EVOLUCIÓN
DE LAS ARTES FIGURATIVAS HASTA EL IMPRESIONISMO
EL
MOVIMIENTO ROMÁNTICO.
Con la caída de Napoleón y la consolidación de los regímenes políticos de la Restauración, un movimiento cultural, el Romanticismo, se convierte en bandera de las jóvenes generaciones. El Romanticismo es antes que nada un grito de libertad. Individualismo, conversión de la intimidad en tema, representación subjetiva del paisaje, exaltación del pueblo, son algunos de los principios modulares de la nueva sensibilidad.
No
se impuso sin resistencia esta explosión de libertad en el mundo
artístico. Los prebostes del arte oficial no podían entender, por
ejemplo, a un pintor como Delacroix, que consideraba el arte como una
vivienda patética. El artista deja de ser un doméstico del poder y
esto favorece su esfuerzo para emanciparse de las directrices
académicas.
EL
ROMANTICISMO PICTÓRICO FRANCÉS.
Principales
características:
- Resucitan las luces vibrantes.
- Las composiciones dinámicas contrastan con las figuras quietas del Neoclasicismo.
- En el culto al paisaje los objetos pierden su aspecto convencional para traducir los estados de ánimo.
- Los temas de las revoluciones políticas o los desastres que señalan un enfrentamiento fatalista con la naturaleza.
Géricault y Delacroix
- Théodore Géricault es el símbolo más claro del nuevo estilo. Tras algunas obras en las que va marcando sus diferencias con los modelos oficiales presentó su pintura La Balsa de la Medusa, en la que abandona la calma clásica. Es un cuadro-manifiesto en el que subraya vigorosamente el movimiento como cualidad pictórica.
TRADICIÓN Y NACIONALISMO EN ALEMANIA.
La
pintura romántica alemana es expresión gráfica del pensamiento
racionalista, siendo sus más genuinos representantes los llamados
Hermanos
de San Lucas,
quienes practicaron una suerte de vida monástica que aspiraba a la
consecución de un arte “neo
alemán,
religioso y patriótico”.
Entre ellos destaco Friederich
Overdeck.
En
realidad el carácter romántico se manifiesta más en ese intento de
comunidad tradicional que en sus rasgos estilísticos.
DE
LOS PAISAJISTAS INGLESES A LA ESCUELA DE BARBIZON.
Los
paisajistas ingleses:
La
labor de los paisajistas ingleses exhibe el empirismo inglés, tan
cercano a la naturaleza. A diferencia de los románticos franceses no
les atraen los temas políticos.
- John Constable acude a pintar al aire libre y huye del taller, actitud que le hace presentir al Impresionismo. El tratamiento de la luz es su constante preocupación y varias veces explicó el pintor que su preocupación era captar la luz en lo grande y en lo pequeño. Destaca, entre otras, su obra El carro de heno.
- Joseph Turner llevó todavía más lejos el libre uso y el valor provocativo del color, utilizado de forma exuberante. Tal y como vemos en sus cuadros, en todos ellos atiende de modo especial a los fenómenos atmosféricos. La luz y el color no son realidades visuales, sino visiones imaginarias, que nos distancian de los sentidos para introducirnos en evocaciones oníricas. Lluvia, vapor y velocidad, Tormenta de Nieve :un vapor a la entrada del puerto.
- William Blake es considerado un efectivo precursor del Surrealismo, siendo su obra un alegato contra el materialismo y el racionalismo. Su mundo interior le permitió captar la abstracción y el simbolismo a pesar de su entorno realista. Dios creador, Piedad.
La
Escuela de Barbizon:
- Camile Corot practica la pintura directamente de la naturaleza. Su pincel es de colores suaves y su experiencia visual esta abierta a una incesante renovación. Estas características le hacen figurar como el primero de la larga serie de paisajistas franceses, que sin ser catalogables como románticos hacen sin embargo de la naturaleza serena su marco pictórico y vital.
EL
REALISMO PICTÓRICO.
Factores
del Realismo:
- La definitiva implantación de la burguesía, que para los artistas constituirá una clientela poco propicia a aplaudir los temas íntimos o de evasión.
- El positivismo filosófico de Augusto Comte, quien considera como fuentes únicas de conocimiento la observación y la experiencia.
- La conciencia en los artista de los terribles problemas sociales de la industrialización.
- El desencanto por los fracasos revolucionarios de 1848 es el estímulo inmediato; el arte abandona los temas políticos y se concentra en los temas sociales.
El
Realismo se niega a idealizar las imágenes; el hombre es
representado en sus tareas normales y el tema de la fatiga se
convierte en motivo fecundo de inspiración.
Principales
pintores del Realismo:
- Honore Daumier aprendió el oficio de litógrafo y practicó con éxito la caricatura política, lo que le costó la cárcel, tema muy tratado por este autor. Es uno de los mayores dibujantes de su generación. Su realismo esta al servicio de la causa republicana y en pugna con el orden establecido. Sus temas evocan el mundo de la marginación y de los gestos reivindicativos. Cultivó también la escultura y el óleo, pero no alcanzó el mismo éxito que sus dibujos y caricaturas.
- Courbet provocó enormes polémicas con su pintura por los temas elegidos y sus ideas programáticas sobre el arte. Llegó a montar una muestra paralela a la Exposición Universal, destacando entre sus obras allí reunidas su cuadro El taller, que al tiempo de enfurecer a los realistas concitó la admiración del rebelde estudiantado. Su trayectoria artística se confunde con una febril actividad política. Su activismo de revolucionario se remansa al tratar los temas cotidianos de las gentes sencillas, colocados en un primer plano para resaltar su tristeza o su comunicabilidad con el espectador.
El Taller del Pintor
LA
PINTURA ROMÁNTICA ESPAÑOLA: RETRATOS, COSTUMBRES Y PAISAJES.
- Aunque Federico Madrazo consiguiera sus mayores éxitos con el retrato, su pertenencia al movimiento romántico queda atestiguada en cuadros de historia como Godofredo de Boullion en el Sinaí. Junto a Madrazo es Antonio Esquivel el mejor continuador de la técnica del retrato. Su estilo no se libera del gusto academicista, sin embargo gusta de frecuentar ambientes y centros literarios románticos. A sus personajes los dotaba de una expresión sentimental muy en consonancia con el talante vital romántico.
- Eugenio Lucas supo mantener vivo el interés por la temática de los personajes populares, por asuntos cargados de emoción. Leonardo Alenza nos dejó una abundantísima colección de dibujos y grabados destinados a publicaciones periódicas. La coincidencia con Lucas nos pone en la pista de la importancia de este género de la ilustración gráfica, fruto de numerosos artistas anónimos, y tan practicado en esta época en dos direcciones principales: la sátira política y el dibujo costumbrista.
LA
PINTURA DE HISTORIA.
En
la segunda mitad del siglo XIX cobra importancia el genero histórico.
Los lienzos de historia suelen ser de gran tamaño; en muchos casos
prevalece la nobleza sobre las calidades artísticas; sin embargo sus
características formales suelen estar en consonancia con los aires
naturalistas que han revelado a la pintura emocional y subjetiva del
Romanticismo.
- Entre los pintores destacan Antonio Gisbert, autor del célebre Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros, en el que se rinde tributo a la causa liberal, y José Casado del Alisal, autor de una de las obras maestras del género, La rendición de Bailén, que recoge la primera gran derrota de los ejércitos napoleónicos.
Antonio Gisbert Fusilamiento de Torrijo y sus compañeros José Casado de Alisal La Rendición de Bailén
- Eduardo Rosales fue capaz de abrir nuevos caminos plásticos. Se suele señalar su obra El testamento de Isabel la Católica como la más importante pintura histórica de la época. Apunta hacia preferencias impresionistas, de acuerdo con la expresa voluntad del autor de practicar su pintura al aire libre.
El Testamento de Isabel La Católica - Contemporáneo de Rosales es Mariano Fortuny. La obra de este pintor esta llena de minuciosidad y efecticismo. Suele citarse La vicaría como la obra cumbre de este autor. Es una tela costumbrista con la que alcanzó enorme fama y disfrutó de una desahogada posición económica. Como pintor de historia nos dejó obras teñidas de exotismo, como La batalla de Wad-Ras y otros cuadros de tema marroquí y que le hacen figurar como hábil acuarelista.
LA
ESCULTURA EN EL SIGLO XIX.
La
penetración de los ideales
del Romanticismo en
la escultura es menos intensa y durante las primeras décadas
perduran
las formas estáticas y de superficie pulida del Neoclasicismo.
Sin embargo la poderosa personalidad de Delacroix
terminó transmitiendo sus valores a los últimos reductos
conservadores. Como fundamento de la nueva sensibilidad ha de
considerarse la necesidad
de captar el movimiento y de introducir a las masas en acción.
Desde el punto de vista formal la escultura romántica huye del
modelado liso del neoclasicismo y propende a las superficies
ásperas y al gesto grandilocuente.
Obra manifiesto del romanticismo escultórico es el gigantesco
relieve de
Rude
denominado La
Masellesa.
Carpeaux
observa cada detalle de los rostros y los cuerpos. En sus bustos
domina el análisis de los rasgos visibles en vez de la construcción
subjetiva, de las grandes composiciones de su maestro Rude.
Otra figura destacada es Constantin Meunier, cantor del trabajo y del esfuerzo. Su forma de concebir la figura destaca por la tensión miguelangelesca de los miembros y la riqueza de los planos, notas que anticiparon algunos rasgos plásticos de Rodin. Comprometido en un arte de testimonio social comienza a cultivar la pintura, que le permite escenas de mayor entraña social.
Carpeaux. La Danza. |
Otra figura destacada es Constantin Meunier, cantor del trabajo y del esfuerzo. Su forma de concebir la figura destaca por la tensión miguelangelesca de los miembros y la riqueza de los planos, notas que anticiparon algunos rasgos plásticos de Rodin. Comprometido en un arte de testimonio social comienza a cultivar la pintura, que le permite escenas de mayor entraña social.
LA
ESCULTURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XIX.
La
nomina de escultores españoles a los que podemos calificar de
románticos es muy corta, destacando a José
Gragera y Ponciano Ponzano.
Los
escultores que en el último tercio del XIX son asimilables a al
corriente naturalista son más abundantes. Jerónimo
Suñol,
Ricardo
Bellver (El ángel caído)
son autores que encarnan esa tendencia naturalista plasmada con
notable soltura en los habituales monumentos y retratos. La gran
fecundidad de Mariano
Benlliure
no le hizo perder su alto grado de perfección, que aplicó en
retratos y grupos escultóricos tanto de tema notable como popular.
LA ARQUITECTURA EN EL SIGLO XIX
EL
SIGLO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN.
Características:
Es
un siglo contradictorio. A la belleza depurada de las formas clásicas
se opone la lógica de la mecánica de los nuevos materiales, es
decir, la estética de la forma se opone a la estética de la
función.
El
siglo XIX es, pues, tiempo de gestación. La nueva sociedad, la nueva
cultura industrial, necesitaba una respuesta arquitectónica a sus
necesidades. Hay algunas consideraciones que influyen en la variada
trama de la arquitectura de este tiempo y conviene considerarlas para
una mejor visión de toda ella.
- El Romanticismo. Es el grito de rebeldía contra el siglo de la Razón y de las Academias.
- La aventura colonial. La economía europea necesita mercados como consecuencia del desarrollo industrial y esto lanza a las principales potencias a la creación de nuevos mercados. De estas colonias retornará a las metrópolis europeas toda una exótica cultura que será inmediatamente aceptada. Palacios, cafés, monumentos, etc., adquirirán aires indios, árabes e incluso chinos.
- Las nuevas necesidades. Nacen nuevos medios de comunicación, como el ferrocarril, que exige estaciones, puentes y, en general, grandes obras públicas. Por otra parte la gran riqueza producida requiere la conquista de mercados, con lo que surgen las grandes exposiciones internacionales con sus enormes instalaciones provisionales que exigen un alto desarrollo de la técnica constructiva, principalmente del hierro.
- Los nuevos materiales.
- El hierro colado, sustituyendo a la forja, permite fabricar largas vigas, pero también permite la elaboración de adornos con un coste reducido.
- El vidrio cobra igualmente importancia gracias a su desarrollo técnico.
- El cemento no hará su aparición hasta finales de siglo, y aunque no influirá apenas sobre la concepción arquitectónica del siglo XIX si anticipará el valor constructivo y estructural que significará la arquitectura del siglo XX.
ARQUITECTURA
HISTORICISTA.
De
todas las evocaciones hacia un pasado, la que ofrecerá mayor
persistencia es la gótica. Esto se explica en un principio porque lo
gótico expresa mejor que nada el ideal de oposición del
Romanticismo al arte oficial–clasicista.
- Violett Le Duc es el mas ferviente propagandista del retorno al gótico. Cierto que su celo entusiasta le llevo a una “limpieza” excesiva quitándole él autentico clima a los conjuntos monumentales, pero también es verdad que resucitó mutilaciones y ruinas que gracias a él hoy admiramos y comprendemos. Partiendo del sistema constructivo gótico proyecta nuevos edificios en los que emplea el hierro como material básico.
- Para Inglaterra el neogótico servirá, más que nada, para que este país encuentre su identidad apartándose de la secular influencia italiana. El gótico perpendicular es magistralmente interpretado en el Parlamento de Londres, obra de Carlos Barry.
LA PERVIVIENCIA DE ROMA.
Paralelamente
a todas las corrientes innovadoras
se mantiene una arquitectura que permanece fiel al pasado clásico.
Esto era inevitable
en los países mediterráneos
en los cuales resulta más acusada la pervivencia latina, pero la
decoración delatará el ansia de desasirse del rigor neoclásico. Un
nuevo barroco
inundara fachadas en las que abundan las figuras moldeadas en
argamasa y hierros entrelazados en filigranas decorativas. Claro
ejemplo es la
Ópera
de París,
de Carlos
Garnier.
LA
ARQUITECTURA DEL HIERRO.
Los
mejores exponentes de la arquitectura del hierro lo ofrecen las
Exposiciones
Universales.
La naturaleza de las mismas exigía pabellones enormes que le dieran
a todo ello una unidad de aspecto y una cierta coherencia. Por otra
parte, estas Exposiciones eran el exponente orgulloso del país que
las organizaba. Por ello los pabellones se construyen con los medios
más avanzados. Los tres edificios más significativos son: el
Palacio
de Cristal de
Paxton,
la
Galería
de las Máquinas de
Dutert
y la Torre
de
Gustavo Eiffel.
En
concurso abierto para la Exposición
de Londres de 1851
exigía que los materiales pudieran ser empleados de nuevo y, por
ello, pudieran desmontarse. Joseph Paxton gana el concurso y lo
resuelve con
elementos prefabricados que se montan y desmontan.
Igualmente resuelve problemas de construcción ya que la estructura
es aprovechada para deslizar sobre ella una plataforma donde se
hallan los obreros que van colocando placas de vidrio.
El
siguiente y definitivo paso se dará en la Exposición
de París de 1889.
Principalmente con la Galería
de las Máquinas
y la Torre
Eiffel.
La primera sorprende por sus dimensiones y su sistema de elementos
prefabricados, que permitió un montaje y desmontaje rapidísimos y
altamente económicos.
LA
ESCUELA DE CHICAGO.
En
Chicago se va a formar en el último tercio del siglo la escuela
americana más importante de la arquitectura. De todo el grupo de
Chicago la figura más trascendente será la de
Louis
Sullivan.
Una de sus grandes obras son los Almacenes
Carson
en los que el uso
de la ventana apaisada,
característica de esta escuela, así como el remarcamiento
de las bandas horizontales, le
hacen resultar eminentemente alargado,
dimensión esta buscada claramente por Sullivan al no poder subrayar
el verticalismo en una construcción
de solo diez pisos.
La
fórmula contraria la había adoptado en otra de sus obras maestras,
el Guaranty
Building
que anuncia en un empuje
ascensional
los rascacielos
del
próximo siglo. Sullivan es además un excelente decorador que se
ocupa de matizar ciertas partes de sus edificios con una rica
ornamentación naturalista
de reminiscencias góticas, que le hacen ser un anticipador
del Modernismo.
Resumiendo,
la Escuela
de Chicago
tiene especial interés debido a dos razones. La primera es la
creación
del rascacielos
como alternativa funcional, y la segunda, que por
vez primera fueron los arquitectos quienes emprendieron la
renovación,
y no los ingenieros u otros intrusos.
WILLIAM
MORRIS Y LOS “ARTS AND CRAFTS”.
Paralelamente
al funcionalismo se da en Inglaterra un interesante movimiento que
tiene raíces sociales y filosóficas. Nos referimos a la obra de
William
Morris
y
sus Arts and Carfts. Morris era seguidor de Ruskin
y detestaba el maquinismo. Por eso Morris levanta su voz airada en
favor de una vuelta a la artesanía. Morris completa el retorno de la
artesanía como una conquista social. En esta línea de pensamiento y
de acción, la arquitectura que propugna Morris supone una vuelta
a la casa de campo humilde.
EL
MODERNISMO.
Nace
en la última década del siglo por la insatisfacción
del eclecticismo.
Las fechas los nombres y las causas serán diferentes en cada país
europeo. En Bélgica será Art-Nouveau,
en Alemania Jugendstil,
en Austria Secesión
vienesa,
Liberty
en
Italia y Modernismo
en España. Los
artistas elaboran sus propios lenguajes expresivos con
individualidad,
pero tendrán en común el ardiente
deseo de crear nuevas formas libres del peso de la Historia.
La enorme fuerza creadora que caracteriza el movimiento termina por
ocasionar su ruina. Los arquitectos eran, con frecuencia, diseñadores
y viceversa. Nunca como con el Modernismo, el
diseño de útiles y de objetos en general, se ha integrado tan
magníficamente en la propia arquitectura.
El sentido de la decoración terminará por ocultar los verdaderos
significados de las obras, que no lograrán transmitir más que un
decorativismo tan bello como estéril.
- Víctor Horta es el pionero en Bélgica. Con su Casa para el ingeniero Tassel fija los fundamentos de un nuevo vocabulario y de una nueva sintaxis. La libertad de formas es sorprendente, pero un ojo avisado puede reconocer que todo queda ceñido a un plan calculado. Horta era radicalmente arquitecto, pero era un intuitivo que no llegó a racionalizar el lenguaje.
- El escocés Mackintosh conjuga armoniosamente amplios planos de tenues colores con formas lineales de singular belleza que se cierran formando nuevas formas subordinadas. La Secesión encabezada por Otto Wagner lleva a la arquitectura hacia una libertad absoluta en la búsqueda de los espacios y en la distribución de los interiores.
ANTONIO GAUDÍ
La
fuerza creadora de Gaudí es posible dentro del esquema liberal del
Modernismo, pero no participa en la línea modernista europea ni
catalana. Gaudí vivirá angustiosamente solo sus anticipaciones
técnicas. Su información sobre lo que acontece en Bélgica, Holanda
o Francia, es casi nula, por lo que gestará en su soledad interior
toda la grandeza de su expresividad.
Sus
primeras obras se acogen a un cierto mudejarismo, primero, y a un
particular goticismo, después, como en el Colegio
Teresiano.
Obsesionado por la mecánica
constructiva del gótico,
utiliza sus principios básicos de empujes y contrarrestos, pero
partiendo del análisis de otras curvas.
Simultáneamente
se manifiesta en él lo que será una de las constantes de su obra:
el amor
a la naturaleza.
En las formas vivas, vegetales o animales, encontrará las más
intimas fuentes de inspiración. En la Casa
Batlló
las paredes se ondulan para aceptar de modo más natural toda la
enorme fantasía que se vuelca sobre ella.
En
esta misma calle realizará entre 1905 y 1910
La
Pedrera.
El edificio resulta de una ornacidad vegetal inaudita. Gaudí rompe
la tradicional ortogonalidad de las habitaciones y confiere a estas
una sintaxis biológica de pasillos curvos y superficies
trapezoidales encajadas como si se tratara de un autentico tejido
celular. El exterior se mueve en poderosas ondulaciones soportadas
por óseas columnas que se agudizan hacia el cielo.
El
Parque
Güell
es una gran finca situada en los aledaños de Barcelona convertida
por Gaudí en una
verdadera ciudad–jardín.
Para ello dividió el terreno en sesenta
parcelas y,
aprovechando los desniveles, diseñó
una gran cisterna que recogía las aguas pluviales y sobre ella un
mercado cubierto por una gran plaza con aspecto de teatro al aire
libre y que en realidad era el centro social de la comunidad.
Pero
la dimensión de estos cálculos estructurales tendrá su máximo
relieve en la obra de
La
Sagrada Familia.
Gaudí se hizo cargo de las obras en 1883 y llegó a vivir en el
mismo taller hasta cerca de su muerte en 1926. Lo concibe dentro de
un cierto neogoticismo.
Desde su edificación dibuja el perfil
de Barcelona dándole
su especial fisonomía. Las torres
de perfil parabólico horadadas para mejor resistir los vientos, son
a la vez instrumentos
sonoros y símbolos religiosos.
Sobre la fachada se desarrollan libremente más
de cien especies vegetales y decenas de esculturas perfectamente
integradas.
El cemento,
la piedra, el hierro y los mosaicos cerámicos
le dan una riqueza textural inaudita. Más sorprendente es aun el
interior. Las
columnas se inclinan para recoger los empujes oblicuos de las
bóvedas, las columnas se ramifican en la parte superior para
distribuir mejor el soporte de los empujes.
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