Juega Historiarte Liceo de pan de Azúcar

Los Ísmos


Actitud del artista: Interpretación o representación.

En el siglo XX las artes figurativas experimentan una transformación tan profunda que en uno de sus movimientos, la abstracción, pierde su carácter de representación de la realidad concreta, es decir, dejan de ser figurativas. Esta revolución morfológica no depende de los arbitrios de una generación de artistas: son los cambios filosóficos, científicos y políticos los que exigen del arte una forma diferente de afrontar la realidad.

Búsqueda de nuevas formas de expresión artística.
Si el pintor clásico retrataba los rasgos y en algunos casos el carácter de un hombre, el retratista intuye que la realidad es mucho más compleja y que todo un mundo misterioso se esconde tras envolturas somáticas. Si en otros siglos bastaba con pintar muebles y objetos parecidos a los que los ojos contemplan, ahora saben los pintores que la estructura de la materia es muchísimo más compleja y que ha de tratar de llevar al lienzo esa complejidad.

El marasmo de la Primera Guerra Mundial.
La época de tensiones que precede a la Primera Guerra Mundial y el propio conflicto bélico mundial delimitan una era de sufrimiento colectivo, que hace tambalear los presupuestos sobre los que se ha edificado la civilización europea; los artistas no podían vivir ajenos a este gran acontecimiento y muchos sufren directamente las consecuencias. La literatura y las artes plásticas se convierten en testimonio de esta era de destrucción y de odios

EL FAUVISMO.

Fundamentalmente el Fauvismo supone una reacción contra el Impresionismo en pro del color y del objeto.
El color vuelve a ser el ingrediente principal del cuadro y se utiliza de manera apasionada; Derain se entusiasma con las obras de Vlaminck y los dos aplican la pasta directamente del tubo, en la plenitud de su potencia cromática, sin alterarlo con mezclas en el pincel o en la paleta.
Los pintores fauves se inclinan por la mancha plana y ancha. El color se independiza del objeto. Para respetar el objeto, que se perdería entre las violencias y arbitrariedades coloristas, la línea recupera su energía con trazos gruesos y nítidos. La luz suele desaparecer y con ella la profundidad; las composiciones propenden al plano único, a la manera de Gaugin. Los temas son los mismos del Impresionismo.
  • Henri Matisse sigue el criterio de que el Impresionismo, y más concretamente el puntillismo, ha destrozado los objetos y creado superficies a sacudidas. En Cézanne ha descubierto la estructura, la plenitud de la forma, de la cual la luz no es más que un accidente periférico.
Matisse busca la solidez, propugna la obra como creación de la mente. En el Retrato de Madame Matisse el verde y el azul, en bandas que se oponen a ondulantes franjas rojas, crean la sensación de melancolía; las líneas recuerdan por su función de parcelación a superficies de dibujo de los románicos.
El fauvismo pasó pronto, pero algunos de sus seguidores no dejaron de ensayar muchos años después los principios teóricos de 1905.


Armonía en Rojo. Henri Matisse



EL CUBISMO.
Las nuevas teorías físicas sobre el espacio nutren algunos de los conceptos del movimiento; pero la fuente inspiradora más directa es la obra de Cézanne. Los cubistas, no utilizan la perspectiva convencional ni los colores de la realidad, ni adoptan un punto de vista único. Un sentido más austero del arte les inclina a los tonos neutros, los ángulos desde los que se contempla el objeto se multiplican para obtener así la cuarta dimensión o suma de todas las perceptivas; los interiores se representan mediante transparencias, la luz desaparece definitivamente y la exaltación del plano es más intensa que en el Fauvismo.

El Cubismo en pintura:
Picasso y Braque fueron las dos figuras cubistas inspiradoras.
  • La Mesa Redonda. Georges Braque
    Braque respeta o, al menos, no se separa tanto de la realidad visual como Picasso. Se ha observado que los cubistas no introducen los nuevos objetos de la civilización técnica; se mantienen vinculados a los tradicionales.
  • Las naturalezas muertas de Juan Gris señalan una enorme distancia de las sensoriales de Matisse a pesar de que muchas veces las fechas coincidan.
  • El Cubismo de primera hora tuvo algunas derivaciones. En una de ellas, representada por Delaunay, se recupera la sensorialidad del color, es la que Apollinaire llamo “orfismo”. Sus pinturas de 1912 semejan arcos iris fragmentados.



El Cubismo en escultura:
En escultura el ideal geométrico del Cubismo tuvo bastantes seguidores. El ruso Archipenko trabó contacto en París con los Cubistas en 1910; en principio trató de modelar formas geometricas con un solo material pero en 1912 introduce la combinación de diferentes materiales a la manera de los collages de los pintores. Fue el primero en comprender el valor expresivo del hueco en alternancia con la protuberancia.


Igual que en el Fauvismo, muchos maestros cubistas abandonaron el movimiento, pero en este caso podríamos decir que el movimiento no les abandonó a ellos; la intelectualización de la realidad o la creación puramente mental de las formas y los procedimientos de superposiciones y transparencias perduran, con diversas modificaciones, en toda la pintura del siglo.



EL
EXPRESIONISMO.


El grupo Die Brücke de Dresde:
Hasta finales del siglo XIX el arte pictórico había expresado las facetas visibles del ser humano. Sólo Goya había destrozado las convicciones con las que se representaban las anatomías para bucear en los misterios del mundo interior. Este camino es seguido aisladamente por algunos pintores de diferentes países, el belga Ensor, el noruego EdwarMunch, cuya obra El grito es un símbolo de la emoción delirante que se ha introducido en muchas obras de arte. En 1905 se constituye en Dresde un grupo que adopta la denominación Die Brücke (El puente), coetáneo del movimiento fauvista francés; pero mientras los pintores fauves se dejan ganar por la sensualidad del color para plasmar un arte amable, los alemanes, aunque prefieren los tonos oscuros, difieren por su concepción atormentada, por la plasmación de las angustias interiores del hombre, que esto viene a ser el Expresionismo.

En el grupo destacan Noldey Kirchner, considerado jefe de la escuela. Kirchner intenta con su paleta estridente y los trazos angulosos demostrar la abyección y los oscuros deseos que laten en el fondo de los seres humanos. Nolde consigue pintar la desnudez de las almas. Este arte interior era ya un movimiento ampliamente seguido en 1910.

  El grupo de Munich.

Por entonces hacia algunos años que la capital del movimiento había pasado de Dresde a Munich, donde llegan el ruso Kandiskyy el austríaco Kokoscha.
 
Kandisky sostiene que todo arte auténtico es la expresión exterior de una necesidad interior, y por tanto a una época angustiada debe corresponder un arte angustiado. Con su concepción de la pintura como expresión, mediante colores, de las emociones, el arte pictórico se aproxima a la música. En torno al maestro ruso se constituye otro grupo. En él destacan FranzMarc y Klee. Todos coinciden en que la vitalidad del arte consiste en la manera de sentir. La guerra acabó destruyendo al grupo.




Pero el Expresionismo no se extingue. Óscar Kokoscha se convierte en guía de los pintores jóvenes. Sus obras de estos años constituyen una manifestación de asco por la degradación a la que ha llegado la humanidad. refleja la perduración de la pasión amorosa en medio de las circunstancias adversas y constituye un resumen del Expresionismo: poder, intensidad emocional, y misticismo expresado de manera brutal. Nunca abandonará Kokoscha las formas intensas, conseguidas con siluetas de gruesos trazos negros y arremolinadas manchas de color.





En el Nueva York de las décadas de 1940 y 1950, algunos artistas jóvenes desarrollaron una pintura reconocida internacionalmente con el nombre de "expresionismo abstracto". Apoyándose en sus audaces visiones y en un vocabulario artístico nuevo, los integrantes de la Escuela de Nueva York contribuyeron a que la pintura estadounidense de la segunda mitad del siglo xx fuera aceptada y ocupase una posición preeminente en todo el mundo. Como sucede también con otras tendencias artísticas contemporáneas, el concepto de «expresionismo abstracto» no refleja un estilo unitario, sino una actitud, un modo de proceder caracterizado por el espíritu de rebelión y por la fe en la libertad expresiva. En cualquier caso, las diferencias entre la escritura plástica de Mark Tobey, basada en la caligrafía oriental asiática, y el gesto pictórico de Wiiiem de Kooning, o entre la dinámica action paintíng de Jackson Pollock y las serenas láminas meditativas de Mark Rothko o Barnett Newman son enormes. No obstante, todos ellos gustan de los temas moralmente densos, cuya representación exige sobre todo individualidad e improvisación espontánea.


EL FUTURISMO.

Característico del estilo será otorgar a los objetos una serie de posiciones sobre un plano con el deseo de representar el movimiento. En consecuencia pintan caballos, perros y figuras humanas con varias cabezas o series radiales de brazos y piernas; el sonido puede ser representado como una sucesión de ondas y el color como una vibración de forma prismática.



Milán fue la capital de este intento italiano, de vida breve, ya que el cine lo desplazó. Los títulos de las obras son bastante expresivos; por ejemplo varios de Carlo Carrà, Simultaneidad, Lo que nos cuenta el tranvía o de Balla: Automóvil y ruido. Este terremoto lingüístico no encontró demasiados seguidores, especialmente entre artistas de otros países, y el futurismo dejó casi como única herencia la sensibilidad por objetos típicos de nuestro tiempo y una dimensión de la vida moderna: la velocidad.


 
Exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero
Adoración de la máquina como prolongación del hombre inteligente
retrato de la realidad en movimiento
Objetivo de lo literario, suprimiendo el yo poético
Destrucción de la sintaxis y la puntuación
Disposición especial del o escrito, con el fin de darle expresión plástica.



EL MOVIMIENTO “DADÁ”.

Con excepción de Marcel Duchamp se trataba de artistas de segunda fila o que hasta el momento no habían triunfado, pero pronto encontraron el apoyo de maestros que, como Picasso, Kandisky o Klee, pensaban que la destrucción de la guerra había ido tan lejos que debían colaborar en un movimiento destructor de la pintura.
En la fundación del Dadaismo confluyen la decepción ante la situación mundial, el desencanto personal de pintores escasamente considerados y el deseo de llevar a la pintura la destrucción que por entonces asolaba a Europa. Empeñados en escandalizar a la burguesía utilizan medios que demuestran una inagotable inventiva; hacen cuadros con basuras, exaltan un orinal a la categoría de obra de arte, etc. Pasada la histeria de la guerra los maestros más auténticos derivan hacia otras posiciones y el Dadaismo se extingue.





EL SURREALISMO.

Ruptura con la consciencia.
De la mano de André Breton la actitud irracional del movimiento Dadá deriva hacia un intento de mayor envergadura. Breton estimaba que la situación histórica de posguerra exigía del arte un nuevo esfuerzo de indagación para comprender en su totalidad al hombre. En definitiva el Surrealismo trata de plasmar el mundo de los sueños, de los fenómenos subconscientes, fenómenos cuya importancia estaba siendo demostrada por el psicoanálisis.


En el PrimerManifiesto del Surrealismo, Breton define el propósito del grupo de escritores y pintores que se han congregado en sesiones en las que se aplica el automatismo para crear frases y grafismos que, privados de la aplicación lógica, descubren las profundidades del espíritu.
Los pintores se encontraban con una serie de precedentes plásticos: El Bosco, Brueghel y el Goya de los Caprichos
Aunque se propugna un esteticismo involuntario que se basa en el automatismo, lo cierto es que los recursos utilizados por los pintores presentan una cierta cohesión de escuela: animación de inanimado, metamorfosis, aislamiento de fragmentos anatómicos, máquinas fantásticas, confrontamientos de cosas incongruentes, perspectivas vacías, creación evocativa del caos. A menudo se cultiva el tema erótico.

Ruptura con las convenciones sociales.
De la ruptura con la consciencia el Surrealismo ha pasado con frecuencia a la ruptura con las convenciones sociales, de ahí que las excentricidades hayan sido una connotación de su historia. Salvador Dalí ha sido el más genial provocador del público, con sus dichos y con sus escritos, donde establece el método del análisis paranoicocrítico.

Principales artistas del Surrealismo.
La relación de artistas que se mueven dentro de la corriente del Surrealismo es extensa: Marcel Duchamp, Max Ernst, Salvador Dalí, Marc Chagall, De Chirico,... Para algunos grandes maestros el Surrealismo fue solamente una frase, tal es el caso de Joan Miró, quien ha protestado de que se le haya “etiquetado” como surrealista.
Dos posiciones polares dentro de la escuela están señaladas por la obra de Dalí y de Chagall. Lo más autentico del arte daliniano debe buscarse en sus alucinantes perspectivas de Premoniciones de la Guerra Civil o Tentaciones de San Antonio. En aquellas distorsión y el alargamiento de los cuerpos ofrecen un dramatismo extraordinario. En el polo opuesto, Chagall nos ofrece una arte seráfico, mágico, en el que todo es posible. Los inmensos panoramas oníricos vuelven a encontrase en la obra de Tanguy. Otra perspectiva del Surrealismo es la del italiano De Chirico, poeta del misterio, pintor de casas inhabitadas y calles desiertas. Cierta similitud con Chirico ofrece Magritte.


LA ESCULTURA: INVENCIÓN DE FORMAS EXPRESIVAS.
La escultura expresión de la angustia del hombre actual.
Es posible que sea el arte escultórico el que experimenta una revolución más radical en el siglo XX. La historia de la escultura está presidida por la figura humana, inspirada en algunas ocasiones por un afán expresivo, pero en general dominada por el deseo de la armonía y la belleza. Una escultura actual es algo radicalmente distinta. Sus tendencias evolucionan siguiendo un camino paralelo al de la pintura. Durante algún tiempo sigue el arte escultórico los caminos trazados por Rodin, pero el Cubismo supone ya la ruptura definitiva con la tradición; la figura humana pierde su omnipresencia para dejar paso a las formas geométricas. Mas no es la plasticidad espacial de la geometría el fundamento de la escultura de nuestro siglo sino cierta propensión al patetismo, que convierte al lenguaje escultórico en otro medio de expresión de la angustia del hombre actual.

La intensificación expresiva ofrece a principios de siglo dos tendencias, la dramática, de Ernest Barlach, y la que se convierte en testimonio de los seres resignados a un sufrimiento invencible y que tiene su mejor representante en Wilheim Lehmbruck. Aprovechando las aportaciones geométricas del Cubismo tres escultores van a contribuir a la invención de formas nuevas: el rumano Brancusi y los españoles Julio González y Gargallo.

Invención de formas nuevas.

Constantin Brancusi es el más grande de los innovadores del lenguaje escultórico. Frente a la exuberancia emotiva de Rodin busca formas puras. Uniendo formas del Cubismo y la potencia comunicativa del Expresionismo crea algunas de las obras más originales de la plástica actual, como Pájaro en el espacio. Aunque llega a una extraordinaria estilización no acepta el arte no figurativo; el punto de partida es siempre algo real. A Brancusi le atrae todavía el volumen cerrado y dentro de él es capaz de formular insinuaciones figurativas. Raras veces se encuentra un maestro que sienta con tanta intensidad los materiales, el bronce, el mármol, la madera,... En estos materiales insufla un aliento espiritual: por ejemplo en sus Pájaro en el espacio el ritmo dinámico se ha entendido como la tensión ascensional de la vida, de la que el espacio y el pájaro serían símbolos.



Los españoles, González y Gargallo, son los grandes innovadores del trabajo en hierro. Julio González, partiendo de formas cubistas llega hasta la abstracción. Gargallo descubre primero en las chapas de hierro su configuración geométrica, pero pronto llega a aprovechar los espacio vacíos y a dotarlos de fuerza, lo mismo que a las aristas. El profeta, su obra más conocida, ofrece formas cubistas pero se mueve dentro de los presupuestos espirituales del Expresionismo.
Pablo  Gargallo El Profeta


El Expresionismo es una constante del lenguaje escultorico; los artistas descubren la intensidad expresiva de las deformaciones y el vitalismo de los gestos crispados.
AlbertoGiacometti en sus primeras obras de los años veinte investiga en las metamorfosis (La mujer cucaracha). Pero a diferencia de la pintura, el paso del Expresionismo al Surrealismo se efectúa poco a poco y casi de manera imperceptible. Así, las obras de Giacometti entre 1925 y 1935, buscan la representación de un universo onírico; el Palacio de las cuatro de la mañana recuerda la concepción urbana de los recintos vacíos de De Chirico. Entre los españoles el Surrealismo sugestiona al propio Joan Miró, quien alterna de vez en cuando algunas creaciones escultóricas con su pintura.
La tragedia de la Segunda Guerra Mundial provoca de nuevo una vuelta al Expresionismo. Los escultores insisten en las deformaciones y en los gestos de angustia o en las formas geométricas gesticulantes, como Zadkine en su terrorífico El grito.
Ossip Zadkine El Grito

Henry Moore en su biografía artística puede encontrase una serie de influencias superpuestas: románico ingles, Juan Pisano, Miguel Ángel, Picasso, el Surrealismo. Todo lo asimila hasta que su arte alcanza su madurez y muestra que sin esa herencia habría conquistado igualmente los perfiles de su estilo personal. Su humanismo se concreta en una serie de temas, de los que no puede evadirse: grupo familiar, maternidad, guerrero herido, personas echadas. La figura es tratada como si fuera arquitectura, adquiriendo un aire monumental. Su profundización de la forma–expresión se mueve entre la abstracción, la figuración y la semifiguración. Es un artista original cuyas invenciones morfológicas han revelado las posibilidades que la revolución plástica ha abierto a los artistas. Quizás la obra más conocida y más representativa de Moore sea su Grupo familiar del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Henry. Moore - Grupo Familiar


ABSTRACCIÓN Y VANGUARDIA


LA PINTURA ABSTRACTA.

El objeto había sido sometido en la pintura del siglo XX a toda suerte de experimentos. Ahora, en el arte abstracto, se procede definitivamente a su eliminación. El propósito de los artistas abstractos es prescindir de todos los elementos figurativos para concentrar la fuerza expresiva en formas y colores que no ofrezcan relación con la realidad visual. La obra de arte se convierte en una realidad autónoma, combinaciones de colores que intentan expresar, con un lenguaje sin formas, la necesidad interior.
Kandisky y Klee.
Es Kandisky quien tiene por primera vez la revelación de la pintura no figurativa. Tras una estancia en Rusia se traslada a Berlín y allí se une a la Bauhaus; en 1924 funda el grupo de Los Cuatro Azules, con Klee, Feininger y Jawlensky. Paul Klee, en sus clases y en sus escritos explica como los elementos gráficos –punto, línea, plano y espacio- adquieren significación por una descarga de energía dentro de la mente del artista.

El constructivismo o neoplasticismo.
En Kandisky y Klee el color se ordena libremente a impulsos de la inspiración, pero en otras corrientes de la abstracción se buscan relaciones matemáticas entre las formas coloreadas. Es la preocupación de la revista Die Stijl (El estilo) a cuyos maestros se les ha encuadrado bajo la denominación de constructivismo o neoplasticismo. Los maestros de Die Stijl (Mondrian, Brancusi,...) y algunos independientes construyen los cuadros más abstractos de la pintura moderna con la utilización de colores primarios dispuestos en franjas delimitadas por líneas horizontales y verticales y en fase posterior por diagonales. Es patente el influjo del Cubismo.

Informalismo o expresionismo abstracto.
Un nuevo capitulo es inició después de la Segunda Guerra Mundial con el denominado Informalismo o Expresionismo abstracto. El grupo de los llamados pintores matéricos inventó una variante del collage; con mezclas de arena, yeso y otros materiales consiguieron dar al lienzo plano la rugosidad tridimensional de la escultura. Otros, los tachistas comenzaron a advertir la potestad naciente de la mancha. Con manchas y pastas nuevas se podía representar la textura de la materia. En los Estados Unidos comenzó una nueva tendencia en la que Jackson Pollock se erige en figura representativa. Interesante resulta su obra Retrato y un sueño. En España comenzó Tapies a utilizar sus mezclas de cola, yeso y arena con las que refleja una desesperación por el presente industrial y una nostalgia de lo natural. El arte abstracto transforma el lienzo en grito, en algo inarticulado e incompresible.


OTRAS CORRIENTES ARTÍSTICAS


En México triunfaba una importante escuela de muralistas cuya obra resulta ajena a la abstracción y a otros movimientos coetáneos, desarrollándose dentro de un realismo tremendamente expresivo, de hondo alcance social y político. Orozco, Rivera y Siqueiros son los protagonistas de esta singladura.
En el resto de occidente la abstracción pura niega la forma y se convierte en color sin ningún pretexto. El espectador termina sin prestar audiencia al artista y este acaba por sentirse incomunicado, por los que se busca un nuevo lenguaje que forzosamente tendrá un carácter figurativo.

Neofiguración.
Los representantes son Dubuffet, que se aproxima voluntariamente al vocabulario infantil para comunicarnos un mundo desarticulado, y Francis Bacon, que en espacios surrealistas coloca sus atormentadas figuras que se distorsionan y funden en desgarrador patetismo.

Pop-art.
El Pop-art, a pesar de su nombre, no va dirigido al pueblo sino que toma de él la temática. Los objetos industriales, los carteles, los embalajes son el mundo del Pop-art. Es un arte eminentemente ciudadano y ajeno a la Naturaleza. Uno de los mejores representantes es Andy Warhol, quien parte de variaciones fotográficas de un mismo tema mítico, como Marilyn Monroe o la Lata de Sopa Campbell.

Hiperrealismo.
En América se ha trabajado con la reproducción pintada de los objetos de consumo y de sus imágenes publicitarias, y en este camino se encuentra la reproducción manual de fotografías, lo que constituye la esencia del Hiperrealismo americano. En Europa, el Hiperrealismo no suele tener connotaciones pop y está impregnado de un, lirismo casi surrealista. La obra del español Antonio López es la más genial exponente de esta versión del Hiperrealismo.

Arte conceptual.
Este es un arte en el que lo conceptual priva sobre lo formal. Ensaya nuevos lenguajes plásticos, creándose ambientes cromáticos, luminosos o, sencillamente, modificaciones sobre la naturaleza. Su principal característica es la de ser radicalmente antiburgués y anticonsumo. Son muy significativas las obras de Christo Jaracheff, quien envuelve o empaqueta grandes monumentos o edificios enteros por un corto periodo de tiempo.
  • Es interesante destacar el movimiento Posmoderno, por lo que tiene de ruptura violenta con los postulados que proponían la desaparición de un modo de entender el arte, por los que tiene de imaginativo y por ser capaz de crear todo un mundo icónico.

ABSTRACCIÓN Y MOVIMIENTO EN LA ESCULTURA.
Dentro de la escultura abstracta, la escuela denominada Constructivismo busca la forma al margen de la masa, prefiriendo un desarrollo de las superficies en el espacio; tal es el estilo de los hermanos Pevsner quienes, a diferencia de Brancusi, cultivan las formas ahuecadas antes que los volúmenes cerrados.
Naum Gabo Pevsner pensó en aplicar a las formas escultóricas teoremas matemáticos de la ingeniería, y publica su manifiesto, en el que exalta la sustitución del volumen cerrado, la potencia de la línea y la valoración del espacio, tiempo y luz como coordenadas que debe asimilar el arte escultórico. Realiza la primera escultura cinética del mundo. Antonio Pevsner se distingue por los desarrollos helicoidales de superficies curvas formadas por varillas de bronce, como la Columna de la paz.
La abstracción es asimismo la fase final del arte de algunos españoles. Alberto Sánchez muestra un claro horror al vacío, que tan bien había aprovechado Gargallo. Chillida abandonó sus estudios de arquitectura para esculpir enormes bloques de hierro, en los que parece haber señalado el punto de encuentro de arquitectura y escultura.
La escultura tradicional había representado el movimiento fijo. En el siglo XX los escultores futuristas superponen láminas o deshacen las superficies rugosas para presentar posiciones sucesivas de una figura. Boccioni opone el volumen cerrado al volumen abierto. El paso definitivo lo da la escultura cinética, inspiradora de obras que se sostienen de manera inestable sobre un precario punto de apoyo, que giran con el viento o se mueve de forma continua por una sistema descompensado de pesos. Calder crea obras accionadas por motor, a las que denomina “móviles”. Nicolás Schöfer realiza una síntesis de la pintura, la escultura y el cine, en combinaciones en que las formas coloreadas se suceden sin interrupción.
Las innovaciones plásticas del siglo XX podríamos sintetizarlas en varios principios:
  1. El hueco (Gargallo).
  2. Deformación (Moore).
  3. Incorporación del espacio (Pevsner).
  4. Abstracción (Chillida).
  5. Movimiento (Calder).


No hay comentarios: