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Congreso Internacional de Arquitectura Moderna

Los CIAM: Congreso Internacional de Arquitectura Moderna

Desde el último tercio del XIX se debate sobre la ciudad y se fueron celebrando una serie de congresos para poner en común las nuevas tesis que iban apareciendo. A raíz de los fallos de diversos concursos de arquitectura (Chicago Tribune, etc.) y la descalificación de Le Corbusier en la instancia final del concurso para el Edificio de la Sociedad de Naciones en 1926, un grupo de arquitectos renovadores europeos decide organizarse como una central moderna y fundan en 1927 los CIAM: Congreso Internacional Arquitectura Moderna. Son reuniones de un grupo de arquitectos que forman un frente común contra la arquitectura tradicional. El objetivo de esta asociación era debatir, resolver y difundir el problema arquitectónico contemporáneo.

I CIAM: La Sarraz, 1928. Declaración de principios.
II CIAM: Frankfurt, 1929. Vivienda.
III CIAM: Bruselas, 1930. Barrio (agrupación de viviendas).
IV CIAM: Atenas, 1933. Ciudad Funcional.
V CIAM: París, 1937. Vivienda y tiempo libre.


Primero y cuarto liderados por Le Corbusier. Segundo y tercero por arquitectos alemanes. Los cuatro primeros conforman una unidad conceptual. Con el II y III CIAM quedaban resueltas las dos instancias fundamentales, tal como ellos concebían la ciudad: la célula habitacional y la agrupación de estas en barrios de vivienda. En el IV CIAM el tema fue la ciudad funcional. El documento final, que contiene las conclusiones del congreso, expuestas como doctrinas del urbanismo moderno, fue proclamado en Atenas.

La Carta de Atenas considera en su primera parte las relaciones de la ciudad con el territorio que la rodea. Se afirma que toda ciudad debe ser pensada en relación a un territorio.
En la segunda parte del documento se critican aspectos de las ciudades existentes y se realizan algunas propuestas, con el título “Hay que exigir que...”, de donde se deduce cual es el modelo de ciudad incluido en la Carta de Atenas. Se refieren a las 4 funciones a las cuales se atribuía la cualidad de ordenar las ciudades. Estas eran: HABITAR, TRABAJAR, RECREARSE y CIRCULAR. Acerca de la ciudad existente se establecen que deben preservarse los edificios o conjuntos que por sus valores estéticos representen verdaderamente una época pasada. Esto se haría siempre que no afecten el interés común, derribando los tugurios que suelen encontrarse en sus alrededores, para que queden emplazados en espacios verdes.
En la tercera parte de la carta se exponen los puntos de doctrina, donde se reafirman los conceptos desarrollados anteriormente y se señala que el problema principal de las ciudades ha sido que los intereses particulares prevalecieron sobre los intereses sociales. Se establece que en adelante los intereses generales deberán prevalecer sobre los particulares. También aparecen algunos aspectos novedosos: el carácter asignado al arquitecto como el técnico asesorado por otros técnicos, que debe procurar convencer a las autoridades para llevar adelante la planificación urbanística.
En España, el Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATEPAC) fundado en 1930, un grupo de gran alcance (con subdivisión Norte, Centro y Este de España) que automáticamente se convierte a su vez en Sección española del recién creado órgano de gestión en el II CIAM (Franckfurt, 1929), el CIRPAC (Comité International pour la Résolution des Problèmes de l'Architecture Contemporaine) formando un fuerte vínculo con Europa.
La subdivisión más fuerte del GATEPAC fue el GATPAC (Grup d'Artistes i Tècnics Catalans per al Progrés de l'Arquitectura Contemporània) y estaba liderada por el arquitecto Josep Lluis Sert. Desde muy joven mostró un enorme interés por la obra de Antoni Gaudí. A los veinticuatro años realiza su primer viaje a París, donde establece un estrecho contacto con Le Corbusier. En 1927 entró a trabajar con este arquitecto y permaneció en su estudio hasta 1963. Sus primeras obras evocan la esencia del Mediterráneo, al tiempo que recogen todas las novedades arquitectónicas del funcionalismo. En estos años diseña, junto con Luis Lacasa, el Pabellón de España para la Exposición Universal de París de 1937. La Fundación Miró de Barcelona también pertenece a su autoría. El núcleo central de la obra está formado por un patio cuadrado que sirve de nexo entre los dos cuerpos que conforman la estructura. El auditorio y la biblioteca están integrados en una curiosa torre octogonal. La claridad de formas, las acertadas proporciones empleadas, la iluminación natural indirecta y la correcta ordenación espacial -pensada para facilitar el recorrido expositivo y la contemplación de las obras en el museo- son las características de este singular edificio. Cuando finalizó la Guerra Civil, inició su exilio en Estados Unidos y allí se asoció con Paul Lester Wiener y creó la empresa "Town Planning Associates". Como urbanista también realizó algunos proyectos para ciudades de otros países como el Plan Piloto de la Habana. Su labor fue reconocida con numerosos nombramientos en las universidades de Harvard, Boston, Cambridge, etc.

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