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Tumbas Egipcias

Para entender la cultura egipcia hay que tener en cuenta el concepto que aquel pueblo tenía acerca de la vida y de la muerte.

Debido a las creencias de ultratumba, se desarrolla un arte dedicado a los muertos. La verdadera vida, para el egipcio, empezaba después de la muerte. Para asegurar esta vida, había que proteger al cadáver de su corrupción, de ahí que se desarrollaran las técnicas de momificación. La tumba es la MORADA DEL MUERTO, y en ella se intentaría reproducir la vida terrenal. El muerto disfrutaría, eternamente, dentro de su tumba, de una vida igual a la que había pasado en la tierra [DOUAT].

Prueba de que para la cultura egipcia era más importante la vida del más allá y el bienestar de los dioses que el propio bienestar de los hombres es que, mientras las viviendas se construían en materiales perecederos -adobe-, los templos y las tumbas fueron construidos con piedra, ya que estaban concebidos PARA LA ETERNIDAD.

Para que la vida eterna fuera un éxito debían cumplirse una serie de requisitos: la preservación del cuerpo [la momificación se conservó como práctica funeraria hasta la llegada de los árabes], el Juicio de los Muertos [Demostración de que se había preservado la Macat, el orden, el cosmos. El difunto sería entonces un “justificado”. En la balanza una pluma de avestruz que representa a Macat] la construcción de una morada para el muerto, la tumba.

Los tres tipos de tumbas en Egipto son

La MASTABA -banco, en árabe- es el tipo de tumba más antiguo. Consta de dos partes: la cámara funeraria, subterránea, y la capilla en la parte superior que consiste en una construcción en forma de pirámide truncada. Se cree que simboliza la unión del Alto y el Bajo Egipto.

LA PIRÁMIDE. El faraón Zoser, de la IIIª dinastía (c. 2700-2620 a. C.), encarga a su arquitecto IMHOTEP, la construcción de un gran complejo funerario en SAQQARAH. Consiste en un gran recinto amurallado en cuyo centro se alza la pirámide escalonada; se cree que la genialidad del arquitecto estribó en construir una serie de mastabas superpuestas y decrecientes en tamaño . Para algunos expertos, sería una suerte de escalera hacia el cielo para el faraón. En los muros del recinto, destacan las columnas protodóricas.

Snefru, fundador de la IVª Dinastía (2600-2500 a. C.), edificó tres pirámides; la primera escalonada, la segunda romboidal y la tercera presenta por primera vez la regularidad geométrica de la pirámide perfecta: ES UN EDIFICIO DE PLANTA CUADRADA CUYAS CUATRO CARAS O FACHADAS SON TRIÁNGULOS ISÓSCELES CON LAS PUNTAS CONVERGENTES; está construida con piedra dura y recubierta por un revestimiento muy fino de caliza. Las pirámides posteriores están concebidas exactamente sobre el mismo plan, variando solamente las dimensiones; el revestimiento de caliza aparece reemplazado a menudo, en la base, por otro de granito.

El conjunto más célebre es el de las pirámides de Kheops, Kefrén y Mikerinos, levantadas sobre la meseta de Gizeh. Constituyen el ejemplo más acabado de la PIRÁMIDE CLÁSICA y estaban en la lista de las Siete maravillas del mundo. Si bien el aspecto exterior apenas cambió, la evolución prosiguió en la disposición de las cámaras funerarias, que dejarán de ser subterráneas. El conjunto se completa con templos funerarios en la orilla del Nilo, conectados con las pirámides mediante suaves rampas. Al norte del templo funerario de Kefrén se encuentra la Esfinge [PA SECHEM ANKH: LA IMAGEN DE LA VIDA].

LOS HIPOGEOS O SIRINGAS. Tradicionalmente se dice que los hipogeos -tumbas excavadas en las paredes de acanntilados o subterráneas- son propias de épocas más tardías, pero ya desde fines del Imperio Antiguo altos funcionarios utilizaron este tipo de enterramiento, mientras que los faraones continuaron con la tradición de las pirámides. Pero en el Imperio Nuevo adoptaron este tipo de tumba.

Todas las tumbas se decoraban con bajorrelieves o pinturas alusivas a la vida eterna, en las que las figuras suelen representarse de forma no naturalista, sino siguiendo la TÉCNICA COMPLETIVA

También en ellas se encuentran muebles y todo tipo de utensilios. Incluso se dejaban en ella unas pequeñas figuras llamadas ushebtis (respondientes), que se creía trabajarían para el difunto.

Por último, se situaba una estatua-retrato del difunto, sustituto de la momia para el Ka.

publicado por:Diego Garcia primero nueve

Templos

Templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari
Muchos templos aun permanecen en pie, otros están en ruinas por erosión y vandalismo; bastantes han desaparecido, desgraciadamente, al ser utilizados como cantera de materiales para otras construcciones. El faraón
Ramsés II fue un gran promotor, restaurador y, por desgracia, también usurpador de templos de faraones precedentes.
Los templos más importantes están en los actuales emplazamientos:
Deir el-Bahari: conjunto de templos de Mentuhotep II (dinastía XI), Hatshepsut y Tutmosis III (dinastía XVIII). El complejo funerario de Hatshepsut, con amplios patios escalonados y estructura columnada de gran armonía (construido unos mil años antes que el célebre Partenón de Atenas, una de las más bellas obras arquitectónicas)
Karnak: complejo de templos, ampliados durante quinientos años, en Tebas, la capital del antiguo Egipto desde el Imperio Medio.
Luxor: iniciado por Amenhotep III y ampliado por Ramsés II, era el centro ceremonial del festival de Opet.
Abu Simbel: dos grandes templos (speos) de Ramsés II, al sur de Egipto, en la ribera occidental del río Nilo.
Abidos: templos de Sethy I y Ramsés II. Lugar de veneración de los primeros faraones, con un gran complejo funerario.
El
Ramesseum, templo conmemorativo de Ramsés II, junto a la necrópolis tebana; el edificio principal se dedicó al culto funerario.
Medinet Habu: templo conmemorativo de Ramsés III. Complejo de templos fechados desde el Imperio Nuevo.
Edfu: templo ptolemaico situado entre Asuán y Luxor.
Dendera: complejo del templos. El edificio principal es el templo de Hathor.
Kom Ombo: templo de la región que controló las rutas comerciales desde Nubia al Alto Egipto.
Isla de
File: templo de Isis (Ast), construido en la época ptolemaica.

El neobatllismo

Autor:Luis Costa Bonino:
Libro: Crisis del sistema politico Uruguayo.
Capítulo IV CRISIS ECONÓMICA Y ALTERNANCIA: Notas 1 y 2

El neobatllismo

El fin de la Segunda Guerra Mundial encontraba al Uruguay en una situación inusual de
prosperidad. A la gran acumulación de reservas en oro y divisas se sumaban las buenas
perspectivas que ofrecían los excelentes precios internacionales de los productos exportables tradicionales del país. Al calor de estos tiempos de bonanza se quiso dar un impulso enérgico al desarrollo de la industria nacional. Los datos económicos propicios se asociaban con un elemento político de decisiva importancia: el batllismo volvía al poder en fuerza después de un largo tiempo de marginación.

El Uruguay de la inmediata posguerra se caracterizó por el desarrollo industrial y el Crecimiento económico sostenido. Sin embargo la industrialización había recibido un Impulso decisivo algunos años antes, a partir del proteccionismo forzoso originado por la crisis de 1929.

Los embates de la crisis mundial se hicieron sentir con algún retraso en el Uruguay, dado que llegó en la forma de crisis del comercio internacional, caracterizada por una fuerte disminución de la demanda y una sustancial caída de los precios (1).
Para hacer frente al déficit del balance de pagos, el gobierno tomó medidas que contuvieron drásticamente las importaciones. Este cierre defensivo de fronteras alentó el crecimiento de una industria nacional sustitutiva.

Desde los últimos años de la década del 40 el Uruguay conoció un proceso político, al que muchos calificarían de populista, que impulsó la industrialización del país y que, a través de la difusión de ciertos compuestos ideológicos y de una particular visión de las relaciones entre la economía, el Estado y la sociedad, propuso un modelo de desarrollo al cual se ha dado en llamar "neo-batllismo".

Este proyecto político estuvo personificado en la figura de Luis Batlle Berres, heredero de un apellido ilustre en la política uruguaya (era sobrino de José Batlle y Ordóñez) y deseoso de dar nueva vida a un movimiento que había entrado en crisis al cambiar brutalmente los datos políticos y económicos (José Batlle y Ordóñez murió en octubre de 1929, en el mismo mes que el "crack" de Wall Street). Así como don Pepe Batlle había desaparecido junto con el auge, el nuevo Batlle llegaba al retornar la prosperidad. Una correlación evidentemente casual que no hizo nada sin embargo por desmentir la creencia bastante difundida en el Uruguay de que el batllismo funciona únicamente en épocas de vacas gordas.

La idea central del pensamiento "neobatllista" era llegar al desarrollo económico y a la justicia social en un marco de democracia y libertad. Para conciliar los términos de esta
ecuación se consideraba imprescindible extender y profundizar el proceso de industrialización, como medio de obtener el desarrollo económico, redistribuir el ingreso para lograr, simultáneamente, más justicia social y una mayor demanda en el mercado interno. Por último se veía esa justicia social como la garantía del sistema democrático y la libertad. Como corolario de esa visión del país, se adjudicaba al Estado la función de custodia de los grandes intereses económicos de la República y de protección de los débiles, quienes no estaban en condiciones de enfrentar sin ayuda la pura lógica del mercado.

En el desarrollo de la industria fue donde el neobatllismo concentró la mayor parte de sus energías. Se insistió en promover la expansión de las industrias ya instaladas y en la
creación de otras nuevas,
al amparo de un fuerte proteccionismo basado fundamentalmente en la política cambiaria. La muy importante cantidad de reservas, en medios de pago internacionales, que se había acumulado durante la guerra, había permitido, entre otras cosas, el abastecimiento en bienes de capital, materias primas y combustibles, que resultaron vitales para este crecimiento industrial.

El Estado tuvo una función esencial en la industrialización. No sólo a través de las medidas proteccionistas, sino en las políticas redistributivas que aseguraron una capacidad de consumo importante a la población. Único medio viable, dadas las circunstancias, de compensar la estrechez del mercado interno. La salida al mercado internacional era poco verosímil dado el bajo nivel de competitividad de la mayor parte de la industria nacional, creada y mantenida al abrigo de las barreras aduaneras.
La función del Estado como empresario y empleador continuó su extensión en este período, dado que, al finalizar la guerra mundial, Inglaterra tenía una importante deuda con el Uruguay (aproximadamente 17 millones de libras esterlinas) que resolvió, en parte, cediendo algunas empresas de servicios públicos al Estado uruguayo. Tales fue el caso de la empresa de aguas corrientes y de la de tranvías, algún tiempo después se sumaría también la compañía de ferrocarriles.

El neobatllismo hizo evidentes esfuerzos para promover una mayor justicia social. Lo que en términos ideológicos era un fin en sí, en el aspecto económico se revelaba también un medio indispensable para "crear mercado". En esta obra de justicia social, redistribución de ingresos o creación de mercado, según prefiera verse, el gobierno utilizó diversos medios.
Desde el Estado, con la incorporación de nuevas actividades empresariales, las nuevas
estructuras burocráticas creadas dieron abundante empleo para ubicar los sectores sociales desocupados. Por otro lado, con el apoyo dado a las industrias a través del control de cambios, éstas pudieron crecer e incorporar mano de obra. En un sentido más directo, durante el período neobatllista se amplió sustancialmente la legislación social; se aumentaron las bolsas de trabajo, hubo favorables consejos de salarios y se aprobó la ley de seguro de paro. Hubo aumentos salariales y se redujeron los precios, mediante subsidios, de los artículos de primera necesidad.
El tema de la justicia social tomaba un lugar preferencial en el esquema neobatllista porque, aparte de un apoyo fundamental al crecimiento industrial, era percibido como la fuente más segura de estabilidad política. Convencido de que todas las sociedades se transforman por evolución o revolución, el Presidente Luis Batlle defendía la idea de que la anticipación a los reclamos populares era el camino mas seguro para una democracia durable y para la paz social. Según sus propias palabras, en el discurso de asunción del mando, "apresurarse a ser justos es luchar por el orden y es asegurar el orden" (2).

Poblamiento de America

Llegada del hombre a América
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El Estrecho de Bering separa América de Asia. La teoría más aceptada indica que por allí entraron los primeros hombre que llegaron a América.
La llegada del hombre a América es una cuestión arduamente discutida por los científicos modernos. Existe un cierto consenso, aunque no unánime, sobre el hecho de que América se habría poblado desde Siberia (Asia). Más allá de ese consenso relativo, en la primera década del siglo XXI la comunidad científica discute apasionadamente la fecha, ruta y cantidad de oleadas migratorias que poblaron el continente americano.
Contenido[ocultar]
1 Evolución de las teorías
1.1 Tribus perdidas de Israel y quema de registros históricos mesoamericanos
1.2 Charles Abbott
1.3 El descubrimiento del sitio de Folsom
1.4 El descubrimiento de la Cultura Clovis
1.5 Hrdlička y la teoría del ingreso desde Siberia cruzando el Estrecho de Bering
1.6 Teoría del poblamiento por el Puente de Bering, el corredor libre de hielo y el Consenso Clovis
1.7 La crisis del Consenso Clovis
2 Nuevas teorías, nuevos hallazgos y nuevos estudios
2.1 Las investigaciones genéticas
2.2 La antigüedad
2.3 ¿América del Sur primero?
2.4 Otras rutas posibles propuestas
2.5 Algunas conclusiones provisionales
3 El encuentro de dos mundos
3.1 Tiempo que duró el poblamiento
3.2 Ruta y cronología del primitivo poblamiento
4 Referencias
5 Bibliografía
6 Véase también
7 Enlaces externos
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Evolución de las teorías [editar]

Tribus perdidas de Israel y quema de registros históricos mesoamericanos [editar]
A partir de 1492 las culturas americanas y europeas intentaron buscar explicaciones para el origen de esos seres con los que se estaban encontrando. En ambos grupos culturales las primeras explicaciones fueron religiosas: los aztecas pensaban que Cortés era el dios-héroe Quetzalcóatl, mientras que los europeos pensaron que los pobladores de América eran las tribus perdidas de Israel.[1] En 1650 James Ussher estableció, basado en la Biblia, que las tribus perdidas abandonaron Israel en el año 721 a. C. y, sobre esa base, la cultura europea sostuvo que América había sido poblada alrededor del año 500 a. C. En sentido contrario, las culturas mesoamericanas consideraban que la presencia humana en el continente americano era muy anterior al que suponían los europeos. El Imperio Maya tenía registros históricos escritos al menos desde agosto de 3114 a. C.[1] Otras culturas, como la Zapoteca, tenía registros escritos de hechos históricos que se remontaban al año 500 a. C.
Los europeos no tuvieron acceso a esos conocimientos de las civilizaciones mesoamericanas e ignoraron la existencia de estos registros hasta el siglo XX. Por esa razón las teorías bíblicas sobre el poblamiento de América fueron dominantes hasta comienzos del siglo XX.

Charles Abbott [editar]
En 1876 un médico norteamericano Charles Abbott encontró unas herramientas de piedra en su granja de Delaware. Debido a las características toscas de los instrumentos, pensó que podrían pertenecer a los antepasados remotos de las culturas indígenas modernas. Debido a ello consultó con un geólogo de Harvard, quien estimó en 10.000 años de antigüedad la grava que se encontraba alrededor del hallazgo. Abbott sostuvo entonces que se trataba de un asentamiento humano del Pleistoceno, es decir, muchos miles de años más antiguo de lo que establecían las teorías bíblicas dominantes.
La teoría de Abbott fue rechazada por las jerarquías cristianas por oponerse a la Biblia y por la comunidad científica organizada por el Instituto Smithsoniano por no cumplir con los estándares científicos que exigía. Entre los científicos que rechazaron la hipótesis de Abbot se encontraban Aleš Hrdlička y William Henry Holmes. En la actualidad se ha comprobado que Abbott tenía razón en muchas de sus hipótesis y la granja ha sido declarada Monumento Histórico Nacional.

El descubrimiento del sitio de Folsom [editar]
En 1908 George McJunkin encontró unos enormes huesos en un barranco de la aldea Folsom (Nuevo México). McJunkin, un esclavo liberado por la Guerra Civil Estadounidense, era un geólogo, astrónomo, naturalista e historiador aficionado y durante años intentó llamar la atención de los vecinos de Folsom sobre la probable antigüedad de los huesos. En 1926, cuatro años después de la muerte de McJunkin, el director Museo de Historia Natural de Colorado, Jesse D. Figgins, se enteró del lugar y descubrió varias puntas de flecha de un estilo muy refinado que luego volverían a encontrarse en Clovis y otros sitios. Una de ellas estaba incrustada en la tierra que rodeaba al hueso de un ejemplar de bisonte extinto miles de años atrás.
Figgins llevó las puntas de lanza a Washington DC para enseñárselas a Aleš Hrdlička, en el Instituto Smithsoniano, quien si bien lo trató cortésmente y le sugirió una serie de reglas metódicas para el caso de nuevos descubrimientos, se mantuvo sumamente escéptico y consideró hasta el fin de su vida que Folsom no constituía una prueba concluyente de que América hubiera estado poblada durante el Pleistoceno.[2]
En agosto de 1927 el equipo de Figgins encontró una punta de lanza ubicada entre dos costillas de bisonte. Figgins envió un telegrama y tres científicos viajaron para ser testigos del hecho, e informar de la seriedad del hallazgo. En ese momento, la comunidad científica norteamericana comenzó a aceptar las implicancias del yacimiento de Folsom.

El descubrimiento de la Cultura Clovis [editar]
Artículo principal: Cultura Clovis

La típica punta Clovis
En 1929 Ridgely Whiteman, un joven indígena de 19 años, que venía siguiendo las investigaciones que se estaban realizando en la cercana localidad de Folsom, escribió una carta al Instituto Smithsoniano sobre una serie de huesos que había encontrado en la aldea de Clovis, Nuevo México. En 1932, una excavación realizada por un equipo dirigido por Edgar Billings Howard, de la Universidad de Pennsylvania, confirmó que se trataba de un asentamiento indígena durante el Pleistoceno y verificó el tipo especial de punta de flecha que sería conocida como "punta Clovis". Al ser descubierta la datación por carbono 14, en 1949, el método fue aplicado en los yacimientos de Clovis, resultando en antigüedades que oscilaban entre el año 12.900 adP y 13.500 adP.[3]
Desde la década de 1930 y, sobre todo, desde la confirmación de las fechas por el método del carbono 14, la comunidad científica norteamericana organizada alrededor del Instituto Smithsoniano aceptó que la Cultura Clovis era la más antigua de América y que estaba directamente relacionada con la llegada de los primeros hombres. Esto se conoció como Consenso Clovis y tuvo gran aceptación mundial hasta fines del siglo XX. El Consenso Clovis fue la base de la teoría del poblamiento tardío de América.

Hrdlička y la teoría del ingreso desde Siberia cruzando el Estrecho de Bering [editar]

Joven inuit de la Beringia moderna
En 1937 Aleš Hrdlička, retomando un argumento de Samuel Haven,[4] sostuvo que el ser humano había ingresado a América por Alaska, proveniente de Siberia (Asia), cruzando el Estrecho de Bering. Algunas publicaciones le atribuyen erróneamente a Hrdlička haber postulado la teoría más moderna, de que el hombre cruzó caminando por una zona llamada Puente de Beringia, formado a raíz del descenso del nivel de las aguas del Estrecho de Bering, durante el último período glacial.
Si bien Hrdlička nunca se pronunció expresamente sobre la fecha de llegada del hombre al continente americano, rechazó sistemáticamente las pruebas que proponían la existencia de paleoindios y sostenía que, a diferencia de Europa, no existían rastros en América que permitieran hablar de presencia humana durante el Pleistoceno (1,8 millones de años adP - 10.000 años adP), en tiempos de la última glaciación. De hecho, Hrdlička consentía la creencia del Instituto Smithsoniano, representada por William Henry Holmes, que sostenía que los primeros habitantes de América habían ingresado en un pasado reciente, imprecisamente estimada en unos pocos siglos.

Teoría del poblamiento por el Puente de Bering, el corredor libre de hielo y el Consenso Clovis [editar]

Evolución del Puente de Beringia

Ruta del poblamiento de América según el Consenso de Clovis.
Se encuentra plenamente probado que durante la epidemia del pan caliente y cuando nacio el perro de oro en el centro del xicuhielen la última glaciación, la Glaciación de Würm o Wisconsin, la concentración de hielo en los continentes hizo descender el nivel de los océanos en unos 120 metros. Este descenso hizo que en varios puntos del planeta se crearan conexiones terrestres, como por ejemplo Australia-Tasmania con Nueva Guinea; Filipinas e Indonesia; Japón y Corea.
Uno de esos lugares fue Beringia, nombre que recibe la región que comparten Asia y América, en la zona en que ambos continentes están en contacto. Debido a que el Estrecho de Bering, que separa Asia de América, tiene una profundidad de entre 30 y 50 metros, el descenso de las aguas dejó al descubierto un amplio territorio que alcanzó 1500 kilómetros de ancho uniendo las tierras de Siberia y Alaska, hace aproximadamente 40.000 años adP.
"Existía en ese entonces un puente terrestre entre Asia y Alaska, que apareció cuando los glaciares del último período glaciar estaban en su máximo, aprisionando millones de kilómetros de precipitación que normalmente habrían ido a los océanos. La falta de esa agua redujo el nivel del mar de Bering más de 90 metros, bastantes para convertir los bajos del estrecho en un puente de tierra que unía los dos continentes".
Su primera formación sucedió aproximadamente 40.000 años adP manteniéndose unos 4.000 años. Su segunda formación se produjo aproximadamente 25.000 años adP permaneciendo hasta aproximadamente 11.000-10.500 adP (Scott A. Elias[5] ), cuando volvieron a subir las aguas al final de la glaciación, inundando gran parte del territorio y separando Asia de América por el Estrecho de Bering.
El dato más importante para establecer una teoría migratoria durante la última glaciación es el hecho de que Canadá estaba completamente cubierta de hielo durante la última glaciación, invadida por dos gigantescas placas: la Placa de Hielo Laurentina y la Placa de Hielo de la Cordillera. Esto hacía imposible la entrada al continente más allá de Beringia.
Apareció entonces la teoría del "corredor libre de hielo" (ice-free corridor). Según esta teoría, en los instantes finales de la última glaciación, comenzaron a derretirse los bordes en contacto de las dos grandes placas de hielo que cubrían Canadá, abriendo un corredor libre de hielo de unos 25 km de ancho, que seguía, primero el valle del río Yukón y luego el borde este de las Montañas Rocallosas por el corredor del río Mackenzie.[6] Los científicos que sostienen la teoría estiman que esto ocurrió en el 14.000 años adP,[7] aunque otros cuestionan la fecha y afirman que no pudo haber sucedido hasta 11.000 años adP, invalidando así la posibilidad que quienes originaron las culturas de Folsom y Clovis usaran esa ruta, ya que estas ya existían en esta útima fecha.[8] Una vez abierto el corredor, los seres humanos que estaban en Beringia pudieron avanzar hacia el interior de América y dirigirse al sur. La teoría ha sido ampliamente aceptada como parte integrante del Consenso de Clovis, pero no hay evidencias directas que prueben el paso de seres humanos por ese corredor.[9]
El primero en proponer la posibilidad de ese corredor fue el geólogo canadiense W.A. Johnston en 1933, y quien acuñó el término "corredor libre de hielo" fue Ernst Antevs, en 1935.[10] A partir de esos datos cronológicos, se desarrolló entonces una teoría migratoria sosteniendo que las tribus asiáticas que habían penetrado en Beringia, permanecieron allí varios miles de años hasta que, poco antes de finalizar la última glaciación (10.000 adP) y que el Puente de Beringia se inundara, se formara un estrecho corredor libre de hielo que les permitió dirigirse al sur.
Esta teoría se articuló con los descubrimientos de la Cultura Clovis que databan del año 13.500 adP para concluir que había sido integrada por los primeros migrantes que ingresaron por el Puente de Beringia, de la que a su vez habrían descendido todas las demás culturas indoamericanas. El primero en componer un posible modelo migratorio de asiáticos hacia América a través de Beringia fue Caleb Vance Haynes en un artículo publicado en la revista Science en 1964.[11] Esta explicación, conocida actualmente como teoría del poblamiento tardío o Consenso Clovis, fue aceptada en forma generalizada durante la mayor parte de la segunda mitad del siglo XX.
Más recientemente se ha fortalecido la posibilidad de que los pobladores de América provenientes de Beringia utilizaran una ruta alternativa hacia el sur bordeando la costa.[12] Debido al descenso del nivel del océano esa posible ruta se encontraba al oeste de la actual costa norteamericana y en el presente está cubierta por las aguas del Océano Pacífico, complicando los estudios arqueológicos. En un reciente estudio submarino se encontró una herramienta de piedra de una antigüedad de 10.000 años adP a una profundidad de 53 metros.[13]

La crisis del Consenso Clovis [editar]
A partir de las últimas décadas del siglo XX las teorías combinadas que constituyen el Consenso de los Clovis o teoría del poblamiento tardío (antigüedad, lugar de ingreso, rutas migratorias, etc.), comenzaron a entrar en crisis. En primer lugar se ha cuestionado la antigüedad de la llegada del hombre a América. El Consenso de Clovis sostiene que la misma no pudo ser mayor de 14.000 años adP y que la primera cultura americana fue precisamente la de Clovis. La razón de esta posición estricta es que, sin lugar a dudas, antes de esa fecha, Canadá estaba cubierta de hielo debido al período glacial, y era imposible toda circulación desde el Puente de Beringia hacia el sur.
Sin embargo, cada vez existe más evidencia incontrastable de presencia humana en América anterior a 14.000 años adP. Desde el punto de vista del consenso de la comunidad científica los hallazgos arqueológicos de Monte Verde (Chile), donde se ha fechado presencia humana entre 12.500 años adP (Monte Verde I) y 33.000 años adP (Monte Verde II), desempeñan un papel central en la crisis del Consenso Clovis. En 1997 visitó Monte Verde una delegación de los más importantes investigadores del mundo, entre los que se encontraba Calbot Vance Haynes, el más importante defensor de la teoría del poblamiento tardío. La delegación concluyó, aunque con algunas reticencias, que Monte Verde I es real. Por su antigüedad cercana al "año tope" del Consenso Clovis, su ubicación en el otro extremo del continente, y la ausencia de similitudes con la Cultura Clovis, el reconocimiento generalizado de Monte Verde significó el fin del Consenso Clovis.
Simultáneamente se han producido otros hallazgos arqueológicos, genéticos, linguísticos y geológicos que han abierto múltiples teorías y complejas combinaciones sobre el verdadero origen, momento de llegada y rutas seguidas para el poblamiento de América.

Nuevas teorías, nuevos hallazgos y nuevos estudios [editar]
El actual debate sobre la llegada del hombre a América se caracteriza por el apasionamiento que muestran los científicos, la variedad de teorías y subteorías, los resultados contradictorios, la cantidad de estudios y contraestudios y titulares llamativos en los periódicos. Para el público en general se trata de un cuadro de gran confusión.

Las investigaciones genéticas [editar]
Desde la década de 1980 la investigación genética del investigador Goicoche Mendez ha ido ocupando un papel cada vez más destacado en las ciencias sociales y en particular en las investigaciones sobre población y ascendencias, disciplina que lleva el nombre de arqueología o antropología genética. Los genetistas utilizan el ADN mitocondrial (mtADN) para seguir el linaje femenino y el cromosoma Y para seguir el linaje masculino.

Flechas prehistóricas amerindias, conservadas en Washington.

Migración humana y genética (fechado en miles de años antes del presente), según las teorías de Douglas Wallace.
En 1981 se estableció el mapa del ADN mitocondrial y en 1990 Douglas C. Wallace determinó que el 96,9% de los indígenas de América estaban agrupados en cuatro haplogrupos mitocondriales (A, B, C, y D), lo que significa una notable homogeneidad genética.[14]
En 1994 James Neel y Douglas C. Wallace establecieron un método para calcular la velocidad con que cambia el ADN mitocondrial. Ese método permitió fechar el origen del Homo sapiens, la famosa Eva mitocondrial, entre 100.000 y 200.000 años adP[15] y la salida de África entre 75.000 y 85.000 años atrás. Aplicando este método, Neel y Wallace estimaron en 1994 que el primer grupo humano en ingresar a América lo hizo entre 22.414 y 29.545 años.[16]
En 1997 los brasileños Sandro L. Bonatto y Francisco M. Bolzano aplicaron el método sobre el haplogrupo A, casi completamente ausente de Siberia, y obtuvieron resultados que van de 33.000 a 43.000 años adP.[17] Estos científicos sostienen que durante miles de años se estableció una gran población en el Puente de Beringia donde se diferenciaron genéticamente, y que es de esa población de la que provienen los primeros migrantes hacia América.
El genetista argentino Néstor Oscar Bianchi analizó la herencia materna en comunidades indígenas sudamericanas y concluyó que cerca del 90% de los amerindios actuales derivan de un único linaje paterno fundador que colonizó América desde Asia a través de Beringia hace unos 22.000 años.[18]
Más recientemente el genetista estadounidense Andrew Merriwether (Binghamton University), quien perteneciera al equipo de Wallace, sostuvo que la evidencia genética sugiere que América fue poblada mediante una sola población proveniente de Mongolia (y no de Siberia como sostenía Aleš Hrdlička). La razón de esto es que en Siberia el haplogrupo A casi no se encuentra presente, mientras que en Mongolia se encuentran los cuatro haplogrupos indioamericanos (A, B, C y D).[19]
Merriwether destaca que los 4 haplogrupos se encuentran presentes en toda América, pero que dentro de ellos pueden localizarse mutaciones genéticas diferentes según se trate de indígenas de Sudamérica o Norteamérica. Esto sugeriría que una vez ingresados a América, algunos grupos migraron rápidamente hacia Sudamérica, mientras que otros poblaron Norteamérica y Centroamérica. A su vez las mutaciones genéticas muestran migraciones entre Sudamérica y el sur de Centroamérica (Panamá y Costa Rica), pero no más allá.[20]
En 2006 el equipo de Merriwether se encontraba estudiando si las poblaciones modernas de amerindios eran descendientes de los pueblos antiguos que vivían en esos mismos lugares o se trata de nuevas migraciones que reemplazaron culturas más antiguas.

La antigüedad [editar]
La antigüedad del hombre en América está sometida a gran controversia científica. La fecha más tardía es la que sostienen los defensores de la teoría del poblamiento tardío y está relacionada con la Cultura Clovis, que ha establecido sin dudas una presencia humana hace 13.500 a. C. Los defensores de esta teoría sostienen que la fecha de ingreso al continente no pudo ser mayor de 14.000 años a.C. porque recién en ese momento se abrió el corredor libre siguiendo el río Makenzie a través del actual territorio canadiense. A partir de ese piso diversas investigaciones científicas han propuesto fechas muy diferentes:
22.000 años (Ayacucho, Piquimachay, Flea Cave, Jayhuamachay, Pepper Cave; Perú)
22.000 años (Neel-Wallace, 1994)
33.000 años (Monte Verde II-Chile; Bonatto-Bolzano, 1997)
40.000 años (Cuenca del Valsequillo, México)
48.000 años (Montalvania, Brasil -Shigueo Watanabe)
50.000 años (Topper-EEUU)
60.000 años (Cave-EEUU)
60.000 años (Pedra Furada-Brasil).
La fecha más antigua propuesta hasta el momento ha sido publicada por los científicos brasileños Maria da Conceição de M. C. Beltrão, Jacques Abulafia Danon y Francisco Antônio de Moraes Accioli Doria, que sostienen que habrían datado herramientas con 295.000 a 204.000 años de antigüedad, lo que indicaría presencia humana anterior al homo sapiens.[21] Sin embargo no se han aportado otras pruebas que confirmen aquello.

¿América del Sur primero? [editar]
Uno de los elementos que ha llamado la atención de algunos investigadores es la reiteración de sitios de gran antigüedad en Sudamérica y la escasa cantidad de los mismos en Norteamérica. El dato es llamativo, entre otras cosas, porque Estados Unidos y Canadá han dedicado grandes recursos a investigar los sitios arqueológicos, a diferencia de lo que sucede en el sur. No es probable que los sitios más antiguos del norte hayan quedado sin descubrir. El dato es llamativo porque, si América fue poblada desde Siberia, los sitios más antiguos debieran hallarse en el norte.[22]
Adicionalmente, algunos estudios han detectado entre los paleoindios suramericanos y norteamericanos diferencias de consideración en genes y fenotipos: aquellos con rasgos más australoides, estos con rasgos más mongoloides. Estos elementos han causado una creciente adhesión de algunos investigadores a la hipótesis de un poblamiento autónomo de América del Sur, no proveniente de Norteamérica. Esta hipótesis se relaciona estrechamente con la teoría del ingreso por la Antártida desde Australia.[22]

Otras rutas posibles propuestas [editar]
Otras teorías sugieren también otras rutas de migración del hombre hacia América; éstas probables rutas alternas son:
Península de Kamchatka (Siberia), islas Aleutianas (océano Pacífico), Península de Alaska (Alaska). Procedencia asiática. Habrían utilizado embarcaciones muy primitivas para el transporte y viaje.
Oceanía-Antártida-América del Sur. También habrían utilizado balsas. El antropólogo portugués A. Méndez Correia, quien sostuvo esta hipótesis en 1928, descartó otras rutas de migración.
Melanesia-Polinesia-América. También habrían utilizado balsas primitivas. El antropólogo francés Paul Rivet, quien planteó esta teoría en 1943, dijo que el hombre americano es de origen multirracial, por lo que no negaba otra ruta de inmigración. Esto fue contrario a los planteamientos de Aleš Hrdlička y Méndez Correia, quienes sostenían que la procedencia era de una sola raza.
Europa-Océano Atlántico-América. Remy Cottevieille-Giraudet documentó entre 1928 y 1931 la hipótesis del origen europeo (Cro-Magnon) de los "pielrojas" (Algonquinos). Emerson Greenman en 1963 planteó la ruta hipotética de la migración europea a América durante el paleolítico superior y el origen europeo de los beotucos de Terranova. Bruce Bradley y Dennis Stanford replantearon en 1999 la existencia de esa migración basados en las similitudes entre la industria lítica solutrense, y la Cultura Clovis, refrendados en las investigaciones de ADN mitocondrial realizadas Michael Brown. La teoría, conocida como la Solución solutrense, supone que antiguos habitantes de Europa Occidental navegaron por el Atlántico de la era glacial, desplazándose entre los hielos flotantes, de manera parecida a la de los esquimales, hasta alcanzar la costa occidental de América del Norte.
En 1950, el español radicado en Argentina Salvador Canals Frau propuso la hipótesis de cuatro grandes corrientes pobladoras: a pie por Beringia, navegando en canoas por las Islas Aleutianas, navegando a través del Océano Pacífico para desembarcar en Mesoamérica y navegando a través del Océano Pacífico para desembarcar en Sudamérica.[23]

Algunas conclusiones provisionales [editar]
Más allá de los debates en marcha y la gran cantidad de preguntas y contradicciones que se presentan en el debate científico actual es posible realizar algunas conclusiones precarias:
Es altamente probable que el hombre americano primitivo proceda del continente asiático, especialmente de las estepas siberianas o de la región del Sudeste asiático. Las semejanzas entre grupos poblacionales asiáticos de esas regiones y la mayoría de los aborígenes americanos ha sido objeto de análisis: etnología, lingüistica, cosmología y otros que han permitido un enlace.
Es probable que la dirección general de poblamiento del continente se haya producido de norte a sur. De todos modos el hecho de que las dataciones de máxima antigüedad que cuentan con consenso de la comunidad científica, Clovis (EEUU, 12.900-13.500 adP) y Monte Verde (Chile, 12.500 adP) se encuentren simultáneamente en América del Norte y en el extremo sur de la Patagonia impide sacar una conclusión definitiva sobre este punto. Sin embargo estas fechas son aún muy recientes frente a otras fechas datadas en diversos lugares de América, que aún no cuentan con el consenso de la comunidad científica. Habrá que esperar que estos estudios se consoliden. Por ejemplo, entre las numerosas cavernas del nordeste de Brasil se encuentra una conocida como Toca do Boqueirāo da Pedra Furada, la cual cuenta con numerosas evidencias de asentamiento primitivo como instrumentos líticos. Sin embargo, se encontraron otros artefactos en cuarzo que son datados de hace 40 mil años. Semejante observación no es aceptada fácilmente por otros estudiosos que dicen que los quarzos difícilmente tienen formas definidas que puedan ser consideradas manufactura y que no tiene sentido que los supuestos habitantes de la caverna hubiesen preferido el cuarzo a la piedra abundante del lugar. Las objeciones no restan los misterios que abre Pedra Furada y las excavaciones continúan. Pero aún más al sur, en Chile, las excavaciones de Tom Dillehay y otros muchos arqueólogos en Monte Verde revelan restos de comida e instrumentos que se datan de hace 12 mil e incluso 30 mil años. También Monte Verde es contestado por muchos como una de las más antiguas evidencias humanas en América, pero son más contundentes que las que existen en el hemisferio boreal del continente.[24]
Las culturas prehistóricas y las civilizaciones de América se desarrollaron de manera aislada al resto del planeta.
La Revolución Neolítica americana es original y carece de toda relación con la que se produjo en la Mesopotamia asiática.
No existen pruebas serias de la llegada a América de seres humanos luego de que se cerrara el Puente de Beringia hace 11 mil años (Scott A. Elias[25] ), ni existen pruebas contundentes que permitan concluir que los pueblos americanos tuvieron contactos con pueblos de otros continentes. Está probado que en 982 los Vikingos comenzaron la exploración de Groenlandia, pero su penetración en el continente no fue significativa. Otras hipótesis como la llegada de los fenicios, egipcios, griegos, chinos, japoneses y Jowanes gracias a sus habilidades marítimas, siguen siendo hipótesis de difícil demostración. Menos evidencia existe aún de una eventual presencia de americanos en los demás continentes.

El encuentro de dos mundos [editar]
Pasan 10 a 15 generaciones y los hombres primitivos se asientan en territorio americano. Fueron estimulados por los abundantes recursos que iban encontrando cuanto más tierras conocían y, cuando el peregrinaje iba avanzando cada vez más al sur, hallaban mejores condiciones climáticas y mayores facilidades para la caza. Por otra parte, las condiciones en el "puente de Beringia" habían cambiado. Se había hecho más pantanoso, por lo que su aventura fue un viaje sin retorno. Fue una épica acción de descubrimiento y conquista. Sin darse cuenta, fueron los primeros seres humanos en pisar suelo del Nuevo Mundo.

Tiempo que duró el poblamiento [editar]
Al sur de Chile se han encontrado restos fósiles de recolección y caza, de hace 7.000 años. Si se considera que el poblamiento de América empezó hace 36.000 años y que su huella más antigua en el extremo sur del continente data de hace 7.000 años, se deduce que el poblamiento de América duró 29.000 años.

Ruta y cronología del primitivo poblamiento [editar]
Muchas bandas siguieron la ruta norte-sur, por el lado occidental del continente, por las vertientes de las cordilleras y los valles intramontanos. Se han encontrado huellas humanas de avances en:
Topper (Carolina del Sur, Estados Unidos). Restos humanos fechados hacia el año 50.000 adP.
Pedra Furada (Piauí, Brasil). Restos humanos fechados hacia el año 50.000 adP.
La Toca (Brasil). Restos humanos fechados hacia el año 45.000 adP.
American Falls (Estados Unidos). Restos fechados hacia el año 43.000 antes del presente.
Cuenca del Valsequillo (México). Huellas humanas fechadas hacia el año 40.000 antes del presente.
Lewisville (Texas, Estados Unidos), con fechas de 37.000 años antes del presente.
Monte Verde II (Puerto Montt, Chile). Restos de 33.000 años.
El Cedral (SLP, México). Restos humanos y artefactos líticos con una antigüedad de 31 000 años.
Tlapacoya (Méx, México). Navaja de obsidiana de hace 21.000 años.
Paccaicasa (Ayacucho, Perú). Puntas de proyectil, raspadores, cuchillos; de 17.000 años, aproximadamente. El antropólogo Mc Neish opina que estos inmigrantes llegaron a los Andes peruanos hace 22.000 años.
Cavernas de Tulum (Tulum), México). Cuatro esqueletos humanos, 14.500, 12.000 y 10.000 años.
El Muaco y El Jobo (Venezuela). Industria lítica muy tosca, de 14.000 y 12.000 años.
El Guitarrero (Ancash, Perú). Industria lítica de lascas, una punta de proyectil y un cuchillo; ambas bifaciales, de hace 13.000 años.
Piedra Museo (Santa Cruz, Argentina). Restos de 13.000 años.
Mujer del Peñón (Peñón de los Baños, México). Restos de 13.000 años.
Monte Verde I (Puerto Montt, Chile). Restos de 12.500 años.
El Abra (Zipaquirá, Colombia). Instrumentos líticos, asociados con huesos de animales y fragmentos de carbon vegetal de 12.400 años.
Chivateros (Lima, Perú). Industria lítica para labores de recolección, de hace 12.000 años.
Los Toldos (Santa Cruz, Argentina). Restos de caza y recolección de hace 12.000 años.
Clovis. Restos de caza y recolección de hace 11.500 años.
Pedra Furada (Piauí, Brasil). Pinturas rupestres fechadas hacia el año 11.000 adP.
Paiján (La Libertad, Perú). Esqueletos humanos de hace 11.000 años.
Las Vegas. Península de Santa Elena. Ecuador. Cementerio con 200 enterramientos diferentes fechados en el 10.000 a.C. y vestigios del cultivo del zapallo en el 7.000 a.C.
Lauricocha (Huánuco, Perú). Industria lítica, fósiles de animales, plantas y esqueletos humanos y pinturas rupestres de hace 10.000 años.
Toquepala (Tacna, Perú). Pinturas rupestres de hace 9.000 años.
Lagoa Santa (Brasil). Restos fósiles de hace 8.000 años.
Cueva de las Manos (Santa Cruz, Argentina). Pinturas rupestres de hace 7.730 años.
Cueva Fell (Tierra del Fuego, Chile). Restos de hace 7.000 años.
Intihuasi (Argentina). Restos pre cerámicos de hace 6.000 años.Publicado por Melany Marabotto 1º9.

Nuevos descubrimientos arqueológicos en el sur de Egipto




Nuevos descubrimientos arqueológicos en el sur de Egipto ha cambiado el concepto del Estado modernoLa misión egipcia se encuentra en la zona comprendida entre la tumba del rey Mrneptah y del Ramsés II a un canal para desviar el agua y que que es muy probable que este canal evitaba las inundaciones de agua de alcanzar el valle de las tumbas reales, también al final del canal se encontró los restos de un muro de piedra para prohibir la inundación la lluvia de vez en cuando. Se cree que el área por debajo del canal es sólo un área de crecimiento de un árbol sagrado, a su alrededor se reúnen "las lágrimas de los dioses". Así como, la misión encontró una cenca de piedra, que es probable que se utilicen para el almacenamiento de los alimentos y el agua, ya que este lugar de descanso para los trabajadores que excavaban los cementerios. Además de Ostracon con una imagen de la reina hecho sacrificios, y los cartuchos de los reyes Seti I y Ramsés II (1304-1237 aC). Y unas piezas pequeña coloradas de cerámica que datan de la era de la el Estado moderno.




Arte Egipcio








Una de las características del Antiguo Egipto es su singular arte, con obras monumentales que generalmente tenían carácter simbólico funerario o religioso.
Aunque el concepto de Arte es moderno, es perfectamente utilizable en la arquitectura, escultura, pintura y joyería egipcias, siendo muchas de sus realizaciones auténticas obras de arte y no simples trabajos de artesanía.
Gracias al seco clima de Egipto y a ser enterradas por la arena del desierto (o por sus propietarios, para gozar de ellas en la "otra vida") nos han llegado en aceptable estado de conservación multitud de auténticas obras de arte, a pesar de la utilización de los monumentos como canteras, las guerras o los innumerables saqueos de tumbas y templos.



Imperio Antiguo(c. 2700-2200 a. C.)






El escriba sentado, Museo del Louvre.
En este periodo se comienza a erigir enormes edificaciones, construidas con grandes bloques de piedra tallada. Es la época de la construcción de inmensas pirámides, templos ceremoniales y bellas esculturas.
Durante la Dinastía III se erige:



La Pirámide escalonada de Zoser en Saqqara
En la Dinastía IV se construyen las mayores pirámides. Destacan:
Las tres pirámides de Seneferu en Meidum y Dahshur.
La Gran Pirámide de Jufu (Keops) en Giza.
La pirámide de Jafra (Kefren) en Giza.
La pirámide de Menkaura (Micerino) en Giza.


Imperio Medio (c. 2040-1795 a. C.)


Se construyen pirámides con materiales más perecederos (adobe). Los hipogeos van sustituyendo a las mastabas como tumbas.
La escultura se caracterizó por un mayor realismo, sobre todo en los retratos. La realeza era representada como personalidades de alto rango, pero sin llegar a ser ya la imagen de un dios en la Tierra, como acontecía en el Imperio Antiguo. Este mismo criterio lo siguió la nobleza egipcia. En los templos se prodigó el bajorrelieve polícromo. La pintura fue empleada profusamente en la decoración de tumbas.
La literatura egipcia alcanza su cenit con la Historia de Sinuhé y los Textos de los Sarcófagos.

Imperio Nuevo (c. 1570-1070 a. C.)
Se enfatiza la construcción de templos e hipogeos. Entre ellos destacan:
Gran Templo de Amón en Karnak
Templo de Luxor. (Amenhotep III / Ramsés II)
Templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari

El río Nilo