Imhotep (nombre griego Imouthes, c. 2.667-2.600 a. C.) era un polímata egipcio (una persona experta en muchas áreas del saber) mejor conocido como el arquitecto de la pirámide escalonada del rey Zoser en Saqqara. Su nombre significa “el que viene en paz” y es el único egipcio, además de Amehotep, en ser completamente deificado.
Con el tiempo se convirtió en el dios de la sabiduría y la medicina (o, según algunas fuentes, dios de la ciencia, la medicina y la arquitectura). Imhotep era un sacerdote, visir del rey Zoser (y posiblemente de los tres reyes siguientes de la tercera dinastía), poeta, médico, matemático, astrónomo y arquitecto.
Aunque la pirámide escalonada es considerada su mayor logro, también se lo recuerda por sus tratados médicos que consideraban que la enfermedad y las lesiones se producían de forma natural y no como castigos enviados por los dioses o infligidos por espíritus o maldiciones. Los egipcios lo deificaron hacia el año 525 a. C. y fue equiparado por los griegos con el semidiós de la sanación, Asclepio. Sus trabajos todavía eran extremadamente populares e influyentes durante el Imperio romano y los emperadores Tiberio y Claudio tenían sus templos inscritos con alabanzas al benévolo dios Imhotep.
La pirámide escalonada de Zoser
Durante el reinado del rey Zoser (c. 2.670 a. C.) Imhotep era visir y arquitecto en jefe. A lo largo de su vida ostentaría muchos títulos, entre ellos, Primero después del rey del Alto Egipto, administrador del gran palacio, canciller del rey del Bajo Egipto, noble hereditario, sumo sacerdote de Heliópolis y jefe fabricante y escultor de jarrones. Imhotep fue un plebeyo por nacimiento que ascendió a la posición de uno de los hombres más importantes e influyentes en Egipto por medio de sus talentos naturales.
Es posible que haya comenzado como un sacerdote de templo y fuese un hombre muy religioso. Se convirtió en sumo sacerdote de Ptah (y era conocido con veneración como “hijo de Ptah”) bajo el mandato de Zoser y, con su entendimiento de la voluntad de los dioses, estaba en la mejor posición para supervisar la construcción del hogar eterno del rey. Las primeras tumbas de los reyes de Egipto eran mastabas, estructuras rectangulares de ladrillos de lodo seco construidas sobre cámaras subterráneas donde se colocaban los muertos. Cuando Imhotep inició la construcción de la pirámide escalonada cambió la forma tradicional de la mastaba del rey, pasando de una base rectangular a una cuadrada. No se sabe por qué Imhotep decidió cambiar la forma tradicional, pero es probable que haya tenido en mente una pirámide de base cuadrada desde el principio.
Al principio, la mastaba se construía en dos etapas y, según el egiptólogo Miroslav Verner, “se usó un método de construcción sencillo pero eficaz. La mampostería no se colocaba verticalmente sino en hileras inclinadas hacia el centro de la pirámide, lo que incrementaba significativamente su estabilidad estructural. El material base usado eran bloques de piedra caliza, cuya forma semejaba la de los grandes ladrillos de arcilla”(115-116). Las mastabas primitivas habían sido decoradas con inscripciones y grabados de caña e Imhotep quiso continuar con esa tradición. Su gran e imponente pirámide mastaba tendría los mismos toques delicados y simbolismo resonante que las tumbas más modestas que la habían precedido y, mejor todavía, estas serían trabajadas en piedra en vez de barro seco. El historiador Mark Van de Mieroop comenta al respecto:
Imhotep reprodujo en piedra lo que anteriormente había sido construido con otros materiales. La fachada del muro del recinto tenía los mismos nichos que las tumbas de adobe, las columnas parecían atados de caña y papiro, y cilindros de piedra en los dinteles de las puertas representaban pantallas de caña enrolladas. Hubo mucha experimentación involucrada, lo cual queda especialmente claro en la construcción de la pirámide en el centro del complejo. Tenía varios planos con formas de mastaba antes de que se convirtiera en la primera pirámide escalonada en la historia, apilando seis niveles en forma de mastaba colocados uno sobre el otro... El peso de la enorme masa era un reto para los constructores que colocaban las piedras con una inclinación hacia dentro para prevenir la ruptura del monumento. (56)
Cuando se terminó de construir, la pirámide escalonada tenía 204 pies (62 metros) de altura y era la estructura más alta de su tiempo. El complejo alrededor incluía un templo, patios, santuarios y aposentos (o habitaciones) para los sacerdotes, que cubría un área de 40 acres (16 hectáreas) y estaba rodeado por un muro de 30 pies (10,5 metros) de altura. El muro tenía 13 puertas falsas labradas en él con solo una verdadera cortada en la esquina sureste; el muro entero estaba rodeado por una fosa de 2460 pies (750 metros) de largo y 131 pies (40 metros) de ancho. La historiadora Margaret Bunson escribe:
Imhotep construyó el complejo como un santuario mortuorio para Zoser, pero se convirtió en un escenario y un modelo arquitectónico para los ideales espirituales del pueblo egipcio. La pirámide escalonada no era solo una tumba piramidal sino una colección de templos, capillas, pabellones, pasillos, almacenes y salones. Las columnas estriadas emergían de la piedra según su plan. Sin embargo, él hizo que los muros del complejo se ajustaran a los del palacio del rey, según los estilos arquitectónicos antiguos, preservando así un nexo con el pasado. (123)
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Zoser quedó tan impresionado con la creación de Imhotep que ignoró el antiguo precedente de que solo el nombre del rey apareciera en sus monumentos e hizo inscribir también el nombre de Imhotep. Cuando Zoser murió fue colocado en la cámara funeraria debajo de la pirámide escalonada y se cree que Imhotep estuvo al servicio de sus sucesores: Sejemjet (c. 2.650 a. C.), Jaba o Kha'ba (c. 2.640 a. C.), y Huny o Huni (c. 2.630-2.613 a. C.). Los eruditos discrepan en si Imhotep sirvió a los cuatro reyes de la tercera dinastía, pero la evidencia sugiere que vivió una larga vida y fue muy solicitado por sus talentos.
Las pirámides de la tercera dinastía
Imhotep puede haber estado involucrado en el diseño y la construcción del complejo y la pirámide de Sejemjet que, según creen los arqueólogos, originalmente estaba destinada a ser más grande que la de Zoser. La pirámide nunca se terminó debido a que Sejemjet murió en el sexto año de su reinado, pero la base y el primer nivel muestran similitudes en cuanto a diseño, con el trabajo de Imhotep en la pirámide de Zoser.
Sejemjet fue sucedido por Jaba o Kha'ba quien encargó su propia pirámide, ahora conocida como la pirámide por capas, que también quedó sin terminar cuando Jaba o Kha'ba murió. La pirámide por capas también es similar en diseño al monumento de Zoser, especialmente en la base cuadrada de los cimientos y en la técnica de construcción hacia el centro de la estructura en vez de hacia arriba. No se sabe si la pirámide por capas y la pirámide enterrada fueron diseñadas por el propio Imhotep o estaban basadas en sus diseños.
Hay estudiosos que argumentan a favor de la mano personal de Imhotep en las pirámides posteriores y otros que enfrentan esa posición. Como ambos lados del debate apuntan a la misma evidencia y nada nuevo ha surgido para inclinar la balanza, el asunto permanece sin resolver. También se cree que Imhotep sirvió al último rey, Huny o Huni, pero al conocerse tan poco de su reinado este planteamiento sigue siendo especulativo. Alguna vez se pensó que Huni había construido sus propias pirámides, pero ahora estas han sido identificadas positivamente con otros reyes.
Contribuciones médicas
Imhotep practicaba la medicina y escribía sobre la materia 2200 años antes de que Hipócrates, el padre de la medicina moderna, hubiese nacido. Se lo considera, generalmente, como el autor del papiro de Edwin Smith, un texto médico egipcio que contiene casi 100 términos anatómicos y describe 48 lesiones y sus tratamientos. El texto puede haber sido un manual de campo militar manual y data de alrededor del año 1600 a. C., mucho después de la época de Imhotep, pero se cree que es una copia de su obra previa.
El papiro de Edwin Smith es llamado así por el coleccionista que lo compró a un anticuario en 1862. Está escrito con escritura hierática, la taquigrafía cursiva de los jeroglíficos egipcios. El aspecto más interesante de la obra es el enfoque moderno que tiene sobre el tratamiento de las lesiones. En el papiro de Edwin Smith, a diferencia de muchos textos médicos del mundo antiguo, se recurre poco a tratamientos mágicos. Cada lesión es descrita y se diagnostica de forma racional, con un tratamiento posterior, prognosis y notas aclaratorias. Esto no quiere decir que no haya alusión a las prácticas médicas comunes en esa época; en el reverso del papiro aparecen ocho conjuros mágicos y cánticos para la sanación.
Los exámenes son descritos en la misma línea que una visita al médico en la actualidad. A los pacientes se les pregunta dónde tienen la lesión/sienten dolor, entonces el médico aborda la herida palpando o pinchando e interrogando al paciente. La prognosis dada después de cada entrada comienza con las frases “una dolencia de la que me ocuparé“ o “una dolencia que enfrentaré” o “una dolencia para la que no se puede hacer nada” lo cual, según el artículo al respecto de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EEUU, “podría ser vista como la forma más temprana de ética médica, ya que un médico antiguo, generalmente, rehusaría tratar una condición que sabía que era fatal.” El artículo de la Biblioteca Nacional agrega que estas prognosis también podrían haber servido como un tipo de seguro “cuando se esperaba un mal resultado” y habría ayudado a salvar la reputación del médico si el tratamiento fallaba en sanar al paciente.
Legado
También se atribuyen a Imhotep una cantidad de escritos didácticos sobre moralidad y religión, así como sobre poesía, observaciones científicas y tratados de arquitectura, pero no han sobrevivido; se hace referencia a ellos en obras de escritores posteriores. En relación a su obra maestra, la pirámide escalonada, Miroslav Verner escribe:
Pocos monumentos ocupan en la historia de la humanidad un lugar tan significativo como el de la pirámide escalonada en Saqqara... Puede decirse, sin exagerar, que su complejo piramidal constituye un hito en la evolución de la arquitectura monumental en piedra de Egipto y en el mundo en general. Aquí fue usada la piedra caliza por primera vez a gran escala como un material de construcción y aquí se realizó, por vez primera, la idea de una tumba real monumental en la forma de una pirámide. En una inscripción de la decimonovena dinastía, encontrada en Saqqara meridional, los antiguos egipcios ya describían a Zoser como “el iniciador de la piedra”, lo cual se puede interpretar como el inventor de la arquitectura de piedra (108-109).
Las innovaciones atribuidas a Zoser realmente fueron iniciadas por Imhotep tras su visión para construir un monumento colosal completamente de piedra. Fue capaz de imaginar una proeza nunca antes intentada, quizá ni siquiera concebida, y hacerla realidad; al hacerlo, cambió el mundo. Los grandes templos y edificios administrativos, palacios y tumbas, los majestuosos monumentos de las pirámides y las imponentes estatuas que llegaron a definir el paisaje egipcio, todo comenzó con la visión de Imhotep de la pirámide escalonada en Saqqara.
Una vez que logró construir un monumento de piedra, se pudo seguir haciendo intentos con mayor atención a los detalles y mejoras en la tecnología para crear las “verdaderas pirámides” de Guiza. Más aún, los visitantes de Egipto que veían esas inmensas creaciones llevaban informes de ellas a sus países, tales como Grecia, quienes entonces construyeron según lo que Imhotep, por primera vez, había imaginado y luego hecho realidad.