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La Época Batllista



1- Las  Ideas de Batlle.
“Era esencialmente un ideal reformista,…, que negaba la violencia y la revolución. Concebía al hombre capaz de realizar todos los cambios sociales necesarios dentro de una estructura liberal y democrática… Por ello, el Estado debía acentuar su intervención en aras de la tranquilidad pública y de la justicia social. Al actuar como árbitro en los diversos conflictos sociales, debía tener presente que la justicia debía inclinarlo a la protección de los miembros más débiles de la sociedad: el obrero (jornada laboral de 8 horas); el empleado (extensión de las jubilaciones); el anciano (pensiones a la vejez); el enfermo (asistencia pública, laica y gratuita); el niño (educación secundaria gratuita); la mujer (divorcio por su sola voluntad). (…)
La libertad y la justicia social conllevan la democracia política. Y en el Uruguay, donde el obrero podía votar, Batlle creía que el voto sería más eficaz que la revolución. El voto del obrero, sumado al voto de todos los hombres de buena de todas las clases sociales, lograrían imponer pacíficamente las reformas consideradas necesarias…”

B. Nahum, “Manual de Historia del Uruguay”. T II (1903-1990). E.B.O., Mtdeo, 1995, pp. 35-37.

1-¿Por qué era un ideal esencialmente “reformista”?
2-¿Qué se trataba de evitar llevando a cabo las reformas?
3-¿Qué papel debe jugar el Estado?



2- Las condiciones de vida de los obreros.

“Las condiciones de la vida obrera eran precarias; el trabajo de los adultos estaba mal remunerado y en muchas condiciones se empleaba a niños. En 1911 había registrados 1.131 menores de 15 años como trabajadores en la industria y el comercio. El diputado Emilio Frugoni denunciaba la existencia de una fábrica textil en Capurro donde había niñas de 10 años trabajando 10 horas diarias por un salario de 15 centésimos; los tejedores de 15 a 18 años ganaban 40 centésimos y los mayores de edad, entre 70 y 90 centésimos diarios…
En cuanto a las horas de trabajo, la situación no era la mejor. Los tranviarios cumplían, antes de la huelga, jornadas de 15 a 17 horas, los obreros panaderos llegaban a las 18 y 19 horas diarias, y trabajando de noche; los empleados de comercio no tenían horario fijo: dependía de la voluntad de su patrón.
Las permanentes denuncias de estas situaciones insostenibles sensibilizaron a la opinión pública, y la clase obrera se movilizó enérgicamente para superarlas. Si la transformación tuvo efecto fue porque esta vez había en la dirección del poder político un hombre especialmente preocupado por corregir tales excesos.”
B. Nahum, Ob. Cit, pp. 41-43.
1-¿Cuáles eran las condiciones de trabajo de los obreros?
2-¿Con la situación de qué obreros que has visto, las podrías comparar?

3- El Batllismo y la agitación social.

Acerca de la huelga tranviaria de mayo de 1911.
Luego de votada la huelga general en la sede de la Federación –el Centro Internacional de Estudios Sociales, en la calle Río Negro Nª 274-, la multitud salió en manifestación hacia la Avenida 18 de julio.
Al llegar allí varios guardias civiles quisieron disolverla, pero fueron “arrollados”, continuamente por la Avenida a los gritos de “Viva la huelga general” y “Viva Batlle”. En la esquina de 18 y Andes un grupo de policías a caballo intentó de nuevo dispersarla. “Vano esfuerzo”. La numerosa columna, formada por “más de mil personas”, rompió el cordón policial, “haciendo irrupción frente a la casa del Presidente de la República al que vivaban entusiastamente, pidiéndole que saliera al balcón. Pocos minutos después apareció Batlle, rodeado de sus secretarios…y de algunos de sus hijos. Su aparición fue saludada “por una salva atronadora de aplausos .
Ángel Falco se subió a un árbol para hablar. El poeta anarquista dijo dirigiéndose al Presidente:
“Ciudadano Batlle y Ordóñez:
El pueblo, que os conoce, espera de vos que sabréis mantener la actitud de siempre en esta emergencia, ante la batalla que se está librando entre los huelguistas y las empresas; de Vos, que habéis guiado al país por sendas de libertad…en la conquista de los derechos universales y de justicia social: Vos no podes permanecer extraño a este movimiento…”

“la Federación Obrera…ha decretado la huelga general, no como en otros países, contra el Gobierno…que ha sabido mantener la neutralidad, sino contra las empresas que no han respetado las condiciones pactadas con los obreros. Así esta manifestación se despide de Vos…gritando ¡Viva Batlle y Ordóñez!
Vivas que la multitud repitió.
Al pedido insistente de los manifestantes de que hablase, Batlle se adelantó al antepecho del balcón y después de “un breve momento de meditación”, dijo:
“Las leyes y el orden que estoy obligado a mantener por deber de mi cargo, no me permiten tomar una participación activa en vuestra contienda. Soy el encargado de hacer cumplir el orden y los derechos de todos los ciudadanos…y por lo tanto, el Gobierno garantizará vuestros derechos mientras os mantengáis dentro del terreno de la legalidad. Organizáos, uníos y tratad de conquistar el mejoramiento de vuestras condiciones económicas, que podéis estar seguros que en el Gobierno no tendréis nunca un enemigo, mientras respetéis el orden y las leyes”.
Los manifestantes “prorrumpieron en aplausos y vivas estruendosas al Primer Magistrado y a la huelga general”.

J.P. Barrán y B. Nahum, “Batlle, los estancieros y el imperio británico”, Tomo IV, pp. 58-9 en Cuadernos de ejercicios de “Pensar la Historia 3”, Autores Varios, p 15.

1-¿Qué esperaban los huelguistas de Batlle?
2-¿Qué esperaba Batlle de los huelguistas?


4- La legislación laboral y social.

En su segunda presidencia Batlle remite otro proyecto sobre jornada laboral, por el que se extendía a todos los obreros la jornada laboral de 8 horas, se prohibía el trabajo a los menores de 13 años; se restringía la jornada a los menores de 19; la mujer dispondría de 40 días de descanso en el período del embarazo; el descanso obligatorio era de un día cada 6. Se admitían horarios especiales y más largos por la naturaleza de la ocupación, pero a condición de no pasar las 40 horas en 5 días de trabajo,…la vigilancia del cumplimiento de ley estaba a cargo de 25 inspectores especiales designados “entre personas que inspiren confianza en los obreros”.
Ley definitiva recién se aprobó el 17 de noviembre de 1915, bajo la presidencia de Viera; recogía lo esencial del proyecto de Batlle con algunas modificaciones: un día de descanso cada 7 y máximo de 48 horas semanales de trabajo.
Fragmento tomado y adaptado de B. Nahum, Ob. Cit, pp. 42-43.

Oposición a la ley de ocho horas.

“La opinión sobre el proyecto en lo que a las 8 horas se refiere es claramente adversa, calificándose de “absolutamente ruinoso”, “inconveniente y perjudicial”, “impracticable”, “incomprensible”, “ridículo” y hasta “monstruoso”; de aprobársele causaría “perjuicios de orden superior”, “consecuencias funestas”, y hasta sería una “revolución”.
La mayoría de los argumentos -8 en 15 respuestas fundamentadas- hacía hincapié en las desventajosas condiciones en que quedaría la industria nacional frente a la extranjera. Su más grave consecuencia sería “el encarecimiento general de todos los artículos fabricados en el país, sometiéndolos a ruinosa competencia con los artículos extranjeros, ya que en los países europeos, además de la facilidad de tener a buen precio la materia prima, la jornada de trabajo oscila generalmente entre 9 y 10 horas…de manera que nos será imposible competir…con el artículo importado…”
J.P. Barrán y B. Nahum, “Batlle, los estancieros y el imperio británico”, Tomo V, p. 34 en “Pensar la Historia 3”, Autores Varios,

1-¿Qué era lo que se argumentaba en contra de la ley de 8 horas?
2-¿Quiénes serían los principales opositores?


5- Ley sobre prevención de accidentes de trabajo: En 1914 el Poder Ejecutivo envió al Parlamento un proyecto de ley donde se le encomendaba vigilar a las distintas industrias para prevenir accidentes de trabajo. Incluía normas de seguridad muy severas porque ciertos oficios, según lo demostraban las estadísticas, eran proclives a lesionar con demasiada frecuencia a los trabajadores que en ellos actuaban. Se destacaban en este sentido la industria de la construcción, herrerías, carpinterías, aserraderos, barracas, etc. Esta ley fue sancionada en 1920, cuando se completó con el pago de indemnizaciones por accidentes de trabajo.

Proyecto de ley sobre pensiones a la vejez: ..., se establecía que toda persona mayor de 65 años (y de cualquier edad en caso de invalidez absoluta) que se encuentra en la indigencia, tendría derecho a recibir una pensión de 8 pesos mensuales.


Proyecto de ley sobre diversos problemas de trabajo: el proyecto era muy extenso y aunque no fue aprobado globalmente, muchas de sus iniciativas fueron recogidas total o parcialmente más adelante. Entre otros puntos se incluían los siguientes: todas las cláusulas del contrato de trabajo relativas a salario, jornada obrera (que no excedería las 50 horas semanales en la ciudad, ni las 60 en el campo); se implantaría el descanso a partir del mediodía del sábado y todo el domingo; cada seis meses los obreros tendrían una semana de descanso; los niños menores de 14 años no podrán trabajar; sería obligatorio el seguro para todos los obreros,…

Proyecto de ley por indemnización por despido: establecía lo siguiente, el empleado despedido que hubiera servido dos años tenía derecho a algunos días de sueldo como compensación; el que hubiera trabajado más tiempo, un mes de sueldo cada dos años trabajados; y en todos los casos el patrono debía dar preaviso de dos meses antes de efectuar el despido (aprobada en 1914).
B. Nahum, Ob. Cit, pp 44-45.

1) Realiza un resumen sobre el contenido de cada proyecto de ley presentado.
2) ¿Cuáles serían los sectores sociales que se veían beneficiados y cuáles son los que podían estar en contra de ellas?


6- En relación a la situación de la mujer:
En 1912 el Poder Ejecutivo pidió la autorización a la Asamblea para la creación de una sección especial dentro de la Enseñanza Secundaria y Preparatoria destinada exclusivamente al sexo femenino, la “Universidad de Mujeres”.
En febrero de 1912, un diputado batllista, propuso al Parlamento el llamado divorcio “ad-libitum”: por la sola voluntad de uno solo de los cónyuges.
Domingo Arena, convencido por la argumentación de Carlos Vaz Ferreira a favor de la mujer, y apoyado por Batlle, presentó una fórmula sustitutiva que fue aprobada: divorcio por la sola voluntad de la mujer.
B. Nahum, Ob. Cit, pp 58-59.
1) Luego de leer el texto, busca información de cómo era la situación de la mujer en la sociedad del 900, ¿qué dos cambios en su vida introducían estas leyes?
2) ¿Cómo pueden ser vistos por integrantes de esta sociedad como la Iglesia y las clases altas conservadoras?

7- Actividad del Gobierno en el plano educativo:

Los principios que integraron la acción del Estado en este terreno fueron principalmente: extender la educación al mayor número posible de personas y reafirmar la gratuidad de la enseñanza.
…, toda la estructura política que se pretendía plasmar en la realidad,..., reposaba sobre la amplia participación del pueblo en la vida política. Esa participación no podría concretarse si no se convertía a cada hombre en un ciudadano instruido, consciente, capaz de reflexionar e intervenir activamente en la vida pública.
La extensión de la enseñanza,…, debía tener como requisito la absoluta gratuidad en los tres niveles: primaria, secundaria y universitaria, y el impulso de sectores laterales: educación industrial, física, artística.
B. Nahum, Ob. Cit, pp 58-59.
1) ¿Cuáles eran los objetivos del Estado en materia educativa?
2) ¿Qué se pretendía mediante su concreción?



8- Economía. Parte I.

El Estado jugaría en ella un rol muy importante. Tomará no sólo las riendas de la conducción política sino también de toda la actividad económica, asumiendo un papel intervensionista.
Una forma de asumir esta tarea es comenzar por estatizar o nacionalizar empresas o capitales que se encontraban en manos de extranjeros. En Uruguay los principales capitales eran los ingleses y el gobierno de esa época pensaba que una empresa privada está siempre movida por el afán de lucro, lo que no sólo ocasiona que los servicios sean más caros sino una constante salida de capitales hacia el lugar de origen de las empresas. Es para evitar estas cosas, es  que se estatizan servicios como el de la energía eléctrica que llega a transformarse en monopolio. En materia financiera se realizan dos estatizaciones muy importantes: la del Banco República (1911), desde ahora el Estado sería quien tendría el monopolio de la emisión de moneda., y la del Banco Hipotecario (1912) que atendería los créditos relacionados con los inmuebles (la tierra en el medio rural, la construcción en la ciudad). Muchas veces era difícil quebrar el poder del capital inglés en la plaza, entonces se opta por competir con él para debilitarlo. Ejemplo claro de ello es la construcción de carreteras paralelas a las vías férreas. Con ello se abría una nueva vía por la que sacar la producción del interior y poder enviarla al puerto, evitando así la especulación que podían realizar los ferrocarriles ingleses en materia de fletes y demás gastos. También se aprueba la creación de los primeros ferrocarriles estatales que cumplirían una función similar a las carreteras.
En cuanto a la deuda del Estado se produce en este período una nacionalización de ésta, ya que muchos se sus títulos fueron comprados por capitales uruguayos. Gran parte de la deuda externa (nuestro principal acreedor era Inglaterra), pasa ahora a ser interna.

1) ¿Qué es estatizar y nacionalizar?
2) Realiza una lista con las estatizaciones y nacionalizaciones realizadas.


9- Economía. Parte II

“Pero el principal punto donde se centran todos los esfuerzos de la política batllista, es la industria. En esta época que se sitúa aproximadamente en los años de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Europa se encontraba dedicada a la fabricación de armas dejando de lado, lo que tiene que ver con la industria de consumo. Situación que va a ser aprovechada por el batllismo para impulsar mediante la ayuda del Estado, un proceso de sustitución de importaciones que cubrirá parte de las necesidades del mercado nacional y que ya se había iniciado a fines del siglo XIX y comienzos del XX.
Favorecida por ésta coyuntura favorable, la industria que más se va a desarrollar y que se va a transformar en la clave del batllismo va a ser la frigorífica. Miles de toneladas de carne congelada van a ser exportadas a Europa para el alimento de los ejércitos en guerra. Hecho que marca nuestra dependencia de lo que suceda en el mercado mundial, ya que necesitamos la debilidad de los países “centro” para tener un proceso de crecimiento económico.
El proteccionismo aplicado para el Estado para la producción industrial nacional será lo que permitirá en gran medida la expansión industrial del período. El Estado va a regular las importaciones y exportaciones realizadas efectuando un control sobre las primeras, colocando altos impuestos a las importaciones que podían competir con la producción y exonerando de impuestos a la importación de maquinarias y materias primas que fueran utilizadas en la industria. Se va a incentivar además la producción de maíz, remolacha, caña de azúcar, cultivos que son utilizados en la industria del alcohol por ejemplo. Este desarrollo en materia industrial no va a ser acompañado de una política de cambio en el medio rural. Los planes de Batlle para mejorar el medio rural: en el cual sobresalía la alta concentración de la tierra en pocas manos (latifundio), por lo que se pretendía establecer un mayor impuesto a la extensión de tierra, un aumento al impuesto a la herencia y los planes de colonización. Estas medidas si bien no iban a producir un cambio radical en el medio rural, no tienen mucho éxito por la oposición de los grandes hacendados integrantes de la A.R.U. o en la Federación Rural (creada en 1915). Por otro lado, no se profundizó demasiado en la situación de los minifundios (pequeñas extensiones de tierra) que se encuentran en su mayor parte en los departamentos cercanos a Montevideo y en su propia zona rural. Se intenta su tecnificación pero ésta fracasa por falta de recursos.”

1) Sintetiza las medidas aplicadas por el batllismo en la industria y en el sector rural.


10- Continuación y afianzamiento del proceso de secularización:

En 1909 quedó suprimida la enseñanza religiosa en las escuelas públicas.
En 1911 se procedió a la secularización del juramento en la toma de cargos de los ediles…, también se eliminó la prestación de honores militares en actos religiosos de la Iglesia Católica y se ordenó que la bandera nacional no saludara a personas ni a símbolos religiosos. Se prohíbe la presencia de cruces en hospitales públicos; elementos que preceden a la definitiva separación del Estado y la Iglesia Católica que se plasmará en la Constitución de 1917.
B. Nahum, Ob. Cit, p 62.
1) Busca en el diccionario la palabra: secularización.
2) Realiza una lista con las medidas de secularización que aplicó el batllismo.

La Época Batllista y su Freno

José Batlle y Ordóñez (Montevideo , 1856 –1929 ) fue un político uruguayo , presidente de la república en dos ocasiones, 1903-1907 y 1911 – 1915.Era hijo de Lorenzo Batlle, quien había sido presidente entre 1868 y 1872. Se caso con Matilde Pacheco y Obes, perteneciente también a una tradicional a una familia colorada, y tuvo con ella 4 hijos. En 1886 fundó el diario EL DIA, que fue vocero de su pensamiento y sus iniciativas. En esos mismos años se enfrento a la dictadura del general Máximo Santos.



Fue presidente de Uruguay en dos periodos, 1903-1907 y 1911 y 1915. Durante la primera primera presidencia venció al caudillo blanco Aparicio Saravia. Batlle contó con el respaldo de un ejercitó profesional y , además de armamento moderno, utilizo el telégrafo y el ferrocarril contra la revolución Saravia, hecho que determino su Victoria y el final de las guerras civiles del siglo XIX. Su postura política, denominada “batllismo “ , logró un gran apoyo social.

Promovió leyes sociales para mejorar la situación obrera y tuvo el apoyó de socialistas y anarquistas. Se enfrentó al capital británico, que dominaba  los servicios públicos del país, a los estancieros latifundistas y a los sectores católicos conservadores. Apoyo la creación de leyes de divorcio y de sufragio femenino: un país de medianos propietarios dedicados a la agricultura.

CUESTIONARIO
 
1  ¿A quién se refiere el texto?
2.  En que momento fue presidente de nuestro país?

3. Menciona que realizó para contribuir al Uruguay moderno.
 
4. Investiga con la consulta de libros ó de internet.
     a. Que otras  reformas sociales y econòmicas llevò a cabo.
     b.Què propuso para la Construcciòn de 1917 que sustituye nuestra primera Constitución de 1830.
         Explica las diferencias entre una y otra.
   5. Batlle realizò "Estatizaciòn" y "Nacionalizaciòn" de algunas empresas.
     Explica la diferencia entre una y otra forma.

EL URUGUAY DE LA MODERNIZACION



Los gobiernos de los militares colorados Lorenzo Latorre (1876- 1880), Máximo Santos (1882-1886) y Máximo Tajes (1886-1890), fueron los que asentaron el poder central, dominaron a los caudillos rurales y tornaron los alzamientos sino imposibles, difíciles.

El Estado y el ejército gozaron desde ese momento del monopolio de la coacción física, en parte porque el armamento era ya costoso y de difícil manejo para los gauchos - el fusil Remington de repetición y la artillería Krupp hicieron su aparición - ; en parte porque los medios de comunicación (telégrafo) y transportes (ferrocarril) fortalecieron el poder montevideano; en parte porque la sociedad y la economía estaban cambiando y se oponían a las costosas rebeliones del pasado.

También contribuyó el afianzamiento de la paz interna el fortalecimiento del sentimiento nacional que ya no admitió la internacionalización de los partidos uruguayos y sus alianzas con los federales y unitarios argentinos o los bandos brasileños. La unificación de la Argentina y el Brasil, en torno a Buenos Aires y Río de Janeiro, hizo que poco a poco desaparecieran los llamados desde esas naciones a participar en las luchas internas. Desde este ángulo, la "Revolución de las Lanzas" (1870-1872) fue la primera guerra civil puramente uruguaya.

A los militares sucedieron los gobiernos civiles, presidencialistas y autoritarios, de Julio Herrera y Obes (1890-1894) y Juan Idiarte Borda (1894-1897).
Al exclusivismo colorado y sus manipulaciones electorales respondieron las revoluciones blancas capitaneadas por el caudillo rural Aparicio Saravia. Su levantamiento en 1897 fue la base de un gobierno colorado de compromiso con los blancos, el de Juan L. Cuestas (1897-1903).


Electo José Batlle y Ordóñez en 1903, Aparicio Saravia dirigió en 1904 la última gran revuelta rural. Pero estas dos revoluciones difieren de las anteriores: el programa de reivindicaciones políticas tendió a crecer sobre la mera adhesión a la tradición partidaria, y así, en 1897 y 1904, los blancos alzaron las modernas banderas del respeto a la voluntad popular en las elecciones y la representación proporcional de los partidos en el Poder Legislativo.

La paz interna y el fuerte gobierno central montevideano estuvieron vinculados a paralelas transformaciones que ocurrieron en la demografía, la economía, la sociedad y la cultura del Uruguay.
El Uruguay de 1830 apenas contaba con 70.000 habitantes. El de 1875 poseía ya 450.000 y el de 1900 un millón. El espectacular crecimiento - la población se multiplicó por 14 en 70 años - no tenía parangón en ningún país americano. La alta tasa de natalidad dominante hasta 1890 - 40/50 por mil habitantes - se había unido a una relativamente baja tasa de mortalidad - 20/30 por mil - para ambientar este hecho , pero el factor crucial de la revolución demográfica fue la inmigración europea.
Franceses, italianos y españoles hasta 1850, italianos y españoles luego, llegaron en 4 o 5 oleadas durante el siglo XIX. La inmigración fue temprana en relación a la más tardía que arribó a la Argentina, y sobre todo fue cuantiosa en relación a la muy pequeña población existente en 1830. De 1840 a 1890, Montevideo poseyó de un 60 a un 50 % de población extranjera, casi toda europea. El Censo de 1860 mostró un 35% de extranjeros en todo el país, y el de 1908 redujo esa cifra al 17%.
Los europeos - y brasileños - , con valores diferentes a los de la población criolla, sobre todo los primeros, más proclives al espíritu de empresa y al ahorro; protegidos por sus cónsules durante las guerras civiles y recompensados siempre por sus pérdidas por el estado uruguayo amenazado desde el exterior, se convirtieron hacia 1870-1880 en los principales propietarios rurales y urbanos, como poseían el 56% del total de la propiedad montevideana y el 58% del valor de la propiedad rural.
Los inmigrantes europeos fueron también los iniciadores de la industria de bienes de consumo al grado que en 1889 controlaban el 80% de esos establecimientos. Los inmigrantes, hostiles por lo general a las disputas entre blancos y colorados, exigieron la paz interna.

La estructura económica se modificó. El ovino se incorporó a la explotación del vacuno en la estancia de 1850-1870. De acuerdo al censo de 1852, la existencia ovina se reducía a 800.000 cabezas que daban de 400 a 500 gramos de lana criolla por cabeza, sólo apta para colchones. En 1868 la existencia se estimó en 17 millones que rendían 1,150 gramos de lana merino por cabeza, pues ya se había iniciado el mestizaje con ejemplares procedentes de Francia y Alemania. La lana suple al cuero como principal producto de la exportación uruguaya en 1884 de ahí en adelante, hasta que apareció con vigor la carne congelada en 1910-1920, la lana fue el principal rubro de ventas al exterior.
Esta transformación fue ambientada por el alto precio de la lana en el mercado internacional, debido sobre todo a la desaparición de la fibra competitiva, el algodón, a raíz de la Guerra de Secesión en los Estados Unidos (1861-1865).
El ovino que podía ser explotado en campos de pasturas de calidad inferior y exigía 5 veces menos tierra por unidad que el vacuno, sirvio de base al desarrollo de la clase media rural. También requería en los comienzos, un incremento de mano de obra. El estanciero poseía ahora además del vacuno criollo que casi solamente adquiria valor por su cuero, el lanar, que el mercado europeo siempre compraba a buen precio.
El Uruguay de fines del siglo XIX tuvo así características económicas que lo singularizaron en el contexto latinoamericano. Producía alimentos - la carne - y satisfacía otras dos necesidades básicas del hombre, su calzado, con el cuero, y su vestimenta con la lana. Sus mercados externos se habían diversificados en vez de tender a la dependencia de un solo comprador. Brasil y Cuba consumían su tasajo; Francia, Alemania y Bélgica, sus lanas; y Gran Bretaña y Estados Unidos, sus cueros. Al comprarle Europa mercaderías que ella también producía, el Uruguay gozó de una renta diferencial elevada, por cuanto Europa mantenía sus ganados con más altos costos de explotación.
Estimaciones recientes del ingreso per cápita en el siglo XIX, realizadas en base al 15% de las exportaciones, permiten sospechar un elevado ingreso en el Uruguay de 1870-1900 - 317 dólares per cápita en 1881-1885, por ejemplo comparable y superior al de los Estados Unidos y muy superior al atribuído al Brasil.
Debemos anotar también que el librecambio británico - y europeo en general - fue una pieza esencial de este sistema económico en el cual el Uruguay vendía a Europa mercaderías que competían con su producción agraria. Mientras ese libre cambio duró - y lo hizo hasta la crisis mundial de 1929 - Uruguay tuvo un lugar económico seguro y rentable en el mundo.
Al ovino siguió el acercamiento de las estancias. Estas fueron alambradas entre 1870 y 1890 tanto para asegurar al propietario el uso exclusivo para sus ganados de las pasturas, como para permitir el mestizaje del ovino y el vacuno con razas europeas. El cerco dejó desocupada a la mano de obra que antes custodiaba el ganado y generó un problema insólito de hambre y miseria rural. Esta desocupación tecnológica se convirtió paradojalmente en un buen caldo de cultivo para las últimas guerras civiles de fines del siglo XIX y principios del XX.
Ovino y cercamiento, dos enormes inversiones aumentaron la necesidad de orden interno que tenían los estancieros. Los terratenientes protagonistas de estos cambios se agremiaron y fundaron la Asociación Rural en 1871, con el fin de imponer la paz interna a toda costa.
Paralelamente ocurrieron transformaciones en el medio urbano. A partir de 1860 comenzaron las primeras inversiones extranjeras, sobre todo británicas. Fueron los avanzados entre 1863 y 1865, la fábrica Liebig en la industria de carnes, y en las finanzas el Banco de Londres y Río de la Plata y el primer empréstito del gobierno uruguayo de los inversores en la City Londinense. En 1884 se estimó en 6,5 millones de libras el total de las inversiones británicas; en 1900 ya eran 40. Los ingleses ya habían construído los ferrocarriles - la primera línea fue inaugurada en 1869 y en 1905, el kilometraje total alcanzaba los 2000 - invertido en los servicios públicos de Montevideo (agua corriente, gas, teléfonos, tranvías) e incrementando sus empréstitos al gobierno y su intervención casi monopólica en el mercado de los seguros.
En el caso de los ferrocarriles, los capitalistas ingleses obtuvieron importantes concesiones del gobierno uruguayo que deseaba ese medio de transporte a cualquier costo con tal de poder utilizarlo para doblegar las revueltas rurales. La mayoría de las líneas gozaron de un interés garantido del 7% del capital ficto de 5.000 liras por kilómetro de vía férrea, lo que ocasionó la construcción de inútiles curvas y tal vez de un 10 a un 5% de kilometraje superfluo. El Estado solo podía intervenir en la fijación de las tarifas si las ganancias de las empresas superaban el 12%, cifra a la que naturalmente nunca llegaron.
El ferrocarril fue esencial para que el gobierno central pudiera controlar el interior. Cuando en 1886 el Río Negro fue cruzado por un puente ferroviario, el Uruguay, que siempre había estado dividido en dos mitades en invierno, se unificó.
Este medio de transporte, así como las otras compañías inglesas instaladas en Montevideo, generaron una corriente de antipatía popular por sus elevadas tarifas y deficientes servicios. El monopolio que usufructuaba el ferrocarril, la empresa de aguas corrientes, la del gas y el oligopolio de las compañías de seguros, contribuyeron a fomentar dudas en la clase política ya en 1890 acerca de los beneficios que acarreaba al Uruguay el capital extranjero no vigilado por el Estado.
Por eso la ley de 1888 instituyó un control estricto de la contabilidad de las empresas ferroviarias y en 1896 se fundó el primer banco del Estado: " Banco de la República Oriental del Uruguay".
Todos estos inversores, como es casi obvio, exigían la pacificación interna del Uruguay, pues las utilidades de la empresas extranjeras y el cobro de los intereses de la deuda del gobierno uruguayo, por ejemplo, estaban ligados a la marcha pacífica y próspera del país.
La inversión británica en el Uruguay, aunque pequeña comparada con la totalidad de las imperiales en el mundo, era cuantiosa comparada con el capital industrial uruguayo. El Uruguay ocupaba el quinto lugar en la cuantía del capital inglés invertido en América Latina, teniendo los primeros puestos Argentina, México, Brasil y Chile. Pero si dividimos la inversión extranjera por el número de los habitantes del país latinoamericano receptor, el quinto lugar se transforma en segundo, sólo detrás de Argentina.
Luego en 1875, el crecimiento demográfico y la legislación aduanera proteccionista ambientaron el nacimiento de la industria moderna. Incipiente y desarrollada sólo en la provisión de bienes de consumo (alimentos, bebidas, muebles, tejidos, cueros), generó tanto un patronato deseoso de orden como un proletariado, numericamente exiguo, pero hostil al enganche en las filas de los ejércitos blancos y colorados.
La sociedad uruguaya, resultante y promotora a la vez de estos cambios, fue muy distinta a la de la primera mitad del siglo XIX. Las clases se diferenciaron con claridad, la dueña de la tierra era compleja, pues al lado del latifundio se consolidó la propiedad mediana con la explotación del ovino. El censo de 1908 permite deducir que los predios de 100 a 2.500 hectáreas, asimilables a estancias de la clase media rural, ocupaban el 52% de la superficie apta, y que 1391 predios de más de 2501 hectáreas - los latifundios - ocupaban el 43% de esa superficie. Este era el fruto de una larga evolución histórica que salvo a la gran propiedad pero la obligó a cohabitar con una importante clase media rural. Las guerras de la independencia y las civiles con su cortejo de ruina ganadera, robos de haciendas e interrupción de la producción, tuvieron otra consecuencia importante: la titularidad de la propiedad cambio de manos velozmente en el siglo XIX. El latifundio existía en 1900 pero los latifundistas ya no eran los mismos del período colonial o de los primeros años del Uruguay independiente. La clase alta olía a nuevos ricos. Eso disminuyó su poder y su prestigio en el seno de la sociedad.
Los estancieros gozaban en 1900 de la posesión de dos monopolios: la tierra y la carne, valorizadas ambas con los avances de la industria saladeril y sobre todo con la fundación en 1905 del primer frigorífico exportador de carnes congeladas a Europa.
El proletariado rural ya no podía optar entre la vagancia y la labor en las estancias, ahora debía trabajar para alimentarse. Los desocupados miserablemente en los llamados "pueblos de ratas", cambiando su anterior dieta carnívora por ensopados de escaso valor nutritivo. El servicio doméstico o la prostitución para las mujeres; el peonaje, la esquila, el contrabando y el robo de ganado para los hombres, fueron las actividades del gaucho moderno. Pero, ya empezó a emigrar a las ciudades.
En Montevideo, la aparición de la "cuestión social" fue la novedad. Aunque el ascenso social aún era posible, las condiciones de vida del proletariado industrial eran duras. Las jornadas de 11 o 15 horas ambientaron la prédica anarquista y la fundación de los primeros sindicatos hacia 1875. El viejo temor de la clase empresaria a la subversión blanca, fue poco a poco sustituído por su nuevo miedo a la revolución social.
Ocurrieron cambios también en el orden cultural y mental. La Universidad abrió sus puertas a los estudios de abogacía en 1849, a los de Medicina en 1876 y a los de Matemáticas en 1888. En 1877, el gobierno del coronel Latorre, inspirado por José Pedro Varela, decretó una importante reforma en la enseñanza primaria, volviéndola obligatoria y gratuita y otorgándole recursos para su desarrollo. La tasa de analfabetismo que era elevadísima, comenzó a descender. El deseo de incrementar la actividad política de los habitantes y a la vez prepararlos mejor para el nuevo orden económico estuvo detrás de esta transformación.

El Uruguay también secularizó sus costumbres y su cultura. En 1861 la Iglesia Católica comenzó a perder su jurisdicción sobre los cementerios; en 1879 el estado decidió llevar los Registros del Estado Civil aunque admitió que el casamiento religioso precediera al civil. En 1885 se instituyó el matrimonio civil obligatorio y este debió celebrarse antes que la ceremonia religiosa. En 1907 se aprobó la primera ley de divorcio.
A pesar de que en las escuelas del Estado, aún se aprendía el catecismo, la hostilidad de las autoridades y muchos maestros, redujo esa educación al mero aprendizaje de memoria del Catecismo, sin ninguna explicación previa. En 1909 fue suprimido por completo este resto de enseñanza religiosa.

La juventud universitaria, hecho tal vez más significativo que los anteriores, se embarcó primero en el espiritualismo ecléctico (1850-1975) y luego de esa fecha en el positivismo y el agnosticismo, cuando no el ateismo. La Iglesia Católica se sintió perseguida y reaccionó, pero el grueso de las clases dirigentes y buena parte de la población o siguieron hostilizándola o la miraron con indiferencia. De acuerdo al censo de 1908, los católicos ya no eran la mayoría absoluta entre los hombres nativos de Montevideo. Su 44% era seguido muy de cerca por un 40% de hombres nativos que se habían declarado liberales.

Otro signo de la modernidad fue la aparición de un nuevo modelo demográfico. La natalidad comenzó a decrecer ya en 1890, la edad promedio del matrimonio femenino ascendió de 20 a 25 años, y comenzaron a aparecer las primeras formas de control artificial de la natalidad, denunciadas con vigor por el clero católico.
De este modo llegó al siglo XX el país mas tempranamente europeizado de América Latina.
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documento elaborado por: José Pedro Barrán
Fuente: www.rau.edu.uy

Ejercicio
- Explique como logran los gobiernos militares asentar el poder central a partir del concepto del monopolio de la coacción física.

- Investiga sobre la "Revolución de las Lanzas" (1870-1872). ¿Por qué se argumenta que fue la primera guerra civil puramente Uruguay?

2) Comenta el significado de los de siguientes titulos de la historia de la modernización del Uruguay:

- "Afianzamiento de la paz interna y el fortalecimiento del sentimiento nacional".

- "El exclusivismo colorado y las revoluciones blancas"

[3] Explica que causas motivaron a que la población uruguaya se multiplicara por 14 en 70 años (1830 – 1900).

[4] Realiza un análisis de la modernización de la estructura económica en el Uruguay a partir de la revolución del lanar.

[5] Identifica los beneficios y pejucios que acarrea el cercamiento de los campos.

La Modernización de Uruguay



Una mirada al marco Internacional



En la segunda mitad del S. XIX, el mundo industrializado del que Inglaterra forma parte desde el siglo anterior por el proceso conocido como Revolución Industrial, entra en una nueva etapa.
El desarrollo de la Revolución Industrial y del sistema capitalista trajo aparejado, transformaciones en el comercio, incremento de las modalidades financieras y la aplicación de las políticas imperialistas.

La industria a medida que introduce nuevas tecnologías produce cada vez mayores volúmenes de producción. Esto generó nuevas necesidades: por un lado, más capital para pagar: maquinaria, materia prima, investigación tecnológica y mano de obra especializada; por otro lado, acceder a nuevos mercados para extraer mayor cantidad de materias primas, vender productos manufacturados y colocar el capital excedente.

Los mecanismos que utilizó Inglaterra para obtener mayor capital y conquistar nuevos mercados se basaban en el liberalismo económico que sostenía como principios:

• La propiedad privada sin límites, como posibilidad de que el hombre lograra su felicidad, para esto se daba seguridad legar frente a los delitos contra la propiedad.

• Libertad plena de las actividades económicas: industria, comercio y contratación laboral regulados por la oferta y la demanda.

En Europa occidental, y en Inglaterra en particular, desde hace siglos, se han fundado empresas comerciales e industriales basadas en el capital de un individuo, de una familia o de varios asociados. En el S. XIX, con el desarrollo de la industrialización, fue necesario reunir capitales más importantes surgiendo así el capitalismo monopólico.

En el período de tiempo que estamos estudiando, se vuelve indispensable recurrir a millares de ahorristas quienes con su capital contribuirían a la compra de partes o acciones de una empresa en crecimiento o en proceso de creación. Cada accionista puede comprar una o varias acciones por lo tanto se vuelve copropietario de la empresa junto a otros accionistas. La acción le da cada año dividendos. Estas acciones se venden y compran en las Bolsas de Valores.

La libre competencia, que llevó a la multiplicación de empresas, se convirtió en un obstáculo para obtener mayores ganancias.

El monopolio se crea por la absorción de pequeñas empresas hasta que una o pocas de ellas controlan todo el mercado, fijando a su voluntad los precios y los beneficios.

Las Sociedades Anónimas siempre tienden a concentrarse y a crecer buscando nuevos capitales, para esto se asocian a empresas competidoras, o las compran.

Otro ejemplo de concentración de capitales fue:

El Cartel: se le denominaba así al acuerdo entre empresas independientes que se dedicaban al mismo ramo de la producción procurando dominar el mercado, pues tratan de eliminar la competencia y fijar los precios.

El trust es una forma de concentración de empresas que dominan un determinado sector de la producción para evitar la competencia.

La concentración industrial estuvo acompañada de una concentración financiera. Los Bancos se especializaron, no sólo se dedicaron al préstamo y a la emisión de moneda sino que realizaron inversiones en la industria.

Debido al desarrollo de la banca aparece un capitalismo financiero producto de la fusión del capital industrial con el bancario que controlará la vida económica de los estados.

Durante este período, la prosperidad no fue continua y ascendente, sino que hubo alternancia de períodos de prosperidad y de depresión.

Al pasaje de una etapa de prosperidad a una de depresión se le denomina crisis. Estos procesos se repitieron en el S. XIX cíclicamente, o sea que cumplen estos períodos de prosperidad y depresión un ciclo que puede variar en la cantidad de años que duran; tienen tendencias seculares, las que se manifiestan a lo largo de cien años, los llamados ciclos de larga duración, y se dan cada 50 años y los ciclos decenales o sea cada 10 años.

En las tres últimas décadas del S.XlX, Inglaterra se había convertido en el centro comercial, industrial y financiero del mundo.

Desde el punto de vista comercial, era intermediaria con el resto de los continentes, fijando los precios de los productos, disponiendo de los fletes, de los seguros y de importantes inversiones financieras, la mayoría en el exterior.



Uruguay comenzó a desarrollar una serie de transformaciones a mediados del siglo XIX que derivaron de:
• Una grave crisis interna, consecuencia de las guerras civiles que impedían en desarrollo económico.

• Una situación internacional, en la que las economías europeas, exigían mayor cantidad y calidad de materias primas y nuevos mercados para colocar capitales y productos.

El acontecimiento del período es el crecimiento demográfico que pasó de 132.000 habitantes en 1852 a 385.000 en 1868. Este crecimiento se debió a la gran inmigración, fomentada por compañías privadas que se encargaban de los gastos de transporte, aunque hubo subsidios del gobierno para que se instalaran en la campaña, pero la mayoría se quedó en la ciudad.

Hacia 1868 los extranjeros constituían el 60% de la población de procedencia mayormente de Italia, Provincia Vascas, Francia y España.

El aumento de la población trajo como consecuencia el desarrollo de la industria de la construcción, la navegación, la actividad portuaria y el comercio. Una originalidad fue el “comercio de tránsito”; debido a que Montevideo era el intermediario, por su puerto, entre las Provincias del Litoral, Paraguay y Río Grande, con Europa.

Este comercio alcanzó su auge con la guerra del Paraguay debido a la gran cantidad de mercadería que se necesitaba para el sustento de las tropas. Esto fortaleció a los comerciantes, que se dedicaba a la importación para satisfacer los gustos europeos de la población local.

La gran cantidad de dinero invertido en artículos de lujo, provocó la crítica de los sectores vinculados a la producción agropecuaria -estancieros- quienes consideraban que el dinero se malgastaba y no se invertía lo suficiente en actividades productivas.

Hacia 1863 el 77% de las importaciones desde Europa eran artículos de lujo.

En 1861 se fundaron las fábricas Liebig y Trinidad, y se impuso otra forma de explotación de la carne, mediante la conservación. Se hacía extracto de carne y corned beefd en base a carnes cocidas y enlatadas.
Estos productos tuvieron gran demanda en Europa porque eran un buen alimento para las tropas que estaban en expediciones en Asia y Africa.

Hacia 1852 el país tenía unos 800 mil ovinos, pero para 1862 pasaban los 17 millones. Este aumento fue llamado “la revolución lanar” y provocó un cambio radical en la economía rural.

Causas del aumento:

• mayor demanda de los mercados europeos, ya que el primer proveedor del mundo, Estados Unidos se encontraba inmerso en la Guerra de Secesión y había bajado su producción.


• los estancieros, en especial los de origen europeo se dedicaron a la cría de ganado lanar por ser más resistente a las inclemencias del tiempo.


• descenso del precio del ganado vacuno en los mercados mundiales.


• mayor rendimiento por hectáreas, cuatro veces mayor que el ganado bovino.

Resultados de este cambio:

• se produjo la cría conjunta de vacunos y ovinos aumentando la riqueza de los hacendados.


• cambió la estructura social de la campaña, debido a que el ganado ovino necesita más personal para su cuidado que el vacuno, lo que trajo como consecuencia la sedentarización de la población rural.


• surge el estanciero – empresario, generalmente extranjero, junto al ya existente estanciero – caudillo.


• se fortaleció la clase media rural, porque en una menor extensión de tierra o en una tierra poco fértil al criar ganado lanar rendía más.


• le dio al inmigrante la posibilidad del ascenso social, porque a cambio de sus conocimientos sobre el ganado lanar, el estanciero le proporcionó parte de la majada, con lo que poco a poco logró obtener su propio establecimiento.


• cambió la mentalidad del productor, que ahora exigirá orden y control para evitar la matanza indiscriminada de ovejas que constituía una nueva fuente de riqueza.


• permitió al país diversificarse en sus productos, ahora no solo ofrecía cuero y tasajo, sino también lana.

Desde la década del 60, van a aumentar las inversiones europeas en América Latina, especialmente las inglesas, porque eran más rentable que en Europa.



• en 1863 se fundó el Banco de Londres y el Río de la Plata.


• creación de las fábricas Liebigs con capitales ingleses y alemanes.


• establecimiento de las líneas férreas y los primeros tranvías.


• creación de la compañía del Gas.

Las crisis de 1868, 1873 y1875 pusieron fin a un largo período de prosperidad nacional.

El Estado con sus gastos exagerados, la balanza comercial desfavorable como consecuencia del pago en oro de las importaciones, y la baja de los precios internacionales de la lana y la carne, provocaron la crisis en 1868.

La crisis bancaria de Londres, creó desconfianza entre los comerciantes locales. El papel moneda se podía convertir en oro pero en los momentos de crisis, el gobierno decretaba la inconvertibilidad.

En junio de 1868 el gobierno decreta la inconvertibilidad por veinte meses. Entonces la opinión pública se dividió entre los “cursistas” partidarios de la inconversión y los “oristas” partidarios de la conversión.

Los cursistas estuvieron apoyados por bancos que estaban borde de la quiebra, ya que habían emitido más moneda que el respaldo en oro que tenían por ej. el Banco Mauá.

Los oristas eran apoyados por los grandes comerciantes que debían pagar las importaciones en oro y los bancos Comercial y de Londres que no querían competencia de otros bancos.

Al terminar el plazo de inconvertibilidad quebraron el Banco Mauá, el Banco de Montevideo, el Banco Italiano y el Banco de Navia.

La salida que el Estado encontró fue conseguir dinero prestado en el mercado interno o externo a través de la emisión de títulos de deuda pública, y por tanto el 47% del presupuesto se dedicó al pago de la deuda.

Para ello se le sacó a los sueldos de los empleados públicos, a la salud, educación y seguridad interna. Para hacer frente a esta situación, se tomaron diferentes medidas entre las que se destacan:

• la emisión de papel moneda sin respaldo oro.


• medidas proteccionistas para disminuir las importaciones y desarrollar la industria nacional.


• suspensión del pago de la deuda pública.

Las medidas afectaron a los capitalistas tanto extranjeros como nacionales que habían prestado al Estado.

Los sectores vinculados al “alto comercio” y las finanzas reclamaron una mano fuerte que pusiera orden en la economía, y la vieron en la figura de Lorenzo Latorre.

El gobierno de Latorre, concedió importantes privilegios a los ferrocarriles ingleses: exención de derechos aduaneros para importar artículos que necesitaban; exención de impuestos por cuarenta años; un pago de 24.000 libras anuales para cubrir un empréstito de 300.000 libras y cesión a la compañía del Ferrocarril Central del Uruguay de 5.000 acciones que estaban en su poder cuyo valor nominal era de 250.000 libras esterlinas.

Las ganancias de la empresa en 1879, había superado las expectativas de los capitalistas ingleses, lo que generó nuevas inversiones.

En ese mismo año, los ingleses invirtieron en el servicio de “aguas corrientes”, bajo el nombre de “Montevideo Water Works Company”, resultado del clima de seguridad que brindaba el gobierno militarista de Latorre esto provocó que también en ese año, se reanudaran las relaciones diplomáticas con Inglaterra.

Lo exigido por Inglaterra era lo que también exigían las clases altas: paz, orden interno, estabilidad institucional y fiel cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado Oriental.

El monopolio que usufructuaba el ferrocarril, la empresa de aguas corrientes, la del gas y el oligopolio de las compañías de seguros, contribuyeron a fomentar dudas en la clase política ya en 1890 acerca de los beneficios que acarreaba al Uruguay el capital extranjero no vigilado por el Estado.

Por eso la ley de 1888 instituyó un control estricto de la contabilidad de las empresas ferroviarias y en 1896 se fundó el primer banco del Estado: " Banco de la República Oriental del Uruguay".



Entre 1872 y 1882 se alambraron las dos terceras partes de las estancias uruguayas. Esta verdadera revolución tecnológica con sus repercusiones en el valor de tierras y haciendas, se debió a una política de los estancieros que fue implementada fielmente por el gobierno. Se les eximió del pago de impuestos a la importación de alambre, se impuso la medianería forzosa, entre otras disposiciones cuyo resultado fue una primera capitalización del medio rural. Bretes, baños, vacunas y más tarde el mestizaje, acercaron a nuestro ganado a las exigencias del mercado europeo.

Después del ovino, el alambrado fue el segundo elemento transformador de la estructura económica rural. Al dividir la estancia en potreros, las tareas de mestizaje, mejoraron, aumentando la productividad ganadera. Se pudo implantar la cría separada o conjunta de manera rotativa, de bovinos y ovinos. Se establecieron los potreros especiales de invernada, donde los vacunos recibían el engorde previo a la venta. También se pudieron aislar a los animales enfermos y evitar epidemias.

Se produjo un notorio descenso en los gastos ya que se redujo la mano de obra, por ejemplo, los puesteros, encargados de vigilar al ganado ya no fueron necesarios.

El pequeño estanciero sin tierras desapareció ya que no podía seguir utilizando las tierras del vecino.

El alambrado provocó la primera desocupación tecnológica en el país, hizo innecesario el aporte de trabajo de peones, puesteros y agregados y los fue eliminando lentamente de la estancia. Estos pasaron a vivir en los rancheríos limítrofes de las estancias (“Pueblos de Ratas”), o emigraron a las ciudades, viviendo en los suburbios. Toda esta mano de obra no tenía posibilidad de reubicación en el aparato productivo.

Significó la desaparición del gaucho y la transformación de los peones asalariados. La materia prima para las revoluciones comenzaba a escasear.

Si bien el alambrado fue positivo desde el punto de vista de la producción y para las clases altas, generó contradicciones sociales insalvables.



Ocurrieron cambios también en el orden cultural y mental. La Universidad abrió sus puertas a los estudios de Abogacía en 1849, a los de Medicina en 1876 y a los de Matemáticas en 1888. En 1877, el gobierno del coronel Latorre, inspirado por José Pedro Varela, decretó una importante reforma en la enseñanza primaria, volviéndola obligatoria y gratuita y otorgándole recursos para su desarrollo. La tasa de analfabetismo que era elevadísima, comenzó a descender. El deseo de incrementar la actividad política de los habitantes y a la vez prepararlos mejor para el nuevo orden económico estuvo detrás de esta transformación.

El Uruguay también secularizó sus costumbres y su cultura. En 1861 la Iglesia Católica comenzó a perder su jurisdicción sobre los cementerios; en 1879 el estado decidió llevar los Registros del Estado Civil aunque admitió que el casamiento religioso precediera al civil. En 1885 se instituyó el matrimonio civil obligatorio y este debió celebrarse antes que la ceremonia religiosa. En 1907 se aprobó la primera ley de divorcio.

En conclusión:

Desde sus orígenes Uruguay fue un país dependiente dentro del dominio del Imperio inglés (siglo XIX) y de acuerdo a la división internacional del trabajo, monoproductor, esencialmente ganadero y productor de alimentos.

El doloroso proceso que conduce a la independencia y a la dependencia, en el que interviene el nacionalismo del siglo XIX, y la balcanización de América propiciada por Inglaterra, en contraposición a los intentos integradores (Artigas, Bolívar), se enraban con la política aislacionista y el individualismo del neoliberalismo actual, donde también el objetivo es “dividir para reinar”.

Este medio siglo “purpúreo” convive con la “modernización” del país.

Es el tiempo del desarrollo del capitalismo en la órbita del Imperialismo inglés, del afianzamiento de la burguesía, con estrecha vinculación con el comercio exterior

La “modernización” del país y del Estado son las adecuaciones internas a las exigencias de los mercados externos como productor de materias primas y para la inversión de capitales.

Este proceso coincide con la instauración de gobiernos militares (1876-1890)y la consagración de la estructura del Estado uruguayo, moderno y centralizado.

Esos gobiernos aliados estrechamente con los grandes propietarios de tierras, y “el alambrado de los campos” como un elemento concreto, consolidaron la propiedad privada. Permitió la aceleración del mestizaje del ganado ovino, transformó la estancia cimarrona en una empresa capitalista y generó consecuencias sociales negativas para medianeros, peones y puesteros, quienes fueron a vivir a los “pueblos de ratas”

En este período el capital inglés enlaza sus intereses a los grandes propietarios del sector pecuario y quedan delineados los aspectos que dibujan la matriz agraria de la estructura económico-social nacional. De esta manera el país se presenta como un gran latifundio exportador de productos ganaderos a través de los ferrocarriles ingleses, un centro de comercio que es el puerto de Montevideo y un territorio en el que primero se buscaron materias primas y luego se lo incorpora como zona para la de inversión de capitales.

El otro aporte tecnológico de envergadura y directamente relacionado con la producción pecuaria, son los frigoríficos que hacia fines del siglo XIX van a ir desplazando al tasajo. Esa industria, que con el correr del tiempo y los intereses económicos irá afianzándose en el país, es promovida por los ganaderos que “acuciados por el estímulo de hacer llegar la carne al mercado europeo, promueven las investigaciones sobre el enfriamiento de carnes, que culminarán en una revolución técnica: los barcos y la producción congelada .La inversión del capital inglés da entonces, un nuevo impulso al desarrollo capitalista en el medio rural del país: las empresas frigoríficas y la carne congelada y en conserva, serán los productos del principal rubro exportador.

En el contexto del positivismo que tuvo en la época marcada influencia en las corrientes del pensamiento nacional, un joven admirador de la educación norteamericana ofreció su propuesta al gobierno dictatorial, (Cnel. Lorenzo Latorre).

José Pedro Varela, conocido como el “reformador de la Escuela Pública”, logró que el gobierno aprobara la Ley de Educación Común. En ella se incorporan los tres principios sobre los que a partir de ese momento se asentó la enseñanza pública en el país: educación laica, gratuita y obligatoria. Ellos constituyeron las raíces no sólo de una sociedad moderna, sino esencialmente democrática, que alcanza a la actualidad.

Además de los cambios en la enseñanza primaria, en la Universidad también se llevaron a cabo adelante varias transformaciones.. En la década de 1980, el rectorado de Alfredo Vázquez Acevedo, será el que impulse la reforma que buscaba: trasladar la Universidad a un edificio aparte, crear la Ley Orgánica Universitaria y lograr la independencia universitaria.

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