Diversidad
del Tercer Mundo
NPI
y PMA
Como
producto del crecimiento
económico
acontecido en algunos países en la actualidad el “Tercer
Mundo”
se encuentra fragmentado, apreciándose claramente la brecha entre
dos polos contrapuestos, por un lado los Nuevos
Países Industrializados
(NPI) y los Países
Más Atrasados
(PMA).
Los
Nuevos Países Industrializados son un grupo
reducido de naciones de determinadas regiones del globo, cuya
producción industrial se acrecentó notoriamente durante la segunda
mitad del pasado siglo.
Este grupo esta conformado solamente por seis países: Singapur,
Taiwán, Corea del Sur, Hong Kong(los conocidos como “Dragones
Asiáticos”), México y Brasil, de los cuales los cuatro con mayor
crecimiento son los de Asia Oriental.
Estos
países de Asia a mediados del siglo XX eran enumerados entre los
países más pobres del mundo, debido a que padecían una carencia de
recursos naturales y suelos fértiles y cultivables, una economía
inestable debido a que la dependencia del exterior hacía que fueran
muy sensibles ante los cambios en el comercio externo.
Hoy
en día estos países están ingresando al mundo desarrollado gracias
a la combinación de varios factores favorables (tanto internos como
externos), como por ejemplo agricultura
dinámica
que practicaron estos países, la disponibilidad
de capital extranjero
por encontrarse en la frontera exterior con el creciente bloque
comunista (ya que EE.UU. intentaba evitar el denominado “efecto
dominó”), y la muy buena
intervención del estado en la actividad productiva.
Mientras
los Dragones Asiáticos
alcanzan los niveles de desarrollo de países como España, Grecia o
Portugal, y sus exportaciones constituyen el 9% de las exportaciones
mundiales, contrastariamente, alrededor de cincuenta países,
mayormente de África (aunque también los hay en América Latina, el
Caribe y Oriente Medio), conjuntamente no llegan al 1% de las
exportaciones mundiales: éstos son los denominados Países Menos
Adelantados.
Aunque
tradicionalmente a estos países se los cataloga como pertenecientes
al Tercer Mundo, debido a su bajo nivel de desarrollo muchos
prefieren darles otra denominación, la de “Cuarto Mundo”. Estos
estados son los más pobres del mundo, y poseen bajísima
renta per cápita,
producción
manufacturera e índice de alfabetización,
necesitando de la ayuda exterior, la cual muchas veces no es
suficiente. A esto se suma las débiles
políticas internas
y la
desfavorable situación mercantil internacional,
desencadenando esto que a la mayoría de estos países se le haga
imposible mejorar su situación económica y social.
Indicadores
Socio-económicos
Para
poder establecer y comparar los niveles de desarrollo socio-económico
de los países, se hace necesario tomar como referencia algunos
aspectos como la población, el mercado interno y externo, la
producción manufacturera, entre muchos otros, de las naciones, que
funcionan como indicadores de la situación de esos estados.
Algunos
de los principales indicadores utilizados son:
- Índice de Desarrollo Humano (IDH), en el que intervienen tres factores: vida larga y saludable (medida según la esperanza de vida al nacer); educación (medida por la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada de matriculación en educación primaria, secundaria y superior, así como los años de duración de la educación obligatoria); y el nivel de vida digno (medido por el PIB per cápita PPA en dólares).
- PNB, que se define como el valor de todos los bienes y servicios producidos, únicamente, por los nacionales de un país durante un tiempo determinado, generalmente un año. Se excluye a los extranjeros trabajando en el país y se incluye a los nacionales trabajando en el extranjero.
- PBI, que es el valor monetario total de la producción corriente de bienes y servicios de un país durante un período (normalmente es un trimestre o un año).
- Tasa de desempleo o de paro, que representa el número de desempleados en un país. Se obtiene como el cociente entre el número de desempleados sobre el total de población activa.
- Tasa media anual de inflación, que se define como la tasa de variación en términos porcentuales del nivel de precios de bienes y servicios (el nivel de inflación).