1) Lee el documento atentamente
2) Registra en tu cuaderno el título y las preguntas que se plantean al final
3) Responde el cuestionario en tu cuaderno
El poeta Juan Gelman reclama que se esclarezcan y se juzguen los crímenes de las dictaduras. Pide romper con la amnesia o la indiferencia frente al pasado cuando éste aún tiene cuentas pendientes. Nadie como un poeta para describir el dolor, nadie como un periodista para relatar hechos, nadie como una víctima para estremecer. Gelman es las tres cosas: uno de los mejores poetas de América Latina, un periodista de larga trayectoria y un padre que buscó desesperadamente los restos de su hijo y su nuera, dos de los 30.000 seres evaporados en el silencio que dejó tras de sí la última dictadura argentina. “Soy padre de un hijo de 20 años, secuestrado, torturado, asesinado en 1976″. “Soy suegro de su esposa, secuestrada cuando tenía 19 años, trasladada de Buenos Aires a Montevideo encinta de ocho meses y medio y asesinada por la dictadura militar uruguaya dos meses después de dar a luz”. “Soy abuelo de una nieta de la que me robaron sus primeros 23 años de vida”. Confesó que, a pesar del tiempo transcurrido desde las desapariciones y de haber recuperado los restos de su hijo, sigue sin tocar el final del duelo. No llegará mientras no encuentre a los que faltan. Ni se sepa toda la verdad sobre lo ocurrido. Ni lo ocurrido se siente ante la justicia. “El infierno no termina cuando se cierran las puertas del campo de concentración y las luces se apagan: hace un cuarto de siglo que cesó el infierno en la Argentina y centenares de miles de personas viven esa segunda parte del infierno que crepita en la memoria”, proclamó. “Desaparecen los dictadores de la escena y aparecen inmediatamente los organizadores de olvido”, lamentó Gelman. Entre esos guardianes del olvido en Argentina, el poeta aludió a los militares que mantienen un pacto de silencio, a los policías que facilitan la huida de represores o queman archivos, a la jerarquía de la Iglesia católica que custodia “muy prolijos archivos” que ayudarían a rescatar restos de desaparecidos, a representantes judiciales que “encajonan procesos” y a sectores que, por acción u omisión, “fueron cómplices de la matanza y callan lo que saben”.Gelman reclamó que los archivos se abran a la sociedad para que “la barbarie no se repita”.
Para que tipos como Klaus Barbie, funcionario nazi en Lyon (Francia), no se reencarnen en nuevos ejemplos quien vivió casi cuarenta años en la impunidad, refugiado en Bolivia. El 5 de febrero de 1983, fue trasladado por fin a Francia e ingresado a la prisión de Montluc, para responder por delitos contra la humanidad. Sometido a juicio en su ausencia en la ciudad de Lyon, al término de la guerra, fue condenado a la pena de muerte por su participación en 4342 asesinatos, el envío de siete mil 591 judíos a campos de concentración y el arresto y tortura de 14311 miembros de la resistencia francesa. El sobrenombre de “El carnicero de Lyon”, tiene su razón de ser. En 1987, el periodista Gelman asistió al proceso contra este nazi, apodado El Carnicero. Una de sus víctimas le echó en cara sus crímenes, a lo que Barbie replicó: “Yo no me acuerdo de nada. Si se acuerdan ustedes, el problema es de ustedes”. “Efectivamente”, concluyó Gelman, “recordar, denunciar y exigir el castigo de crímenes contra la humanidad es un problema nuestro”.
…Hay recuerdos que no necesitan ser llamados y siempre están ahí y muestran su rostro sin descanso. Es el rostro de los seres amados que las dictaduras militares desaparecieron. Pesan en el interior de cada familiar, de cada amigo, de cada compañero de trabajo, alimentan preguntas incesantes: ¿cómo murieron?, ¿quiénes los mataron?, ¿por qué?, ¿dónde están sus restos para recuperarlos y darles un lugar de homenaje y de memoria?, ¿dónde está la verdad, su verdad? La nuestra es la verdad del sufrimiento. La de los asesinos, la cobardía del silencio. Así prolongan la impunidad de sus crímenes y la convierten en impunidad dos veces.Enterrar a sus muertos es una ley no escrita, dice Antígona, una ley fija siempre, inmutable…Así habla de y con los familiares de desaparecidos bajo las dictaduras militares que devastaron nuestros países …Hay quienes desprecian este esfuerzo de memoria. Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener ojos en la nuca, que hay que mirar hacia adelante y no encarnizarse en reabrir viejas heridas. Están perfectamente equivocados. Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad. Y luego, la justicia. Sólo así es posible el olvido verdadero. La memoria es memoria si es presente…
Fuente: DIARIO El País .es - 29/11/2008
Juan Gelman, nació en Buenos Aires en 1930. Es poeta y periodista argentino, probablemente el más importante poeta vivo de Argentina y ganador del Premio Cervantes de 2007, destinado a distinguir la obra de un autor en lengua castellana cuya contribución al patrimonio cultural hispánico haya sido decisiva
¿Quién es Juan Gelman?
¿Por qué ganó el premio Cervantes en 2007?
A) Menciona las tres fuentes a las que se recurre para CONSTRUIR LA HISTORIA y registra a partir del texto ejemplos.
B) ¿Por qué Gelman sostiene que los crímenes de las dictaduras no se han esclarecido ni juzgado?
C) ¿A las dictaduras de qué países se refiere?
D) ¿A qué llama Gelman los “guardianes del olvido”?
E) ¿Por qué considera indispensable “Abrir los archivos a la sociedad”?
F) ¿Cuáles son los archivos a los que Gelman se refiere? 4. ¿Qué opinas acerca de la postura de Juan Gelman?
No hay comentarios:
Publicar un comentario