrió y tradujo al español Francisco Ximénez.



Las Estructuras Sociales y Políticas

La sociedad maya estuvo profundamente estratificada.
La clase dirigente ocupaba la más alta posición, encabezada por el jefe del Estado que cumplía funciones civiles, militares y religiosas. Esta clase dirigente estaba compuesta por jerarcas de estas tres ramas.
El cargo de jefe de Estado era hereditario. De él dependían los administradores de los centros subsidiarios, quienes además integraban el Consejo de Estado. Al frente de la casa sacerdotal estaba el supremo sacerdote.

Los funcionarios encargados de las labores administrativas menores componían el segundo estrato, entre ellos los jefes militares o consultores políticos o encargados (jefes de rancheríos) de distribuir el trabajo tributario y de dirigir las fuerzas militares con que contribuían al ejercito. A continuación de ellos se encuentran los militares, sacerdotes adivinos, curanderos y comerciantes.

El último nivel de la pirámide sociopolítica correspondía a campesinos y a los esclavos.

Las características geográficas y climáticas del escenario en el que se desenvolvieron los mayas no les permitieron alcanzar un nivel de Estado urbano como forma de organización política.

Los mayas, a mediados del clásico, obligados por la necesidad de aumentar sus tierras de cultivo, iniciaron empresas militares que colocaron bajo su dominio o soberanía a estados más pequeños. Los centros ceremoniales no albergaban a más del 6% de la población total. Esta se repartía en pequeñas comunidades, en parajes que, a su vez se subdividían en grupos y sitios. Los parajes fluctuaban entre 50 y 1000 habitantes. Los miembros de ese paraje a su vez mantenían, en conjunto, al centro ceremonial, asumiendo su administración político-religiosa y económica mediante un sistema de cargos.


La Religión

Los españoles en su afán de borrar cualquier vestigio de idolatría, quemaron sistemáticamente los libros sagrados mayas.
Ellos concebían a la tierra como un cuadrado plano cuyas esquinas estaban sostenidas por los Bacales, dioses atlantes. Se representaban con distintos colores; rojo, blanco, negro y amarillo que a su vez identificaban los 4 puntos cardinales, este, norte, oeste y sur.
A pesar de su politeísmo, adoraban a un dios de quién procedían todas las cosas. Lo llamaban Hunab Ku. Pero el dios más popular era Chaac, señor de las lluvias, se lo representaba con una mascara de donde salía una nariz de gancho, la lengua colgante y colmillo reptil.
Yum Kax, era dios o señor de los bosques y los campos, era el dios del maíz. Se le identificaba como hombre con cabeza de mazorca.
La sangre humana constituía la principal forma de honrar a sus divinidades, que eran más de 200. Frecuentemente los mayas hacían actos expiatorios, pichandose las orejas, dedos y otras partes del cuerpo para hacerlos sangrar. En ocasiones recurrían al sacrificio humano, lo común era matar al individuo con un flechazo en el pecho.



El comercio

Las rutas comerciales cruzaban toda el área maya, relacionando a los diversos centros entre sí.
Importaban cobre, oro y plata de Centroamérica y exportaban cacao, plumas de quetzal, pedernal, ámbar entre otras cosas.
El comercio internacional debió estar en manos de una casta con características muy semejantes a los pochtecas aztecas.
El comercio interno no debió ser menos importante. Existieron 2 tipos de comercio interno: el local y el nacional. Mediante el primero se redistribuían los bienes producidos en los diversos sectores laborales de una misma ciudad dispersa, mientras que el segundo ponía en contacto varias ciudades que se habían especializado en determinados productos; objetos de pedernal, esculturas o alimentos. El foco del comercio local y nacional era el mercado, que se celebraba una vez a la semana. Ubicado dentro del centro ceremonial y centro cívico, un jefe cuidaba de que no se cometieran abusos ni engaños en los precios y medidas.
La base de subsistencia era la agricultura practicada bajo el sistema de roza cuyo barbecho variaba de acuerdo a la localidad y condiciones geográficas



La Civilización Azteca

Hacia finales del siglo XII, al tiempo de que la ciudad Tolteca de Tula era destruida, los chichimecas irrumpían en el valle de México. Comenzaba así un período de luchas e invasiones por la supremacía protagonizadas por las tribus nahuas, tepanecas y muchas otras, entre ellas los aztecas.
Al cabo de esto surgió una mezcla de unidad cultural e independencia política que se conoce como civilización azteca.
La historia de los aztecas esta íntimamente ligada a los acontecimientos posteriores de Quetzalcóalt de la capital tolteca.
La época de desorden que le siguió se caracterizó por continuas migraciones que dejaron a Tula convertida en una morada de ancianos.


Es de importancia su forma federal para la organización de los pueblos, de los territorios conquistados y de la tradición militar heredada de los Toltecas.
México, la ciudad que ellos llamaban Tenochtitlán había sido fundada en 1325, la tribu errante se había establecido en el islote del lago Texococo. Los aztecas mandados por su dios, dividieron la ciudad en 4 parcialidades, Moyotlán, Zoquiapan, Atzacualco y Cuepocan. El asiento de estas cuatro parcialidades correspondía a 4 barrios de la ciudad española: San Pablo, San Juan, Santa Maria, y San Sebastián.

Los aztecas dominaban con sus armas desde el río Punaco hasta el Alvarado en el Golfo de México. Por la otra parte de la costa del océano pacífico les pertenecían los pueblos de la costa, desde Tehuantepec hasta el río Zacatula.
Según Reyes Abbadie no podemos hablar de Imperio Azteca, ya que existe solo una confederación. Los méjicas se limitaron a controlar las comunicaciones y a obtener tributos, siervos y cautivos para el sacrificio, respetando en cierta medida, la organización local de los vencidos.

Los tributos por lo general eran en especie y estaban ajustados a la posibilidad del tributario, las más comunes eran: alimentos, vestidos, materiales de construcción y esclavos, pero también piedras preciosas plumas vistosas, oro.
En esta confederación de pueblos, la supremacía de Tenochtitlán radicaba en el poder militar. Era una sociedad subordinada, cuya cúspide radicaba en el jefe militar quien por su jerarquía y reverencia que se le representaba, determinó que los españoles lo consideraran como un emperador.

La necesidad de incorporar tierras a las actividades agrícolas les llevó a construir una enorme red de canales, diques y chinampas que reflejaban el gran poderío de la sociedad hidráulica. Canales y calzadas cruzaban a lo largo y ancho de Tenochititlán, comunicando hasta los más apartados sectores con el corazón de la ciudad, el centro ceremonial era una plaza cuadrada resguardada con murallas almenadas.

En su centro los templos gemelos, presencian toda la ciudad desde lo alto de su plataforma piramidal., a continuación tenía el campo de juego de pelota.
Un templo dedicado al sol o plataforma de los sacrificios gladiatorios, también el templo de los dioses menores y el muro de las calaveras y el templo al dios Quetzalcóalt completaba el complejo religioso. Fuera de ahí se encontraban los palacios de los dirigentes y algunos edificios públicos. A lo largo de los canales y calles se alzaban las casas de los hombres comunes.

Estructuras Sociales y Políticas
El escalonamiento jerárquico de las instituciones políticas refleja un complicado sistema de clases.
Se iniciaba con los calpullis, grandes unidades familiares clánicas que en numero de 20 se distribuían entre las cuatro partes de la ciudad de Tenochtitlán.
El calpulli agrupaba a aquella parte de la población que tenía un mismo antepasado común. Formaban lo que Kirchhoff llama un clan cónico, es decir, sociedades cuyos miembros están unidos por lazos de parentesco pero donde no existe igualdad, hay diferencias de rango y de riqueza.
Cada calpulli tenía un consejo de ancianos cuyo número variaba y tenía un jefe político y militar, el Calopllec, que era el que ordenaba el reparto de las tierras y de los alimentos del clan y mandaba a los hombres en la guerra. De éste dependían los recaudadores de tributos.
El gran consejo o Tlatocan, integrado por los representantes de los 20 capullis que llevaban el nombre de “oradores” era el órgano fundamental del Estado Azteca.
Las funciones de éste consejo eran múltiples pero una de las principales era elegir un pequeño consejo de cuatro miembros que a su vez elegían al jefe supremo del Estado.
Estos cuatro príncipes eran los jefes de las cuatro agrupaciones de Calpullis y tenían como misión principal asesorar al jefe militar y a la muerte de este nombraban a otro gobernante. Como jefe nominal del Estado Azteca éste era tratado con los máximos honores. Gozaba de todos los privilegios. Cando quería transportarse era transportado en una litera que cargaban los cuatro altos jefes. Junto a él había otro jefe supremo que llevaba el nombre de “mujer serpiente”, era un hombre que gozaba de los mismos privilegios. Este co-gobernador tuvo múltiples funciones como remplazar al jefe del Estado cuando este se hallaba fuera de la ciudad, estaba encargado de la recolección y almacenamiento del los tributos.
Los macehuales constituían la gran masa de plebeyos libres, que vivían en los calpullis donde alternaban los trabajos agrícolas con el ejercicio de las armas y la artesanía.
En el último lugar del escalafón estaban los esclavos. La esclavitud tenía múltiples fuentes: deudores, asesinos, delincuentes prostitutas y prisioneros de guerra eran los más comunes.

La guerra era muy importante por sus resultados (botín, tributos, tierras), satisfacía la permanente necesidad de cautivos para sacrificios. Todo hombre adulto y útil estaba obligado al servicio de las armas. Fuera del ciudadano común también existían grupos de guerreros profesionales que constituían ordenes militares. En los combates se procuraba apresar la mayor cantidad de enemigos. Toda la táctica y espíritu de lucha se orientaba hacia ese objetivo, el prestigio y el rango dependían de la cantidad de prisioneros que cada uno había hecho.

Economía y Comercio Azteca
La actividad mercantil continuó siendo el elemento unificador en la cultura mesoamericana. Los mercados operaban a dos niveles: el local o regional y el internacional o comercio a grandes distancias.
El mercado local se realizaba diariamente en sitios especialmente construidos para ello. Se trasladaban las más exóticas mercancías provenientes de toda Mesoamérica, diversos bienes tenían su lugar previamente asignado de modo que el comprador sabía de antemano hacia donde ir. En las transacciones se utilizaban monedas de varios tipos, las mas comunes eran semillas de cacao, mantas de algodón, tachos de cobre o plaquitas de oro. Toda mercadería estaba gravada con un impuesto que debía cancelarse cuando entraba al mercado.
El comercio a grandes distancias engloba artículos de lujo y estaba en manos de especialistas mercantiles, quienes tenían un estrato especial en la sociedad azteca. El comercio internacional se centralizaba en los puertos de intercambio, estos eran asentamientos políticamente neutrales utilizados para almacenar y transar productos llevados desde todas las regiones mesoamericanas. Los mercados podían así realizar tratos independientemente de las relaciones mantenidas por sus respectivos estados. La expansión azteca estuvo especialmente motivada por el deseo de obtener materias prima y objetos de lujo que no se producían en el valle de México.
La actividad agrícola se concentraba fundamentalmente en las chinampas, donde cultivaban maíz fríjoles, calabazas, ají etc.
Una red de canales hábilmente trazada, permitía el traslado de campesinos.

La Cultura Material.
La disposición de las ciudades era de carácter rectangular. En el centro de cada una de ellas había una plaza, en la cual estaban los principales edificios religiosos. En toda ciudad azteca el templo era el edificio principal, siempre representados por construcciones de piedras notables.
La vivienda azteca era de dos tipos: una choza simple con paredes de caña o ramas, recubierta con barro y techo de paja. Y un tipo más reciente que se caracteriza por estar más acordes con las aglomeraciones urbanas. Sus paredes estaban construidas con piedras o adobes y solían tener techo plano.
Se comía y dormía en el suelo sobre esteras y mantas. Las casas de los ricos en cambio, disponían de unos bajos asientos de madera y de algunos otros muebles del mismo material.
El vestido de la gente común era el taparrabos, y una manta que se anudaba sobre el hombro derecho en lo que se refiere a los hombres. Las mujeres vestían faldas y blusa larga sin mangas.
Guerreros, sacerdotes y mercaderes se distinguían en su vestimenta por adornos, las diferencias en su indumentaria se referían a diferencias sociales y de rango. Por ejemplo, los mercaderes y señores tenían un abanico de plumas.
En ninguna de sus culturas llegó a utilizarse un sistema de rotación para el transporte u otro fin industrial. Como no conocían animales de tiro o carga el único portador fue el hombre. Más desarrollados eran en el transporte acuático, las embarcaciones eran numerosas.


La Cultura Espiritual

En la base de la concepción religiosa de los aztecas se encuentra el mito de la tierra encarnado en la diosa Coatilicue, ella es al mismo tiempo principio de la vida y de la muerte, amor y destrucción.
Huitzilopochiti hijo de la diosa Coatilucue es quien orientó a los aztecas a que cambiaran de nombre de aztecas a mexicanos, él es quien ordenó que iniciasen la emigración, él es quien enseñó los sacrificios humanos. Los méxicas se convirtieron en “el pueblo del sol”.
En principio se ofrecía a los dioses todo aquello que para el hombre tenía valor, como ser: comida, vestíos, flores, joyas. También se les ofrecían inciensos, sobre todo de copal. Mayor valor tenía ante los ojos de los dioses el sacrificio de sangre humana. Tenían la creencia de que el dios tenía en la sangre humana su mejor mantenimiento. El sacrificio más peculiar era el de colocar a la victima de espaldas sobre la piedra de los sacrificios, mantenido en esta posición por 4 sacerdotes, abriéndole el corazón con un cuchillo, se metía la mano por la herida y se arrancaba el corazón.
Entre los aztecas no pudo florecer la literatura escrita, solo la oral.
Se destacaban en las artes plásticas, sobre todo en la escultura. Los aztecas tuvieron conocimientos bastante precisos en varias áreas del saber, por ejemplo: Botánica, Zoología, Medicina, pero donde sobresalieron fue en la Astronomía.


Culturas del Perú: El Imperio Incaico

En nuestro sub-continente, el gran centro de vida cultural indígena fue el andino, en donde se constituyó y desarrolló hasta culminar en los siglos XIII y XV de nuestra era el Imperio Incaico.
Los Incas dominaron a la población preexistente y adoptaron mucho de su forma de vida y
cultura, incluido el idioma que pasaría a ser lengua oficial del Imperio.


La organización del Imperio.
El imperio incaico había logrado un dominio uniforme y una homogeneidad étnica casi total. Para llegar a estos resultados los Incas se debieron a 4 medios:
- una drástica política poblacional
- una coercitiva aculturación de los pueblos sometidos.
- Una férrea centralización administrativa, con rasgos de una “policía política”.
- Una eficaz vertebración del imperio a través de las comunicaciones.

La política poblacional de homogenización consistía en trasladar parte de la población de una zona recientemente conquistada a otra que desde mucho antes pertenecía al Imperio, y en las zonas que quedaban libres por los traslados ponían a gente incaica. De esta forma se iba creando una uniformización de la población, siendo el primer paso para la incorporación definitiva de los pueblos subyugados a la nación dominadora.
El segundo medio era la imposición del idioma, la religión y la incaización obligatoria de los herederos de los jefes vencidos, y de los hijos de la nobleza subyugada. Apenas conquistada una nueva región, el dominador implantaba allí, el culto del dios sol y el aprendizaje de la lengua Quechua. Se levantaban templos y se enviaban sacerdotes para que explicasen a los dominados los ritos de la religión solar.
La administración del Estado Incaico estaba estrictamente centralizada. Como fundamento y cúspide del poder estaba el Inca, cuya persona divinizada encarnaba todo el imperio.
El imperio se dividía en cuatro grandes regiones. Cada una de ellas estaba al mando de un gobernador general llamado apo. Cada región se dividía en provincias, cada provincia tenía su capital, y en ella se establecían depósitos y almacenes, un templo del sol, un convento.
Otro de los factores importantes para la unificación imperial fueron los caminos. Del Cuzco partían cuatro grandes rutas, hacia los cuatro puntos cardinales. No bastaba con hacer la carretera, era necesario dar a los viajeros refugio y aprovisionamiento. Para esto de trecho en trecho se escalonaban los tambos, edificios con una o más piezas para los hombres y patio para las llamas. El encargado del tambo debía dar alimentos y bebida gratis a todos los que trabajaban para el Inca, los demás obtenían víveres a cambio de objetos.

La Organización Social.
La formación social básica del antiguo Perú era la de grupos familiares unidos por lazos de sangre y la creencia de descender de un común antepasado mítico.
El antepasado podía ser tanto una persona como un animal o un objeto de la naturaleza. Este grupo o ayllu era dueño de un territorio determinado, la llamada marca dentro de la cual cada hombre casado recibía un trozo de tierra para cultivar, cuya extensión era según las necesidades de la familia que lo trabajaba.

Sobre la cima de la escala social se encontraba el Inca, descendiente directo del Sol. Todos los que se acercaran a él, debían hacerlo con la frente inclinada, un fardo sobre la cabeza y los pies descalzos, en señal de sumisión. El Inca y la nobleza tienen como privilegio poder casarse con muchas mujeres, pero la primera era siempre la principal, la que llevaba el titulo de emperadora. Las demás mujeres tenían carácter de concubinas o esposas secundarias.

Por debajo del Inca, estaba la nobleza, que era de creación reciente. Integraban esa nobleza los llamados “Incas por la sangre” ya que estaba formada solo por los descendientes de los soberanos. La nobleza Inca por privilegio comprendía a todos los habitantes de la región de habla quechua y gozaban de ciertos privilegios.
Luego de esta clase de nobles existía otra constituida por un conjunto de funcionarios de menor categoría; también estos estaban exentos de impuestos, de tributos.
Otra clase privilegiada, sostenida por la comunidad era la de los sacerdotes. A la cabeza de todos ellos estaba el sumo Pontífice, que solía ser un hito o hermano del Inca, seguían los oficiantes y luego los asistentes, también había adivinos, confesores y magos.


El peso del mantenimiento de todas estas clases privilegiadas y todas las tareas de producción y servicios recaía sobre el pueblo. Todo hombre adulto debía cumplir tres obligaciones principales:
- Cultivar con sus hijos menores su lote de tierra, del que debían sacar lo necesario para subsistir él y su familia.
- Debía sembrar y cosechar, con los demás tributarios, las partes de tierra correspondiente al Sol y al Inca e ingresar los productos en los almacenes y depósitos.
- Cumplir con la realización de los trabajos exigidos por el Estado durante un período de 2 o 3 meses al año.

Como indio tributario y adulto se consideraba a todo el que estaba entre los 25 y 50 años, debía estar casado y tener familia constituida. Al contrario de la clase privilegiada, ningún tributario podía casarse con más de una mujer. Todo integrante del grupo familiar podía ser reducido al estado de “yanacona” que era el de la servidumbre, un tributo de servidores impuesto por el Inca.

Este rígido ordenamiento social esta resguardado por severas normas éticas y penales. Toda infracción a la ética o a la ley, implicaba la desobediencia al Inca y dado su carácter de persona divina, cada infracción equivalía un sacrilegio.

La Economía
La base económica del Tihuantisuyo era la agricultura. Dada la naturaleza de la región, marcada por la cadena de los Andes, de innumerables valles y quebradas, el cultivo se hacía siempre sobre andenes o bancales. El riego se hacía mediante un sistema de canales que llevaban el agua a todas partes donde hacía falta.
Las labores del campo comenzaban en julio, con el abono de las tierras, con estiércol de llama o humano. En agosto el suelo era trabajado con un bastón de sembrar al que llamaban taclla, perfeccionado con un pedal fijo y un mango curvo. Trabajaban varis hombres en fila para levantar grandes terrones que las mujeres rompían con martillos. De setiembre a diciembre eran los meses de labriego, de siembra. Después que los hombres hacían agujeros, las mujeres depositaban en ellos los granos de maíz o papa y emparejaban la tierra con una cuchilla de palo.
Era tan importante el cultivo de la tierra para la vida del pueblo, que el propio Inca y sus parientes iniciaban cada año las tareas de labranza. En las partes frías y altas se cultivaba sobre todo la papa, la quinua y la oca. En los valles más bajos y en la costa la principal planta de cultivo era el maíz, que se consumía de distintas maneras. El ají, la calabaza, el maní, la mandioca, la achira, los porotos, el algodón, eran las plantas más cultivadas.
Allí donde el clima lo permitía los incas cazaban y criaban alpacas, guanacos, vicuñas. La llama era cuidada y mantenida en los “corrales del Inca”, los cuises o “conejillos de Indias” andaban en las casas ya que se los consideraban de buena suerte y de excelente carne.
Cultura Material y Espiritual

La arquitectura incaica es una de las más perfeccionadas técnicamente en la América indígena. La disposición de las ciudades estaba de acuerdo con la topografía del lugar en el que estaban implantadas. Donde el espacio lo permitía, los incas introdujeron el plano urbano rectangular. Sus calles eran angostas, regulares y pavimentadas.
Los incas solo dispusieron del martillo de piedras y del cincel de bronce, del hacha de cobre y del pincel de plumas. Ningún pueblo indoamericano manejo tan bien los metales como los incas. Las mujeres en el hogar hilaban y tejían la lana y el algodón. Para hacer música tenían instrumentos como la quena, cornetas de caracol y tambores.
La religión incaica ponía su acento en el ritualismo y en la organización del culto. Huiracocha “ Señor, Maestro del Mundo” era la divinidad principal del Imperio Inca, era temido por ser sin principio ni fin. El Sol, llamado Inti, era el primer dios creado por Huiracocha, era masculino; la luna, llamado Quilla, era su mujer; el trueno seguía en importancia al sol y la luna. La tierra era conocida como Pachamama y con el mar llamada Mamacocha. Las ceremonias consistían en sacrificios tanto humanos como llamas o cuises. También se ofrendaban grandes cantidades de alimentos y objetos preciosos. Los incas tenían algunos conocimientos científicos que no eran patrimonio de toda la población. Los movimientos de los astros eran bien conocidos como para basaren ellos el calendario. La medicina tenía carácter primitivo, para ellos la causa detona enfermedad era debida a causas no naturales y el tratamiento debía ser entonces acomodarse a esa situación. El origen de una enfermedad entonces podía hallarse en una trasgresión o pecado cometido por el individuo, como la perdida del alma a causa de un susto repentino o del ataque invisible de algún hechicero enemigo. Las curas con hierbas eran bastante comunes.













2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este estudio de las grandes culturas indígenas, adolece de señalar, la gran cultura zenu y la región zenú, no solamente como la mas antigua del continente(Dolmatoff), sino la primera cultura agrícola del continente, que cultivó el Maiz,algodón calabazas, aguacates etc.Las areas cultivadas constituyeron la mayor despensa agricola del continente 500.000 hectareas. Por tanto la región zenú, fué la primera cultura conocida por los españoles.Humberto bustos fernandez. academia de historia de cordoba.Colombia.

Anónimo dijo...

no hay nada bueno jjaajjjj